07/03/2016
Referentes de distintos sectores productivos y financieros se expresaron mayoritariamente a favor de cerrar un acuerdo con los fondos buitre.
Economistas y referentes de distintos sectores productivos y financieros
se
expresaron hoy mayoritariamente a favor de cerrar un acuerdo con los
holdouts, en la audiencia realizada por las comisiones de
Presupuesto y Hacienda y de Finanzas de la Cámara de Diputados,
donde el oficialismo espera emitir, mañana, dictamen favorable al proyecto del
Ejecutivo para llevarlo al recinto este mismo jueves.
Entre los que se pronunciaron a favor estuvieron los ex titulares del Banco Central, Mario Blejer y Javier González Fraga quienes manifestaron su acuerdo con la negociación que lleva adelante el Gobierno con los holdouts para que “la Argentina recupere el crédito internacional y la inversión”.
Blejer afirmó que “sin entrar a discutir si éste es el mejor acuerdo, se debe llegar a un acuerdo” y manifestó su apoyo a la iniciativa del macrismo para derogar la Ley Cerrojo y la Ley de Pago Soberano, en tanto González Fraga también se pronunció “totalmente a favor de terminar con este tema lo antes posible”.
Ante una pregunta del diputado Marco Lavagna (Frente Renovador), González Fraga recordó haber escuchado al padre del diputado, Roberto Lavagna, primer ministro de Economía del gobierno kirchnerista, que “él hubiera levantado rápidamente la Ley Cerrojo” pero no se hizo por “la patoteada del Presidente de entonces”.
Otro expresidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, también señaló que “un acuerdo con los buitres es necesario” y estimó que “salir del default mejorará sensiblemente nuestra visión en el mundo” y “los costos de financiamiento”, así como la posibilidad de llegada de inversiones.
En el mismo sentido se expresó el economista Nicolás Dujovne, quien, en respuesta al ex ministro y actual diputado kirchnerista Axel Kicillof, replicó que “el pago cash” a los tenedores de bonos defaulteados “fue para simplificar la negociación”.
En tanto, el vicepresidente de ADEBA, Sergio Grinenco, coincidió, con aquellos expositores que defendieron la idea de avanzar en “una normalización del sector público en su financiamiento” y aseguró que el acceso a los mercados mejorará el “crecimiento del financiamiento privado en los próximos años”.
En contra del entendimiento, en cambio, se manifestó el economista y legislador porteño del Partido Obrero, Marcelo Ramal, quien apuntó que “este acuerdo sólo aspira a abrir un proceso de sobreendeudamiento, cuyo norte es la financiación de deuda existente”.
Por otra parte, el exsecretario de Finanzas durante el canje de 2005, Guillermo Nielsen, consideró que, el principio de entendimiento con los fondos buitre para el pago de la deuda externa, “si no es el mejor, estamos cerca de que sea el mejor” de los acuerdos alcanzar y, a la vez, cuestionó el manejo realizado en materia por el gobierno anterior “en los últimos cuatro años”.
“Quiero ser muy claro, en cuanto al mensaje principal, creo que estamos frente a un buen acuerdo”, manifestó Nielsen y agregó: “Es muy difícil hacer historia contra-fáctica. Pero si no es el mejor estamos cerca de que sea el mejor (de los acuerdos)”.
Además, cuestionó, aunque sin mencionar, las renegociaciones llevadas adelante por la Argentina bajo la conducción del ahora diputado nacional Axel Kicillof, al criticar que “toda la forma en que se manejó la deuda en los últimos cuatro años estuvo desacompasada de la complejidad extrema del caso argentino”.
En ese sentido, marcó como un error que la Argentina se haya retirado de la mesa de negociación “en forma inusual” y remarcó, además, que también “la Argentina falló en no utilizar a tiempo el vencimiento de la cláusula RUFO, con un espíritu de estudiantina se tomó con superficialidad un caso muy difícil”, sentenció.
Asimismo, consideró que “es inexplicable que la República Argentina no haya podido lograr que el caso no fuera aceptado por la Corte Suprema de los Estados Unidos. ¿Dónde estuvo la diplomacia financiera?”, disparó.
Al defender uno de los puntos del posible acuerdo, Nielsen señaló que “lo más destacable es que la Argentina retomó el lugar que nunca debió dejar en la mesa de negociaciones, donde sólo se escuchaba la voz de los buitres” y, además, señaló que con el convenio “hay una quita del 35 ó 38 por ciento, que me parece importante destacar”.
Defendió, también, el hecho de que el pago se haga en efectivo porque opinó que de esa manera “la ganancia de salir del default queda en casa”, pero reconoció que en la letra del acuerdo no está claro “cuándo es el momento de pago”, ante una consulta de su copartidario, el diputado del Frente Renovador Marco Lavagna.
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