CARTA DE LECTORES
05/01/13
“Una publicidad que nos trata de
idiotas”
Un nuevo corto publicitario pagado por la ANSeS, con el
dinero de los jubilados, ganado con el sacrificio de muchos años de trabajo,
para recibir un haber miserable que no satisface sus elementales necesidades de
vida, pretende mostrar a los empleados del organismo previsional como ángeles
custodios encargados de solucionar los problemas de pobreza e indigencia que
muestra el país.
El contenido de dicha publicidad hiere los sentimientos más hondos de cualquier persona en uso pleno de sus facultades mentales. Es un mensaje que trata de idiotas, no sólo a los que integran la clase pasiva sino a cualquiera a quien le llegue.
En primer lugar los empleados de la ANSeS cumplen una tarea por la cual reciben una paga mensual y es su obligación atender al público con el trato que merece toda persona que recurra a hacer un trámite y ello no los convierte en samaritanos de la clase pasiva y de los beneficiarios de las políticas que por orden superior implementa su director ejecutivo.
Son esas políticas las que están fuera de las incumbencias del organismo previsional, cuya finalidad es administrar y preservar la sustentabilidad del sistema, efectivizar el pago de los haberes pasivos y no hacer beneficencia nacional con fondos cuya finalidad esencial no es la que se les da en función de la legislación que la origina.
Por ello todo el gasto que realiza la ANSeS por “estar con cada argentino siempre”, como reza su mentirosa publicidad, es consecuencia de un acto ilícito, dado que con quienes menos está es con los jubilados, que con su aporte financian el sistema.
No guarda ninguna relación con los objetivos de esa administración el regalar computadoras ni asistir mediante la asignación universal a los hijos menores ni colocar fondos a tasas menores a la inflación real.
Si bien sus asistencias son actos vinculados con aspectos que hacen a la justicia social el Estado debería contemplar para esos rubros en su presupuesto partidas especiales, cuyo origen no tendría que ser la afectación de fondos de la ANSeS, sino recaudaciones dispuestas a tal fin.
Resulta incomprensible la pasividad demostrada por los organismos judiciales frente a tamaña estafa a la clase pasiva.
Víctor La Pietra
El contenido de dicha publicidad hiere los sentimientos más hondos de cualquier persona en uso pleno de sus facultades mentales. Es un mensaje que trata de idiotas, no sólo a los que integran la clase pasiva sino a cualquiera a quien le llegue.
En primer lugar los empleados de la ANSeS cumplen una tarea por la cual reciben una paga mensual y es su obligación atender al público con el trato que merece toda persona que recurra a hacer un trámite y ello no los convierte en samaritanos de la clase pasiva y de los beneficiarios de las políticas que por orden superior implementa su director ejecutivo.
Son esas políticas las que están fuera de las incumbencias del organismo previsional, cuya finalidad es administrar y preservar la sustentabilidad del sistema, efectivizar el pago de los haberes pasivos y no hacer beneficencia nacional con fondos cuya finalidad esencial no es la que se les da en función de la legislación que la origina.
Por ello todo el gasto que realiza la ANSeS por “estar con cada argentino siempre”, como reza su mentirosa publicidad, es consecuencia de un acto ilícito, dado que con quienes menos está es con los jubilados, que con su aporte financian el sistema.
No guarda ninguna relación con los objetivos de esa administración el regalar computadoras ni asistir mediante la asignación universal a los hijos menores ni colocar fondos a tasas menores a la inflación real.
Si bien sus asistencias son actos vinculados con aspectos que hacen a la justicia social el Estado debería contemplar para esos rubros en su presupuesto partidas especiales, cuyo origen no tendría que ser la afectación de fondos de la ANSeS, sino recaudaciones dispuestas a tal fin.
Resulta incomprensible la pasividad demostrada por los organismos judiciales frente a tamaña estafa a la clase pasiva.
Víctor La Pietra
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