martes, 28 de mayo de 2013

La década robada

mayo 28, 2013
 
 

A los gobiernos hay que juzgarlos por sus políticas públicas. Éstas dependen de condicionantes internos (ingresos) y externos (economía mundial). Para un país como la Argentina cuyos ingresos esencialmente dependen de las exportaciones de commodities, los precios internacionales pasan a ser la piedra angular del sistema presupuestario.

Durante la denostada década de los noventa la soja no superaba los cien dólares por tonelada. Durante la década kirchnerista, el yuyito llegó a superar los 800 dólares. Por tanto, comparar con la crisis de 2001 lo que se hizo durante estos diez años, sin tener en cuenta el monumental nivel de ingresos, resulta un ejercicio falaz y perverso.

Entonces, al kirchnerismo debemos juzgarlo a partir de los ingresos recibidos en toda la década. Y luego sí, con datos reales, determinar qué destino le dio a esos recursos, para saber si implementó políticas progresistas o conservadoras.

El kirchnerismo tuvo mucha suerte. Su apogeo estuvo determinado por la modificación de los términos del intercambio para los países emergentes, los avances tecnológicos en la agricultura y la incorporación de China al mercado del comercio mundial. Así, la sojadependencia lo catapultó, aunque el relato oficial dijera lo contrario y esgrimiera un contenido industrialista más para la tribuna que para la economía real del país.

De 2003 a 2012, el superávit comercial acumulado de 128.451 millones de dólares fue conseguido fundamentalmente por el complejo oleaginoso, que en el mismo período liquidó exportaciones por 170.560 millones de dólares.

Una demostración contundente de que sin la soja y sus derivados, la década kirchnerista hubiera terminado con un déficit en la balanza comercial de 42.109 millones de dólares. Sin embargo, el relato oficial ha colocado en el bando enemigo al campo. Típica maniobra de ingratitud. Porque gracias al dinero aportado por los pequeños y medianos productores rurales, el kirchnerismo se constituyó en partido de Estado, generando una maquinaria clientelista que le sirve para ganar elecciones en zonas empobrecidas que con sus medidas conservadoras, seguirá manteniendo en la pobreza a millones de compatriotas por tiempo indefinido.

Los números son precisos y el relato se cae a pedazos. El kirchnerismo ha fracasado en todas las áreas de gobierno a pesar de disponer de una masa de dinero que ningún otro gobierno ha tenido en la historia. Debería darles vergüenza despilfarrar recursos en festejar un fracaso disimulado a fuerza de propaganda.

Luego de una década, el modelo de tan exitoso ha reventado. El gasto público se ha convertido en un agujero negro. Ya no les alcanzan los recursos y han implementado el proyecto “vamos por todo”. En realidad van por todas la cajas para montar una red de impunidad. Saben que han robado tanto que serán pocas las coartadas que los libren de la cárcel. Por tanto, en la desesperación atropellan la República.

Y es la República la que interpela a los kirchneristas. ¿Qué han hecho con la división de poderes? ¿Por qué violan derechos humanos fundamentales como las libertades de expresión y de prensa? ¿Dónde ha quedado la institucionalidad ante el pisoteo constante de la Ley Suprema? ¿Por qué destruyeron el federalismo y desde la Casa Rosada manejan a su antojo a las provincias con el látigo de la caja?

Bajando el cuadro de Videla sacaron patente de corso para colonizar el Estado.
Compraron a las organizaciones de derechos humanos y convirtieron a la AFIP en un grupo de tareas para amedrentar opositores.

Revisaron los setentas para hacer noventismo en Puerto Madero.

Ella quiso ser Evita y terminó siendo la jefa de la banda.

Han vulgarizado a la militancia sometiéndola a la obsecuencia y el verticalismo.
Quieren ser de izquierda con más plata que la derecha.

Lo venden a Él como a San Martín y ha sido una versión ampliada y corregida de Alí Babá.

Nos chorearon mal…

Tenemos que unirnos y derrotarlos en las urnas. Como corresponde en una democracia.

Que lo sepan los perversos y los incautos: el 25 de Mayo es el Día de la Patria, no de la cleptocracia.

Ya volveremos a las plazas. Sin despilfarrar el dinero de todos los argentinos en aparatos clientelistas.

Nos habrán robado una década, pero no nos van a robar el futuro.

NUNCA MÁS KIRCHNERISMO
La Solano Lima


Redacción de La Misère Porc:
Si mal no recordamos, la extracción del kirchnerismo es peroncha; o al menos por eso los votaron. Es bueno que otros peronchos sean los que nos saquen de encima a esta lacra de ladrones sinvergüenzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario