15/08/15
Se supo: en adelante y gracias al aporte del kirchnerismo, cada 14 de agosto se celebrará el Día del boludismo.
Ha sido un aporte colectivo. Arrancó bien temprano y desde Washington la embajadora en la OEA Nilda Garré. tuiteó: “Bien Cristina recorriendo zonas inundadas y tomando las medidas necesarias para atenuar la situación de los damnificados”.
Después cambió “recorriendo” por “acompañando”. Tarde y falso: Cristina no recorrió la zona ni acompañó a nadie. No ha encontrado tiempo aún para solidarizarse con las víctimas. En política hay aguas que nunca dejan de pasar. La inundación pasa, la alcahuetería queda y siempre hace peor a las personas.
La pifiada de Garré ya compite en la celebración con la del intendente Pablo Bruera en la inundación de 2013 en La Plata. Tuiteó una foto ficticia donde aparecía ocupándose del desastre cuando no estaba ayudando a nadie sino de vacaciones en Brasil. La dignidad es algo de lo que los dos pueden prescindir.
Cristina juega a las escondidas y su jefe de ministros, Aníbal Fernández, juega a las declaraciones. Dice las cosas más cínicas de forma despreocupada. Garré elogió a la Presidenta por lo que no hizo. Aníbal se burló de Scioli por lo que el gobernador candidato deshizo: una semana de descanso en Italia.
En medio de la desgracia de los bonaerenses que él pretende gobernar, Fernández recibió a Scioli con este chiste: “¿Trajiste alfajores?”. Fue como el tuit de Garré: una forma degradada de hacer política. Y fue algo mucho peor que una boludez.
Del lado de la gente se puso la gente haciendo lo que no hacen los funcionarios: reúne comida, ropa y remedios para ayudar a los inundados. Al kirchnerismo lo que le importa hoy es golpear a Macri después de pasarleo la cuenta a Scioli por un viaje que hizo sin avisar a Cristina.
Acusan a Macri de hacer política con la tragedia ¿y qué es lo que hace Aníbal? Hasta Delfina Rossi se metió en la pelea. Es la hija del ministro y por portación de padre, flamante Guinness: un sillón en el directorio del Banco Nación con sólo 26 años y ninguno en ningún banco.
Ya mostró por qué está ahí. Dijo que Macri le da miedo. Una sospecha aguda, digna de la celebración que proponemos.
Bajan las aguas, lo que suben son los discursos. Hubo lo que hubo: lluvia descomunal y río desbordado, obras que nunca se hicieron, fondos para esas obras que se desviaron hacia otras obras y proyectos que se hundieron en el desinterés o en la desidia. Trabajan para ganar elecciones. No para resolver los problemas de la gente.


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