06/10/2013| 19:13
Dicen que las mejores ficciones se inspiran en la vida real. Al menos con el traumatismo de cráneo que sufre la Presidente de la Argentina, la regla se cumplió. Ella que repitió hasta el cansancio que querían voltearla de un golpe, lo logró. Se lo dio ella misma, así parece, al caerse al piso. La dejó fuera de juego en la recta final de una derrota segura. Nunca se podrá encontrar mejor asociación entre su dichos y los hechos. El país entra en tensa calma, Amado Boudou, un hombre sospechado de denso historial cercano a hechos de corrupción, se pone la banda presidencial. Todo luce acorde.
por JORGE HÉCTOR SANTOS
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Cristina
Fernández de Kirchner, de tanto hablar del golpe desestabilizador que,
según su reiteradas palabras, se estaba preparando contra ella,
finalmente, lo tuvo.
Ella misma se lo dio, cayéndose al piso y golpéandose la
cabeza tras las PASO, aquellas elecciones que realmente le tumbraron su
ego y le arrancaron su ira, siempre a flor de piel.
Como el marketing de luto, tras la muerte de su esposo, le dio a la jefa de
Estado excelente resutado con el llamado voto lástima.
Tal como Cristina Fernández, viuda de Kirchner, y su elenco adulador de
ministros, secretarios y todo aquél que la rodea, aconstumbran a mentir con
descaro.
No resulta extraño que mucha gente, en las redes sociales y fuera
de ellas, no llegue a dudar que sea verdad lo del golpe recibido por la primera
magistrada.
Es que en las elecciones legislativas de octubre, el Ejecutivo
nacional va camino a recibir justamente un duro golpe en las
urnas.
¿Cristina habrá adelantado ese duro golpe, buscando remontar la cuesta
abajo por un supuesto Voto Piedad?, se preguntan unos.
Otros, no pocos, incluso integrantes del clan cristinista, han dejado de
conciliar el sueño -ya tenían dificultades para ello, desde agosto-, cuando se
enteraron que Amado Boudou se hará cargo del Ejecutivo.
Y un 3er. grupo cree que el golpe que sufrió Cristina Fernández es cierto.
No llegan a dudar que una puesta en escena, con fines tan espurios,
cuente con la complicidad de médicos de la Fundación Favaloro.
Lo cierto, es que de aquí en más, al menos por un mes y tal vez por
más tiempo, se hablará de la salud de Cristina Krichner y de su
evolucion.
La pregunta que irremediablemente surge es: ¿Quién de la oposición se animará a atacar a una
enferma que yace en reposo absoluto y hasta debe delegar su adorado poder, en
plena campaña electoral?
No resultaría estrategicamente bien considerado.
Martín Insaurralde y Daniel Scioli quedaron solos, o
acompañados por Amado Boudou (vaya compañía... ), para desafiar al ascendente
Sergio Massa.
Cristina, quien ya daba muestras de no querer quedar pegada al
derrotado, ni a la derrota; ahora ya tiene su certificado médico que la
exime del resultado de las urnas, al menos en forma tan
categórica.
Ríos de tinta, horas de televisión y de radio se consumirán para hablar de
la salud de la Presidente; justo cuando se acercan las elecciones de
octubre.
Cristina se llamará a silencio durante un mes.
O quizás desde su lecho pueda hacer llegar algún mensaje a todos... y
todas.

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