jueves, 16 de mayo de 2013

¿Podía hacer otra cosa Lázaro Báez?

OPI Santa Cruz
Organización Periodística Independiente
Rí­o Gallegos, Santa Cruz, Argentina



16/05 – 11:50 - El empresario de la construcción, en estos momentos asediado por múltiples problemas que le llovieron después de las inesperadas declaraciones del valijero y el financista, mostró una reacción voluntariosa concurriendo por nota al Juzgado para “ponerse a disposición” y que lo investiguen. La reacción es tardía, si se advierte el tiempo que ha pasado desde que los acusaron públicamente y la fecha en que se radicaron las denuncias. Dicho esto, todo obedece a una estrategia que no se caracteriza por adelantarse a los hechos, sino más bien correr tras ellos. Lo que hizo Báez no tiene valor, es simbólico porque más tarde o más temprano debería concurrir a plantear su inocencia y a negar los cargos. De lo importante, nadie habla; ni la Fiscal.


Por: Rubén Lasagno


Veamos. Todos los caminos conducen a Lázaro Báez. En Río Gallegos está siendo denunciado en la Justicia por la señora Mariana Zuvic, a nivel nacional Elaskar y Fariña le colgaron una cucarda imposible de quitar, los “arrepentidos” que aparecen lo señalan como el cajero K en Santa Cruz y al ciudadano común, simplemente con panear la vista sobre sus bienes tangibles (negocios y propiedades) y más o menos visibles (sin contar lo que ignoramos) nos permite componer una sumatoria cuyo resultado final, cuando lo dividimos por el tiempo transcurrido (2003/2013) nos pone de cara a una sola verdad: o es mago, o hay mucho para investigar.

Si todas estas cosas son obvias, si las denuncias son concretas, si el silencio oficial (léase: gobierno) es impiadoso con él y si las pruebas son apabullantes ¿Qué otra cosa le queda por hacer a Lázaro Báez, que salir (al menos) a expresar una tibia ofensiva, más parecida a una disculpa, para ponerle un remedo a tanto desborde de acusaciones que lo muestran en soledad?.

Báez, tomó ánimo, se cargó de energía positiva y salió a copar la parada: se presentó espontáneamente ante el Juzgado Federal de Río Gallegos, donde la titular del ARI le radicó una denuncia (denuncia que por otra parte duerme entre tecnicismos legales y sospechas de siesta santiagueña, aunque estemos en el sur) y dijo, lo poco que puede decir alguien que si quisiera realmente hablar, tendría mucho para explicar.

El escrito de Báez señala “Como persona de bien que soy, vengo de la manera más enérgica a rechazar esas afirmaciones originarias, cuya falsedad, por cierto, ya han reconocido públicamente los propios Fariña y Elaskar y, a pesar de lo cual, la denunciante las ha utilizado”.

El empresario que tanto dinero tiene, debiera buscar un buen redactor que tenga mayor conocimiento de la hermenéutica y el valor de los simbolismos, dado que a mayor reducción de texto, la importancia que cobra cada palabra es inversamente proporcional al mensaje sintetizado y aumenta el doble su potencia conceptual. Por este motivo, escribir poco y conciso, implica un esfuerzo mayor (conceptualmente hablando) para explicar una idea y cada palabra cobra por si misma vida propia y aporta luz o sombras, de acuerdo si se ha logrado expresar bien o mal, esa idea, haciendo uso de tanto reduccionismo.

Lázaro da por hecho (aunque no lo menciona expresamente), que las segundas declaraciones de Elaskar y Fariña (las ofrecidas con Luis Ventura y Graña en América, en calidad de “arrepentidos”) “son las que valen” y a ello se refiere cuando haciendo una elipsis y recortando la realidad, dice “…ya han reconocido públicamente…”, sin embargo, Báez sabe que la pretendida “farandulización” de los hechos y los denunciantes, para dispersar las denuncias hechas en PPT, no dio resultado; de hecho la gente se quedó con las primeras declaraciones de Lanata y la Justicia se apoya en ellas, para seguir la pista del lavado de dinero.

Luego el texto expresa “Asimismo, dado que mi honestidad, mi conducta empresaria y mis afectos han sido puestos en duda, vengo a ponerme a disposición de esta jurisdicción y poder así brindar las explicaciones que fueran menester para aclarar de una vez y para siempre que no he intervenido en la realización de conducta alguna al margen de la ley”.
Este párrafo es una autodefensa del empresario, quien intenta salir lo menos magullado posible de tanta exposición mediática ante la falta de un frente común que lo apoye y lo despegue, especialmente desde el entorno del poder. Podría decirse que Báez formaliza una situación que antes o después se va a provocar. Se adelanta y da el paso inicial, yendo a la Fiscalía, pretendiendo mostrarse como alguien que no tiene nada que ocultar, precisamente antes que lo citen para preguntárselo.

Pero en realidad Báez no explica nada, como no lo hizo el día que leyó aquel monólogo en el Hotel Patagonia, como no lo hace hoy en un ensayo poco creativo de contraataque tardío en un diario de su propiedad, a las denuncias que viene recibiendo en su contra. Ataca pero no explica lo fundamental, no despeja las dudas, no se defiende por la negativa y esto, por supuesto, enciende aún más las sospechas de que las brutales declaraciones de Elaskar y Fariñas están más vigentes que nunca.

Definitivamente lo que hizo Lázaro es lo que haría cualquiera en una situación de exposición similar, pero lo que nos interesa a todos conocer y saber, aún lo mantiene oculto. (Agencia OPI Santa Cruz)

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