sábado, 14 de abril de 2012

Voces, reclamos y esperas de jubilados

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Voces, reclamos y esperas de jubilados

 
 
 
 

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14/04/12 - 00:32
Con asombro, recibí del PAMI la quita de los $ 45 de ayuda social que venía percibiendo desde hace cinco años, siendo mi jubilación la mínima y sin tener otro beneficio. No me enteré por ningún medio ni recibí ningún tipo de aviso previo sobre esta injusta amputación. Con el aumento del 17% que dio el Gobierno yo pasaba a pasaba a cobrar $ 1.681 -incluidos los $ 45-, pero, en realidad, sólo cobré $ 1.636,40.
El PAMI me informó que yo tengo subsidios por medicamentos. Cierto, hace más de 7 años que los tengo por mi tratamiento de oncología, y sólo son unas pastillas. Antes nunca me habían anunciado que no correspondía. Considero esta acción humillante, discriminatoria y desconsiderada. La realidad es que $ 1.636 no alcanzan para vivir aunque estén dando dos mejoras por año. Triste es ver cómo retacean esta ayuda.
Lina Brown
lina.rw@gmail.com

Estimado Pedro Bollo: he leído su carta del 7 de abril y mi caso es similar al suyo. Nos castigan al jubilarnos. A algunos con los bajos haberes y a todos con la obra social. Hasta el momento de jubilarme, el 1° de julio de 2011, tenía contratado desde el 2000 un plan de medicina prepaga con STAFF Médico S.A.
Con el sistema de derivación de aportes a través de OSEADI (Obra Social de Empleados de Agencias de Información), la cuota se me reducía a menos de la mitad, con la ventaja de pagar mes vencido, sin el IVA y con el atributo de que mi afiliación configuraba la categoría de “seguridad social”. Esto me eximía de algunos copagos en ciertas prácticas médicas o de laboratorio.
Desde que me jubilé se me impidió seguir derivando aportes, pago la cuota completa ($ 1.112), por mes adelantado y con IVA, o sea triple castigo.
Es de esperar que a través de su carta, algún funcionario tome nota y alguien haga algo para revertir esta injusta situación que se genera por una reglamentación que da lugar a ambigüedades o permite avivadas que producen pingües ganancias.
Carlos Attie
charlyattie@gmail.com

Como todos los años, los mayores cobramos, dos veces al año, las “generosas dádivas” de la Presidenta, por llamarlas con cierta elegancia. Al cobrar en abril y setiembre, debido a la velocidad inflacionaria, advertimos que los anuncios con elevada estridencia presidencial son una burla más que se multiplica por su bajeza.
En sus discursos la Presidenta siempre mencionó que, en su juventud, fue empleada pública. Es evidente que su riqueza no fue lograda con los sueldos de ese empleo. Felicitaciones por las innumerables estrategias que la beneficiaron.
María Farros
mariaemiliafarros@yahoo.com.ar

¡Qué vergüenza! Lo único que faltaba es que se defiendan los siderales sueldos que ganas funcionarios y legisladores. Esto es una burla a los jubilados, que cobramos una miseria. Y ellos se jactan de los sueldazos que tienen. Lo único que vemos en el Congreso es señores con globos con la leyenda Clarín miente. ¿Qué, ahora le van a echar la culpa a Clarín porque publicó los sueldos?
Basta señores, todos saben que sus sueldos están dolarizados. Por lo menos hagan algo para que nos paguen el 82%. Mientras, la ANSeS se la pasa rechazando o apelando los juicios, los jubilados seguimos haciendo de tripa corazón para poder vivir.
¿Qué buscan, que salgamos todos a robar? Quiero dejar en claro que no soy un defensor de Clarín, pero este diario, como Diario Popular, me dan la posibilidad de poderme desahogar del veneno que me están haciendo tragar día a día esperando que se me pague lo que me gané aportando casi 40 años.
Humberto Reynoso
humberey@hotmail.com

Les escribo desde mi lugar de residencia desde hace dos años, Río Ceballos, Córdoba. Desde ese tiempo soy jubilada por la provincia de Buenos Aires, es decir a través del IPS con sede en La Plata.
Mi calidad de vida debía mejorar en las sierras, pero no es así pues por vivir en el interior del país este organismo nos tiene olvidados. Todos los de esta caja, por disposición del Gobierno provincial, tuvieron un cronograma de pago por el cual hacia el 29 ya cobraban, de manera que estos feriados largos no prolongaran el período, y pasar las Pascuas bien. No fue mi caso.
Al 4 de abril no habían llegado las remesas y al hablar a La Plata, las respuestas fueron ridículas: “Pero usted está en Córdoba, ¿qué quiere que hagamos?”
No es la primera vez que pasa. Para las Fiestas cobramos recién en enero. No tenemos bancarización, es decir sólo cobramos en ventanilla con lo cual si no acudimos, la remesa es devuelta a La Plata. Ruego publiquen esta carta, creo que será la única manera por la que alguna autoridad sienta vergüenza y trate de hacernos la vida un poco más fácil.
María del Rosario Marinich
maromita4@hotmail.com

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