viernes, 20 de marzo de 2015

Ballesteros y Freiler, presionados para quedar bien con Dios y con el diablo





marzo 20, 2015



Por Guillermo Cherashny

Ayer escribimos que los vocales de la Sala I de la Cámara de apelaciones Jorge Ballesteros y Eduardo Freiler podrían votar a favor de abrir la investigación de la denuncia de Nisman-Pollicita-Moldes. Esto ocurriría después de que sobresean definitivamente a Mauricio Macri en la causa de las escuchas ilegales. Pero la última información es que, ante las crecientes presiones del cristinismo, los camaristas habrían recibido un ultimátum para que acepten quedar bien con Dios y con el diablo.

 Es decir, que zafe Macri y también la presidente, coincidiendo con el escenario político que marca una polarización entre el Frente para la Victoria y el PRO, dejándolo fuera de foco a Sergio Massa. El gobierno estaba molesto con el jefe de gobierno por el apoyo que le dio la Convención Nacional de la UCR, porque el cristinismo pensaría que Ernesto Sanz quiere en serio una CONADEP de la corrupción. Pero rápidamente el lunes mismo Mauricio Macri aclaró los tantos al decir que el que gana gobierna y el que pierde apoya. O sea que -según esta interpretación- los radicales no tendrán arte ni parte en un futuro gobierno macrista.

Lo que recibirían por parte del PRO los principales dirigentes radicales es quedarse con unas cuantas gobernaciones y a la junta coordinadora radical le darían algunos negocios. Con esto en la mesa chica del PRO piensan que aquellos quedarían conformes. No pasaría por las cabezas de Jaime Durán Barba y de Marcos Peña permitir que lleguen a diputados nacionales o ministros Federico Storani, Marcelo Stubrin, Facundo Suárez Lastra y otros dirigentes de ese sector. Esto tranquilizaría al cristinismo, que quiere a Macri presidente pero sin que la UCR y Elisa Carrió influyan sobre su gobierno. Lo mismo vale para el establishment económico, que sabe que los radicales y Carrió proponen medidas estatistas en el manejo de la economía.

Analizamos estas cuestiones políticas porque serán la causa principal del rechazo a la denuncia del asesinado fiscal Nisman por parte de los camaristas Freiler y Ballesteros, quienes luego de este repudiable fallo se salvarían del rechazo de la opinión pública sobreseyendo a Macri, al cual procesaron hace varios años como jefe de una organización criminal destinada a escuchar las conversaciones de familiares de la AMIA y dirigentes políticos.

Con fondo de campaña


En realidad, esa causa fue armada por la SIDE con Sergio Burstein, muy vinculado al cristinismo aún hoy, porque es recibido con asiduidad por la presidente. Lo cierto es que Macri está procesado injustamente desde hace años y un sobreseimiento sería una derivación natural de esa causa armada que le serviría como espaldarazo, uno más, para su carrera presidencial. La denuncia de Nisman, si es desestimada nuevamente, sería apelada por el fiscal de cámara Germán Moldes por sentencia arbitraria. El expediente terminaría primero en la Cámara de Casación y tal vez finalmente en la Corte Suprema.

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