marzo 17, 2015
16/03 – 20:30 – Como lo dijera el propio Néstor Kirchner (hablando del menemismo) ·es tanta la corrupción que donde pasás la uña, sale pus”. Algo así pasa con la familia presidencial y los empresarios amigos del poder. Las “sospechas” de la explosión de riqueza que tuvo Cristóbal López, tenía una sola explicación, que ahora comienza a salir a la superficie. Empiezan a explicarse las licencias por 25 años de casinos, monopolio del juego en el país y aparece como otro socio de la corrupción estatal, de la misma manera que lo es Lázaro Báez.
Los diarios La Nación y Clarín, volvieron a desnudar otro nicho de corrupción, esta vez integrado por los mismos actores que hemos conocido durante mucho tiempo, que conforman sociedades que comparten en común intereses y negocios, pero al que se le suma Cristóbal López, alguien a quien, sin pruebas pero con evidencias que saltaban a la vista, ya se lo venía catalogando como “socio” del poder y si bien era un empresario antes de la década ganada (no como Lázaro que de empleado bancario pasó a comprarse 25 estancias entre otras cosas), estaba más que claro que la asociación con la familia Kirchner, le facilitó el monopolio del juego y una infinidad de negocios con eje en los dineros públicos, la corrupción y el desapego a las normas.
Ayer la Nación describió cómo, al igual que Lázaro Báez, López le alquila a los Kirchner y a través de un entramado de empresas que poseen ambos, con número de facturas que demuestra que fueron creadas con un fin específico, bienes y servicios para blanquear fondos, que la justicia y la AFIP, deberá investigar.
El periodista Nicolás Wiñaski, de Clarín, va un poco más allá y ata la forma de operar de los negocios de Cristina y Máximo con los de Cristóbal López, que demuestra varias cosas, entre ellas que la corrupción gubernamental no solo es un hecho objetivo sino de una impunidad obscena en nuestro país y que en la década ganada, basta mirar al entorno del poder para entender quiénes ganaron, realmente, en casi 12 años de gobierno kirchnerista.
Wiñaski señala “La Justicia ya investigaba si los lazos financieros del “Alto Calafate” con “El Retorno” forman parte de un sistema utilizado para vehiculizar dinero de la corrupción. Ahora se suman nuevas evidencias de la simbiosis comercial entre esas empresas.
En enero, Clarín reveló que los huéspedes que pagaban sus habitaciones en “El Retorno” con tarjeta de crédito recibían después documentación bancaria que les indicaba que su plata se transfería en realidad a una cuenta del “Alto Calafate”.
Según fuentes judiciales, el juez del caso Hotesur, Claudio Bonadio, avanza en una pesquisa sobre esas contabilidades cruzadas.
Ayer, el diario La Nación difundió que Cristóbal le pagó al menos $ 2,8 millones a los Kirchner por el alquiler de inmuebles que la familia presidencial tiene en Puerto Madero . En el mercado turístico también unieron sus intereses comerciales. Los hoteles de la Presidenta y el del empresario López, por ejemplos, están gerenciados por la misma firma, llamada Idea S.A. Fue esa compañía la que difundió la “promo combinada” para generar ganancias conjuntas para compañías de un concesionario del Estado y negocios privados de la familia presidencial.
La oferta incluía también a otro hotel de los Kirchner, “La Aldea”, de El Chaltén.
La publicidad de este grupo hotelero del poder detalla que “la bonificación” es “aplicable desde el 1/2/2014 al 31/03/2015”. Por un tiempo fue un beneficio que podía utilizarse, pero hoy es de cumplimiento imposible. Ocurre que el hotel “El Retorno”, de López, está ahora cerrado por reformas.
Los vínculos entre los negocios de la Presidenta y de Cristóbal están entrelazados por distintas variables que no son producto del azar, el rubro en el que el empresario generó su fortuna gracias a la explotación de casinos y bingos.
El titular de Idea S.A, la gerenciadora de su hotel y el del “Alto Calafate”, de Cristina, es Osvaldo Sanfelice. Este ex funcionario en Santa Cruz es también socio de Máximo Kirchner en una inmobiliaria, y al mismo tiempo se desempeña como empleado de López en una firma que se llama Alcalis de la Patagonia (ver página 4).
La firma Idea S.A registró su domicilio en la calle Néstor Carlos Kirchner 496, en Río Gallegos, Santa Cruz. Es el lugar donde funciona la inmobiliaria de Máximo Kirchner, y también la dirección fiscal inscripta por el “Alto Calafate”.
Cristóbal explicó en su momento que compró el “El Retorno” a través de una de sus sociedades más importantes, llamada M&S. En esa compañía trabaja Romina Mercado, sobrina de la Presidenta, hija de la ministra Alicia Kirchner.
Mercado, a su vez, es la presidenta de Hotesur, la firma con la que los Kirchner controlan el “Alto Calafate”.
Los negocios del empresario López crecieron y se ramificaron hacia diversos rubros gracias a resoluciones de las gestiones estatales de los Kirchner en Santa Cruz, y sobre todo en la Presidencia de la Nación.
El flujo de fondos entre la familia presidencial y Cristóbal ahora también circula entre ellos por cuestiones del ámbito privado.
La Nación publicó “La evidencia los negocios hoteleros cruzados y el pago de alquileres millonarios a la Presidenta y a sus hijos por parte del empresario Cristóbal López son las últimas novedades en cuanto a los lazos comerciales que vinculan a Cristina Fernández de Kirchner con el “zar del juego”. Estos nuevos vínculos que se conocen forman parte de una larga lista de conexiones, con personajes en común, y un crecimiento exponencial de las fortunas de ambos.
Según una investigación publicada ayer por La Nación, el empresario pagó a través de dos de sus empresas $ 2,8 millones a los Kirchner en los últimos ocho meses por el alquiler de un departamento, una oficina y cinco cocheras en el complejo de lujo Madero Center, en el barrio de Puerto Madero.
Para facturar los ingresos la familia presidencial utilizó a la sociedad Los Sauces S.A., donde Néstor Kirchner controlaba 45% de las acciones; Cristina otro 45%; y Máximo el 10% restante.
Según consta en la factura “A” de Los Sauces número 09 del 1° de junio de 2014, Cristóbal López pagó US$ 27.500 a través de su empresa inversora M&S S.A. (que integra el Grupo Indalo) por la oficina en dúplex ubicada en el 8° “D” y cinco cocheras. Una vez aplicado el IVA y ajustado el tipo de cambio, la suma se elevó en enero a $ 285.166,75, según la factura 040 de Los Sauces. Así, entre junio de 2014 y enero de este año, se embolsaron $ 2,2 millones.
A esto debe sumarse otro alquiler, de US$ 7.500, por el dúplex 4° “L”. Esta vez se le cobró a otra empresa de López: Alcalis de la Patagonia. En este caso se registró un pago de $ 77.772,75 en la factura 0041 de enero de 2015, con lo que los ingresos para los Kirchner ascendieron a $ 600.000 en 8 meses. Los voceros del Grupo Indalo, que controlan López y Fabián de Sousa, confirmaron los alquileres.
El “zar del juego” ha tenido un notable crecimiento empresarial y patrimonial desde la llegada de los Kirchner al poder. Sus empresas se multiplicaron en la última década, ya que pasó de tener ocho compañías a constituir más de 50 nuevas sociedades, que abarcan ramas de todo tipo: agropecuaria, turística, constructora, medios y consultoras, petroleras y mineras, inversoras y juego, entre otras.
Los vínculos comerciales entre Cristóbal López y los Kirchner ya habían sido expuestos en el caso de la hostería “El Retorno”, en Bariloche, que fue adquirida por el “zar” a través M&S S.A. para ser convertida en un hotel 5 estrellas. La administradora de la hostería es IDEA S.A., que también gestiona el hotel de la familia Kirchner “Alto Calafate”. Además, Osvaldo “Bochi” Sanfelice, el socio inmobiliario de Máximo, es uno de los dueños de IDEA. Por otro lado, la sobrina de la presidenta, Romina Mercado, es empleada en M&S de Cristóbal López y acaba de ser nombrada presidenta de Hotesur, la empresa hotelera de Cristina Kirchner y sus hijos, investigada por la Justicia”.
Hoy las facturas
En la edición de hoy de La Nación, aparecen las facturas que emitieron y además estos negocios son posteriores a la muerte de Néstor, con lo cual, de existir verdaderas irregularidades, la familia Kirchner queda expuesta a ser investigada por estas irregularidades, fraude impositivo y sospechas de lavado de dinero. En el diario de Mitre se expresa “Como ocurrió con el magnate de la construcción Lázaro Báez en la administración de los hoteles de la familia presidencial en El Calafate, el ex presidente Néstor Kirchner también facturó después de muerto al “zar del juego” Cristóbal López, según surge de las facturas y documentos contables que obtuvo y verificó La Nación.
Eso es posible durante un período determinado del proceso sucesorio, incluso después de la declaratoria judicial de herederos, pero antes de que se decrete y se inscriba la partición de los bienes del fallecido.
Así, aunque Kirchner falleció en octubre de 2010 y la declaratoria de herederos se dispuso casi un año después, los ingresos por el alquiler del tradicional departamento porteño de los Kirchner, en la esquina de las calles Uruguay y Juncal de la ciudad de Buenos Aires, se facturaron hasta al menos fines de 2014 a nombre de la sucesión del ex presidente.
“Legalmente, la sucesión no es una persona jurídica, pero la AFIP la considera un sujeto tributario, incluso con CUIT, que por tanto puede recibir ingresos y pagar impuestos por esos ingresos”, explicó un juez civil que cotejó las facturas que obtuvo La Nación. “Más allá de cuándo se decrete la declaratoria de herederos, esa posibilidad termina cuando se disponen la partición de bienes y su inscripción”, abundó el magistrado.
Eso explica, por ejemplo, los cheques que la gerenciadora Valle Mitre SA emitió a nombre de Kirchner tras la muerte del ex presidente por el alquiler de la hostería Las Dunas, en El Calafate, hasta mediados de 2011, según reveló La Nación en diciembre de 2013.
Tres años después que Lázaro Báez, un estrecho colaborador de Cristóbal López repitió la misma práctica con el departamento en el barrio de Recoleta que la familia Kirchner facturó por medio de la sucesión inconclusa del ex presidente.
(Agencia OPI Santa Cruz)


No hay comentarios:
Publicar un comentario