domingo, 7 de abril de 2013

Las verdades campechanas de Mujica coinciden con el enfoque de Itamaraty







By Guillermo Cherashny



El país se sorprendió ayer por las declaraciones del presidente de Uruguay, José Mujica, quien expresó en términos chabacanos las malas relaciones comerciales entre los dos gobiernos por -entre otras cosas- las medidas de restricción de importaciones que impuso Guillermo Moreno con el aval de la presidente. Las mismas impiden a pequeñas y medianas empresas orientales seguir con sus exportaciones a la Argentina por valor de sólo 25 millones de dólares y el temor en Uruguay es que se pierdan 5.000 puestos de trabajo.

También está de por medio un tema más importante como es el dragado del Río de la Plata, postergado por la Argentina por razones que van desde la desidia hasta la ineficiencia más aguda. Los mismos síntomas de desgobierno que se pusieron en evidencia en la cortada de cintas para el inconcluso entubamiento del arroyo el Gato en La Plata. O la negligencia criminal en la tragedia de Once y el fracaso intencional de no renovar la infraestructura del país contando con enormes excedentes presupuestarios. Todo esto mientras la recaudación impositiva se dilapidó y se dilapida en ampliar el escandaloso aparato clientelista.

Mujica señaló que para lograr algo del gobierno argentino hay que hacerlo a través de Brasil. Pero el presidente uruguayo está atrasado en sus apreciaciones porque, pese a su peso económico, el gobierno de Dilma Rousseff cada vez consigue menos resultados de sus conversaciones con CFK. El canciller brasileño Antonio Patriota dijo “las relaciones comerciales con la Argentina son menos que satisfactorias”. Le dio así el broche final a la fuga de empresas brasileñas de nuestro país, como ocurrió ya con Vale de Río Doce, Andrade Gutiérrez, Piazza y MML, dueña de un ferrocarril de carga que ya le vendió a Techint y luego el gobierno no aprobó la venta.

MERCOSUR EN RUINAS

Se trata sólo de algunos indicadores más del proceso de desarticulación del Mercosur, que se agudizó a partir del ingreso de Venezuela en el tratado. La aparición de los bolivarianos en el Mercosur precipitó nuestros cortos circuitos con Paraguay. En materia de malas relaciones con los vecinos, la relación bilateral con Chile -que no está en el Mercosur- es otro caso digno de mencionarse. Los vínculos argentinos con el gobierno trasandino funcionaban aceptablemente hasta hace poco. Sin embargo, La Cámpora, desde su control de Aerolíneas Argentinas, empezó con medidas de hostigamiento como la de quitarle el servicio de manga a Lan Chile, empresa que se constituyó bajo la legislación local.

Éste es el fondo de la cuestión. El presidente, Mujica a todo esto, no se disculpó y dijo: “que le hace una mancha más al tigre”. E informaciones provenientes de la otra orilla señalan que sabía perfectamente que los micrófonos estaban abiertos. A Mujica lo habría saturado la flamante medida tomada por la Casa Rosada que les prohíbe a los uruguayos que visitan nuestro país comprar en nuestros comercios con la facilidad que le da el tipo de cambio en el mercado blue.

Cabe recordar que las relaciones de Néstor Kirchner con Tabaré Vázquez fueron muy malas y cuando asumió José Mujica, dirigente también del Frente Amplio, mejoraron las visitas mutuas. Sin embargo, a partir del cepo cambiario todo se vino abajo. En esta instancia, Mujica fue muy cuestionado en su país, donde lo acusan de cobarde por no plantearle las cosas de frente al cristinismo. El desborde de anteayer, deliberado o consecuencia de un descuido, tiene más de una explicación. Con la calificación de “terca” que le dio a CFK, Mujica puso de manifiesto la obcecación presidencial en temas económicos. En el homenaje del lunes a los caídos en Malvinas, CFK mostró su ignorancia hablando del “desastre económico de Inglaterra”, crisis que sigue muy lejos de existir.

Lamentablemente, por culpa de una presidente que le explica qué es el mate a un Papa argentino, como dijo Mujica, mostramos a las claras que estamos al nivel de nuestro principal aliado internacional. El presidente venezolano batió sus récords anteriores declarando muy suelto de cuerpo que Chávez lo asesoró corporizado en un pajarito. Cada cual con su estilo, Maduro y CFK compiten por el primer puesto entre los mandatarios que suele hacer el ridículo en América Latina

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