Fein quiere ocultar el asesinato de Nisman pero su autopsia hace agua

marzo 13, 2015

Por Guillermo Cherashny

El matutino La Nación reveló el punto 12 de la querella de la jueza Sandra Arroyo Salgado, entregado hace una semana y que dormía en los cajones de la fiscal Viviana Fein, quien puso en autos a la procuradora general Alejandra Gils Carbó y a Sergio Berni. Éstos le habrían ordenado que se hiciera la distraída con la prueba de luminol que hicieron el perito Osvaldo Raffo y el criminólogo, comisario general y abogado Daniel Salcedo. Esto motivó que la jueza de San Isidro filtrara el contenido del punto 12, lo que obligó a Fein, quien había negado dicho punto, a desdecirse y recibir a Raffo y Salcedo. Pero todavía no se integró la junta médica que dictaminará definitivamente sobre el asesinato.

En realidad, el gobierno trataría de ir despacio para evitar que la causa recaiga en un juzgado federal. Hasta ahora, era muerte dudosa violenta de un fiscal y había argumentos para mantenerla en la justicia ordinaria. Pero ya con el asesinato de un fiscal federal debe tratarse obligatoriamente en ese fuero, lo que sería un rotundo fracaso para Fein, quien vería peligrar su ansiada jubilación.

Una descalificación que avanza

Pero lo más grave es que cuando un fiscal que denuncia por el encubrimiento de un atentado terrorista a la presidente muere en forma violenta antes de presentarse ante el Congreso, el sentido común dice que fue un magnicidio. Pero en las primeras horas de la investigación, Sergio Berni y Fein decretaron el suicidio y afirmaron rotundamente que no había participado un tercero en la escena del crimen. La descripción detallada del punto 12, que dimos como primicia en una nota de Alesia Miguens, hoy ya es conocida por la opinión pública y sólo queda por dilucidar cómo entraron los asesinos al departamento de Nisman.

 Según cuentan el policía Benítez y Diego Lagomarsino, a ambos el fiscal les pidió prestada un arma para defenderse y surge el interrogante sobre si Nisman le hizo el mismo pedido a otra persona que desconocemos. A ésta, el fiscal le habría abierto la puerta y el desconocido, con otro cómplice, lo asesinó o bien aprovecharon los sicarios cuando Lagomarsino entró para realizar la ejecución. Pero esta parte seguramente Raffo y Salcedo la pueden investigar. 

Mientras tanto, los hechos van demostrando que la dependencia de Fein de la procuradora general Alejandra Gils Carbó hace imprescindible que la causa pase a la justicia federal.

Guillermo Cherashny