viernes, 21 de junio de 2013

El capital de la Anses hace bajar el dólar

El Tribuno  SALTA

 El organismo previsional tiene $ 15.000 millones para colocar en plazos fijos y ese dinero es clave en la contención del “blue”.



Por Rodolfo Ceballos

El plan que tiene el Banco Central es hacer que la gente no se vaya al dólar. Ahora que está contenido, el Gobierno usa el poder del capital de la Anses para que las tasas de interés resulten altas y, por lo tanto, más atractivas que la especulación ofrecida por el “blue”.

El titular del organismo previsional, Diego Bossio, dio recientemente la orden que impactará luego en el mercado de capitales y en la liquidez del sistema financiera nacional.

Dispuso no renovar los plazos fijos que tenía en distintos bancos para que las entidades financieras le paguen mejor tasas de interés al organismo si los vuelve a depositar.

Como el segmento financiero en Argentina está sincronizado con distintas variables domésticas e internacionales, hace falta darle entonces atractivos para que tenga
certidumbre. En ese sentido, el Central tomó una política. Acaba de subir la rentabilidad a 0,25% que pagan sus letras. Esta apuesta está en consonancia con la del Anses que no renovó el capital que suman todos sus plazos fijos y así impulsa la suba de las tasas. La Anses tenía en plazo fijo $15.000 millones.

La decisión de la Anses es simétrica con la del Central que licita semanalmente letras. El efecto de tanta sincronía entre las instituciones produjo una suba de 25 puntos básicos para el interés de las Lebac.

Indudablemente que con tanta actividad del Central y de la Anses en el mercado financiero, los bancos privados no pueden tener tanta iniciativa. Solo espectadores detectaron que unas ocho entidades -que cuentan con depósitos de la Anses- fueron las afectadas por la no renovación de los plazos fijos.

Esta ingeniería financiera, según el Central, fue necesaria para que en una semana el “blue” se tranquilice y la tasa de los plazos fijos suban. La Anses tenía esos $ 15.000 millones en plazos fijos al cierre del primer trimestre y ese dinero es vital para sostener la liquidez del sistema. Por otra parte, el Central colocó $ 3.050 millones en la licitación de las Lebac que regulan el dinero en circulación. Más dinero en poder de la gente se predispone a la inflación.

Pesos que iban a las “cuevas” y volvían “paralelo”

Las letras del Banco Central son una aliada indispensable para que el Estado se procure dinero. Cada martes, el Central sale a ofrecer títulos, los vende por licitación y, de paso, rebaja la base monetaria, formada por la circulación del dinero, los depósitos oficiales y de las entidades financieras que los dejan en el Central.

Esas letras son la estrategia del Central para achicar la base monetaria e impulsar la suba de las tasas.

Cuando el dólar hacía sus recientes escaladas espasmódicas, las tasas estaban a la baja. Ahora que la tasa de las Lebac suben, se registra en la ingeniería financiera del Central un equilibrio: la gente sale del dólar y se queda en pesos, y la tasa alta favorece el aumento de los depósitos. Lentamente retorna el dinero a los bancos, antes rondaba las “cuevas” de la City buscando hacerse “blue”.

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