sábado, 5 de septiembre de 2015

Una relación comercial con múltiples ramificaciones




Domingo 06 de septiembre de 2015 | Publicado en 
edición impresa




Por  |  Para LA NACION



"Si soy amiga de él, necesita mejores amigas", ironizó la Presidenta una de las pocas veces que aludió a Lázaro Báez en público, aunque sin nombrarlo, mientras lo comparaba con otros contratistas de obra pública que, según el Ministerio de Planificación Federal, recibieron más fondos del Estado nacional.
Otros empresarios reciben, en efecto, más dinero de las arcas públicas nacionales que Báez. Pero ninguno acumula tantos lazos con la familia presidencial como él. Tantos, que el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, al intentar desmentir que fueran "socios", admitió que mantienen múltiples "vínculos comerciales" entre sí.
Parte de esos vínculos aparecieron en cajones del escritorio de Máximo Kirchner en su inmobiliaria de Río Gallegos, Negocios Inmobiliarios SA, en el allanamiento que el juez Claudio Bonadio ordenó a mediados de julio. Días después lo apartó la Sala I de la Cámara Federal porteña -la más cercana al Gobierno-.
¿Qué encontraron los colaboradores de Bonadio? Facturas, cheques, poderes y contratos de alquiler cruzados entre Báez y Néstor Kirchner, una relación comercial que siguió con Máximo, según surge del acta del allanamiento, cuya copia reveló LA NACION a mediados de agosto.
Pero la relación es más profunda. Al mismo tiempo que Báez pagaba por miles de habitaciones y salones en los hoteles de la familia Kirchner, se convertía en condómino con la Presidenta en un terreno de El Calafate, prestaba millones de Austral Construcciones al ex presidente -sin cobrarle intereses-, y compraba la casa familiar en Río Gallegos.
Mientras Báez colaboraba con los ingresos familiares de los Kirchner, el Gobierno le otorgó más de $ 8800 millones en contratos de obra pública, en particular a través de Austral Construcciones, creada días antes del ingreso de los patagónicos en la Casa Rosada, en mayo de 2003, y que terminó de registrarse ante la AFIP semanas después. De inmediato, comenzó a ganar licitaciones y acumular fortunas. Báez ganó desde pavimentación de calles hasta construcción de hospitales, cloacas y escuelas. Pero su fuerte son las obras viales: cuadras, avenidas, rotondas, circunvalaciones, empalmes y rutas. Casi 60 obras a un valor promedio de $ 146 millones por contrato.
Las fortunas que movieron sus empresas no le evitaron problemas con la AFIP, ARBA, y la Justicia. Tanto en la Argentina, como en Uruguay, Suiza y Liechtenstein, por presunto lavado y supuesta evasión, en particular, con facturas truchas.
Por la operatoria hotelera que une a los Kirchner con Báez, la AFIP determinó entonces ajustes en el impuesto a las Ganancias por más de $190.000 entre 2010 y 2011, y le impugnó créditos fiscales al contratista de obra pública por $570.000 durante ese período, que optó por pagar.
Sin opción de avanzar por la vía tributaria porque ninguna empresa superaba el umbral legal de evasión fijado en $ 400.000, el juez en lo Penal Económico Javier López Biscayart cerró el expediente. Pero el 27 de mayo pasado derivó las copias al fuero federal, donde se giró al juez Sergio Torres y al fiscal Carlos Rívolo, que evalúan la operatoria cuestionada: el ingreso de $ 254 millones (US$ 56,3 millones al tipo de cambio entonces vigente) en las cuentas de Austral Construcciones provenientes de dos sociedades que en Curazao figuran disueltas desde 1989.
En el caso de la operatoria hotelera, los investigadores tuvieron dificultades. Los libros de Hotesur no estaban en su sede legal. Tampoco en el hotel Alto Calafate. Ni en las oficinas del contador. Los entregó Romina Mercado, sobrina de Cristina.
Los colaboradores de Bonadio tampoco encontraron archivos de Alto Calafate y Las Dunas mientras los administró Báez, quien los gerenció por medio de Valle Mitre SA entre 2009 y 2013. Todo ese material sensible no estaba en los hoteles, donde sólo guardan desde 2013 en adelante. Es decir, desde que pasó a gerenciarlos Osvaldo "Bochi" Sanfelice, socio y empleado de Cristóbal López.

SE FILTRARON DATOS EN LA WEB


  • Un sitio llamado TangoLeaks difundió una serie de documentos que vinculan a la familia Kirchner con Lázaro Báez, Osvaldo Sanfelice y Cristobal López, publicó la revista Noticias. En la página de Internet se publica, por ejemplo, un cheque del banco Finansur, mediante el cual Austral Construcciones le realiza un pago de $ 1.128.500 al fallecido ex presidente Néstor Kirchner. También figuran facturas del hotel Alto Calafate, entre otros documentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario