jueves, 5 de marzo de 2015

MALDITOS








05 de marzo del año 2015 -1311

Malditos, eso es lo que son estos tiranos que usurpan el gobierno. Por eso el título que puse a este artículo en el que reproduzco el conmovedor relato de Horacio Palma sobre el caso de un hombre destrozado por la "política de derechos humanos del kirchnerismo". Este es un caso, pero hay cientos o miles de otros muy semejantes que tienen como víctimas a los militares, policías y civiles que están secuestrados desde hace doce años por este régimen maldito, de los cuales 284 ya han sido deliberadamente muertos por malos tratos, tristeza, vejez y enfermedades mal atendidas. El objetivo de estos perversos es que todos los demás mueran de la misma manera como consecuencia de una atroz conjura entre jueces inicuos, políticos degenerados y carceleros sin piedad.   

Se me oprime el corazón pensando en los sufrimientos y la injusticia flagrante que padecen esos hombres y lo que es peor, sin esperanzas en esta vida, porque sus verdugos no dejarán de actuar como tales mientras tengan el poder de hacerlo. Y lo tendrán por muchos años, inclusive después de las elecciones de este año, porque aunque no lo quieran ver los indiferentes, esta tiranía no es de la mujer que usurpa la presidencia y de sus cómplices visibles, sino la de una secta comunista que ejerce el poder desde las sombras y que es la que hará elegir al próximo usurpador de la Presidencia. 

Sin embargo, esta vida no es la vida y si lo piden a Dios por la intercesión de la Santísima Virgen, a esos hombres sufridores les espera después de esta tortura, la felicidad perpetua del Paraíso, así como a sus homicidas impenitentes les espera el fuego del infierno. 

¿Cómo pueden hablar de "amor" por los pobres los Obispos (inclusive el de Roma) cuando viven en una total indiferencia respecto de estos desdichados que son tan pobres que ni siquiera llegan a tener lo que cualquier pobre tiene, que es libertad y hasta familia? Hace doce años que los Prelados rechazan toda súplica para que actúen a fin de obtener la liberación de quienes están secuestrados por obra del prevaricato de jueces indignos. 

Y además, mienten, porque según me contaron los "Abogados por la Justicia y la Concordia", hace más de un año estuvieron en Roma para pedir al Papa esa acción caritativa y él les dijo: "Nos estamos ocupando". Lo mismo les dijeron los Obispos que entrevistaron en estos años y el Nuncio hace pocos días. La verdad, es que mienten, porque no han hecho nada ni hacen nada que merezca ser considerado como una acción proporcionada a su enorme poder. Si lo hubieran hecho, los malditos no podrían seguir con su mortífera política.   

¿Cómo pueden gozar de la vida los millones de argentinos que saben o deberían saber que este horror ocurre en el mismo país en el que ellos gozan? La indiferencia de esos miserables es digna del más categórico repudio. 

¡Exsurge Domine! ¡Levántate Señor, Dios de los Ejércitos y acaba con estos malditos y apiádate de estos hombres desahuciados! 

Cosme Beccar Varela 

* * * 

Miércoles, 4 de marzo de 2015 

La política de derechos humanos en épocas del Kirchnerismo - Por Horacio Palma

Sus huesos van… sus penas vienen. 

Así todo el día, mil veces por el mismo triste pasillo. 

Sus huesos pasaron los ochenta, sus penas los diez años. Pero en el agujero donde lo han encerrado… eso ahora importa poco. 

Omar grita sin cansarse de gritar…está encerrado entre cuatro paredes hace más de diez años. Sus carceleros le acercan la comida, pero don Aguilera dice no con la cabeza, y con la voz explica que  no comerá hoy aquí, que luego comerá en su casa, que repartan la comida entre los que no podrán ir a comer a su casa. No sabe que su casa ya no está… tampoco sabe que sus huesos ni sus penas cruzarán ya las rejas río arriba. 

Don Aguilera grita sin cansarse de gritar, sus compañeros de encierro no pueden dormir… Aguilera grita y otro viejo encarcelado junto a él, cansado, le tira con el bastón. Aguilera grita y no para de gritar, y entre grito y grito dice que está esperando a su esposa, que ella vendrá hoy en auto, cargará sus cosas, le dará un beso y lo llevará de vuelta a casa a comer. 

No recuerda Aguilera nada de aquél fatídico día del padre… ni recuerda el vuelco de su esposa después de aquella última tarde en que se abrazaron, se despidieron con un beso y un "hasta siempre viejo", al cruzar las rejas. El auto desandando la ruta desde el Penal hacia las penas, el auto que no responde camino a casa, y el vuelco, y el "hasta siempre" convertido en "hasta nunca"… Don Aguilera no sabe, por eso espera a su esposa muerta para que lo pase a buscar y lo lleve de vuelta a su casa. 

Don Aguilera y su mente aturdida esperan la muerte en un Penal de La Pampa. 

Grita y no para de gritar… sus carceleros se han acostumbrado a la injusticia de tener encerrado a un anciano demente, sus jueces se han acostumbrado a violar los derechos humanos en aras de una venganza… y nosotros, nos hemos acostumbrado a no poner el grito en el cielo… sino hasta cuando ya es demasiado tarde. 

Omar Aguilera tiene 82 años y es Policía, pero no lo recuerda 

Está preso hace 11 años en un penal de La Pampa por haber combatido al terrorismo en los años 70 

Lo condenaron a 20 años de prisión, pero no lo sabe 

Su esposa falleció, volcó con el auto al volver de una visita al penal el “día del padre”… 

Así viola el kirchnerismo los derechos humanos en Argentina 

Horacio Palma


La presente nota del Dr. Cosme Beccar Varela, es publicada en La Misère Porc, por gentileza de su autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario