sábado, 19 de septiembre de 2015

Vacante inesperada: un juez, por la ruta del whisky





SÁBADO 19 DE SEPTIEMBRE DE 2015

La trastienda de la política


Mientras Tucumán atraviesa por una de sus peores crisis institucionales desde el regreso a la democracia, uno de los cinco miembros de la Corte Suprema provincial que debe resolver sobre los alcances del fallo que decretó la nulidad de las elecciones está de viaje por Escocia, por la turística y promocionada ruta del whisky.
Se trata de Antonio Estofán, designado en 2007 por el actual gobierno provincial. Si bien está a un océano de distancia, literalmente, Estofán tiene otros motivos para excusarse y no integrar el tribunal que definirá el futuro político de los tucumanos. Antes de asumir fue funcionario de José Alperovich y su hermano es el contador del holding de empresas de la familia del gobernador.
Habría una cuarta razón para eximirse: su compañero de viaje por las destilerías escocesas sería Arnaldo Ahumada, uno de los abogados que firmaron la demanda del opositor Acuerdo para el Bicentenario. Junto con ellos pasearía por tierras británicas Carlos Giovanniello, juez del fuero al que habría que echar mano para cubrir las vacantes. Si la travesía por el Reino Unido se extiende, tal vez se encuentren con Antonio Gandur, el presidente de la Corte y de la Junta Electoral, que tiene previsto viajar al Mundial de rugby.
Por los viajes de turismo y las amistades y enemistades manifiestas, sumado a los vínculos con el oficialismo y a las inhibiciones y licencias, a la Corte tucumana se le complicó la conformación del tribunal que deberá decidir sobre la suerte de la sentencia que invalidó las elecciones. De los cinco vocales de la Corte, sólo uno estaría hoy en condiciones de votar: René Goane, un viejo opositor.

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