miércoles, 25 de noviembre de 2015

Milagros Salas va al Parlasur, un cargo acorde a los de su calaña

OPI SANTA CRUZ




24/11 – 14:35 


Por Rubén Lasagno
La delincuente común Milagro Salas, una kirchnerista de trinchera, populista y básicamente un cuadro de choque, sin prejuicios por ser catalogada como lo que es, además de manipuladora, extorsionadora y mafiosa, producto de un gobierno con las características propias de esta especie en extinción bajo el nuevo cambio de gobierno, se va al Parlamento del Mercosur. Para salvarse, esta mujer cuasi analfabeta, pero enriquecida por el kirchnerismo, deja su banca de diputados y se refugia en el monumentos la ñoqui: el Parlasur, donde cobrará sin trabajar hasta el 2020. 
El Parlasur, esa joya ilícita que le muestran a los ávidos de tener algún poder, de figurar, pero que no sirve para nada y menos aún para el país, fue elegido por Milagros Salas, para refugiarse en una época donde no podrá tener tanta exposición, habida cuenta que el esquema político nacional y de su provincia ha cambiado y corre riesgo su libertad. Sus amigos y favorecedores ya no tendrán poder y el kirchnerismo sin poder, no habla, no gobierna, no negocia y no puede brindar impunidad.
Esta mujer, cuasi analfabeta, a quien personalmente tuve la oportunidad de conocer en un viaje a Bolivia, precisamente cuando Evo Morales asumía su segundo mandato en una magistral ceremonia indígena que se realizó en las ruinas de Thiaguanaco, detentaba en ese momento, todo el poder de movilización de quien tiene en sus manos el poder concedido desde el gobierno nacional y que dan los fondos a discreción. En aquella oportunidad, recuerdo haber visto la gran movilización que desplegaba con decenas de colectivos y cientos de militantes que con banderas y bombos, eran verdaderos fanatizados, a los cuales se les debía temer como a “la 12” de Boca, a cuyo paso todos se abrían y le dejaban el terreno libre rumbo a un palco colorido y un campo con no menos de 150 mil almas provenientes de todos los rincones del país del altiplano y del norte argentino.
Allí pude ver el rostro de esta mujer violenta y de mal hablar y mi reflexión fue que, si un presidente (Néstor Kirchner) o una presidenta (Cristina Fernández) la mantenían desbocada y sin ningún tipo de control, era porque con su accionar se transformaba en funcional a los propósitos populistas y de evidente coerción y ataque a los opositores, que emanaban desde el gobierno central. Por lo tanto, por propiedad transitiva, el gobierno nacional nuestro, era eso que se mostraba en Salas, un pequeño reducto de inmoralidad y atropello, como el que se producía desde el poder central.
Esta mujer, también perdió el poder y la protección, con la salida intempestiva del FPV del gobierno nacional y el triunfo de Gerardo Morales como gobernador, a quien persiguió, difamó y amenazó cuando pudo.
Y Milagros Salas, encontró el lugar acorde a su condición moral, a su nivel cultural y a su complexión al trabajo: el Parlasur, un invento para que los “parlañoquis” puedan cobrar como Salas, un sueldito de alrededor de 100 mil pesos más viáticos, todo en dólares, que meterá al bolsillo para no hacer nada hasta el año 2020. La inmoralidad de pertenecer a esta casta de actores-ñoquis, es propio y concordante con su personalidad; nadie con intenciones de ser un cambio en la política argentina y que tenga criterio y sano juicio a la hora de construir política desde la coherencia y diferenciarse de lo que existe hoy, puede aceptar ser parte de un espacio de ficción, nacido para figurar y de paso, cobrar jugosos dividendos en dólares, que paga todo el país a 34 “legisladores” que comenzarán “a trabajar” dentro de 5 años.
Para dar tal paso de importancia, Milagros Salas renunció a su banca de diputada provincial, tal como lo informó Infobae y se sumó al “ñoquismo”, al que ya pertenecía, de todos modos, por haber sido en estos años en Jujuy un parásito que aspiró fondos públicos de Nación, que no utilizaba para ayudar y construir, sino para delinquir, apretar, sobornar y enriquecerse, dominando a las clases menos pudientes a las que sometió sistemáticamente.
De esta manera, Salas cobrará un salario (inmerecido) pero abundante, más otros gastos que llevará a su bolsillo entre 150 a 200 mil pesos por mes (entre sueldos, viáticos y gastos de represetnación (¿?) y sin ponerse una careta, viajará cada 45 días a Uruguay, para “sesionar” en el Parlamento del Mercosur que fue creado en el 2006, se reunieron solo tres veces y cobran como si trabajaran.
Este “Parlasur”, tiene 188 miembros que roban los dineros públicos de sus países, en general, Estados subdesarrollados como los sudamericanos, que tienen enormes carencias sociales y hasta hambre en sus pueblos y se dan el lujo de inventar esta afrenta a la moralidad política para beneficiar a un grupo de politiqueros con la catadura moral de Milagros Salas.
Podemos readaptar el dicho popular y decir, sin temor a equivocarnos: “Dios los cría y el Parlasur los amontona”
(Agencia OPI Santa Cruz)

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