DOMINGO 06 DE MARZO DE 2016
RÍO DE JANEIRO.- Una investigación abierta hace dos años contra cambistas acusados de lavado de dinero se convirtió en una bola de nieve en Brasil, salpicó a 20 de las mayores empresas del país y medio centenar de políticos, y ahora puso en jaque al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
La operación abierta por la Policía Federal en marzo de 2014 fue bautizada "Lava Jato", en referencia a los servicios de lavado a chorro de autos, debido a que los primeros lugares allanados fueron estaciones de servicio que los cambistas usaban como tapaderas para el lavado de dinero.
Pero Sergio Moro, un juez federal de Curitiba hasta entonces desconocido y que hoy es uno de los personajes más reputados y polémicos del país, descubrió que el dinero blanqueado en los lavaderos de autos provenía de desvíos de la petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa de Brasil.
A partir de ese momento, "Lava Jato" se convirtió en "la mayor investigación contra la corrupción y el lavado de dinero realizada en la historia de Brasil", como la describe la propia fiscalía.
La propia Petrobras afirma que los desvíos descubiertos sumaron en 10 años unos 2000 millones de dólares, pero la fiscalía calcula que pueden ser mayores, ya que, por sus cálculos, la red de corrupción desvió entre el 1 y 5% de cada contrato firmado por la compañía estatal entre 2004 y 2014.
Según los fiscales, un "cartel" de 20 empresas que incluye las mayores constructoras y contratistas de obras públicas de Brasil, entre ellas multinacionales como Camargo Correa, Odebrecht y Andrade Gutierres, se repartía entre sí todos los contratos de Petrobras.
Las constructoras sobrevaloraron los contratos con la complicidad de directores de Petrobras, varios de los cuales ya fueron condenados y colaboran con las investigaciones, y repartieron los excedentes entre los funcionarios sobornados y decenas de políticos que amparaban las corruptelas, alega la fiscalía.
Los políticos implicados son medio centenar, que incluye a los actuales presidentes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
La Corte Suprema aceptó esta misma semana las acusaciones contra Cunha y lo convirtió en el primer presidente de la Cámara baja de Brasil sometido a un proceso penal en pleno ejercicio de su mandato.
La lista de beneficiarios incluye a parlamentarios de numerosos partidos, incluso de la oposición, pero salpica principalmente a los oficialistas y de manera directa al Partido de los Trabajadores (PT), la formación que Lula ayudó a fundar y a la que también pertenece la presidenta Dilma Rousseff.
Entre los políticos ya condenados en el marco de la "Operación Lava Jato" se destacan el ex tesorero del PT João Vaccari y el ex ministro José Dirceu, que presidió la formación oficialista durante varios años y llegó a ser la mano derecha de Lula en la presidencia.
Gran parte de las pruebas ha sido aportada por varios de los investigados, que aceptaron acuerdos para colaborar a cambio de reducciones de penas en el proceso que lleva adelante el juez Moro.
Agencia EFE
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