09/03 – 10:30
Por Rubén Lasagno
Ayer, el Presidente del Colegio de Psicólogos de Santa Cruz, hizo declaraciones en una radio local, en medio y en sintonía con una estrategia obvia y absurda del gobierno de Alicia Kirchner, por exponer las culpas de sus dislates, en la prensa crítica y libre, que se resiste a ser parte de un relato oficial desgajado, insolvente, escuálido, falaz y desestructurado, que no le permite al gobierno, hacer pie en la realidad de lo que le pasa a Santa Cruz, porque han sido los constructores de esto que hoy nos toca vivir. El profesional, de cuyas competencias no dudamos, comete un desliz conceptual típico del relato K, al establecer, como voz autorizada en psicología social, que “los medios son disparadores, en algunos casos, de violencia social y son dueños del pensamiento de la gente”.
Que la libertad le permite a cualquiera hacer y decir lo que quiera, es una verdad de perogrullo; que los medios estamos insertos en esa libertad, es obvio; que un profesional pueda hablar libremente de lo que sabe, es necesario; que la palabra es atizadora del desorden y puede construir delirios en las masas, es un fenómeno absolutamente probado en la historia (Hitler, Mussolini, etc) claro que acotado a la época y contexto socio-polítco del mundo, pero que los medios de comunicación, sean disparadores de la violencia social y dueño de la mente de las personas, es al menos un prejuzgamiento apresurado, una visión unívoca del fenómeno de la comunicación y un concepto peligroso, partiendo de un profesional de la psicología que tiene entre sus principales potestades, evaluar comportamientos humanos y ofrecer recursos y estrategias para resolver problemas existenciales a los individuos.
Esto lo remarcamos porque en un medio local, cuyo propietario es funcionario público del gobierno provincial, habló el Presidente del Colegio de Psicólogos de la provincia, Diego Gaitán, quien (no sabemos el contexto en el que fue llamado, pero nos imaginamos) hizo una análisis sociológico del impacto de las redes sociales y los medios de comunicación, con cierta carga de “discurso armado y direccionado” en un contexto propio de esta libertad que tenemos todos de decir lo que se nos ocurra, pero que, cuando proviene de una voz precedida de un conocimiento profesional pre-establecido, eleva la significación de las palabras, porque las palabras, son, en definitiva, lo que llega transformada en flores o en dardos, al objetivo donde son dirigidas por su emisor.
Cuando se inicia la entrevista, no se sabe bien por qué (dado que no lo explica, pero se entiende por el sustantivo masculino cuyo significado es pegarle a alguien) comienza hablando del “golpe” a lo cual Gaitán responde “el golpe, viene a cubrir aquello que no puede ser simbolizado, una no palabra. Se pasa al acto, el acto dañino, la agresión al otro”, estamos en un momento de la sociedad donde a pesar de tener muchos medios de comunicación la gente no está pudiendo expresarse del todo y los oídos tampoco están abiertos del todo”, indica el Psicólogo que luego hace un detalle de cómo el ser social (hombre) vive la ira y la violencia, la cual describe como una conducta inadaptada y desliza algunos argumentos sobre el efecto de acumulación de la ira que se pueden canalizar a través de actividades variadas, en tanto que a la violencia la coloca en un nivel absolutamente subjetivo y de irracionalidad reaccionaria. Hasta aquí se percibe un juego preparatorio de lo que va a dejar deslizar a continuación, cuando asocia que los medios acumulan y generan ira y si bien no lo dice explícitamente, nos cabe el derecho de analizar que la referencia al “golpe”, tiene una connotación subliminal de “destitución”, en el marco de influencia de los medios críticos, en que coloca la palabreja.
A continuación hace mención a las redes sociales y si bien la nota no lo explica, se entiende que las manifestaciones de la gente en estas redes, el psicólogo las interpreta como el producto de los acomodamientos sociales, políticos y económicos que llegaron con el cambio de gobierno, lo cual produce tensión social y la consecuente manifestación de ese público, en estos canales de comunicación masiva.
Y finalmente Gaitán llega a lo que, para nosotros, es el objeto de esta nota: la contribución al relato oficialista de que los medios críticos y libres, generan un terremoto político, liberando verdades ocultas que se transforman en tsunamis, lo cual le impiden, en este caso al gobierno de Alicia Kirchner, tomar medidas sorpresivas, porque todo sale a la luz, antes que se convalide una trampa política, económica o financiera, como sucedió con la Caja de Previsión Social, donde la difusión de la noticia forzó a la gobernadora a modificar su discurso y generó reclamos de los sindicatos o, anteriormente, a la llegada de más de una tonelada de dinero físico desde Nación, los últimos días del kirchnerismo y la colocación de plazos fijos ilegales, donde masivamente se volcaron en las redes sociales y en los foros, una catarata de repudios e improperios sobre el gobierno provincial, que por estar en un periodo de transición,según Gaitán, no lo merece.
De acuerdo a la gobernadora y su vice Pablo González, OPI y News, únicos medios con identidad propia y libre del yugo oficial, son “desestabilizadores” y “tratan de marcar agenda” en las propias palabras de Alicia o en las de su vice que repite a quien lo quiera oír “no podemos permitir que OPI nos marque agenda…” (¿?) y cosas por el estilo.
El diario, entonces, prepara el terreno para escribir lo que en realidad le interesa escribir y encabeza las palabras de Gaitán con el siguiente enunciado: “Gaitán – dice el diario – efectuó un análisis de los medios de comunicación y su influencia en la actualidad, ya que son éstos los que imponen la agenda de pensamientos de las personas”. Aquí el medio ya sienta la premisa que luego el psicólogo va a desarrollar, dándole, a partir de su autoridad profesional, el apoyo y sustento necesario, para instalarlo como una verdad absoluta. La estrategia es de peso: si lo dice el gobierno, el argumento se tiñe de política; si lo dice un psicólogo, es voz autorizada. Además, no es casual que el psicólogo, coincida con Alicia y González, que los medios impongan agenda en la audiencia pero va más allá al sostener algo hasta ahora nunca dicho: que los medios “imponen la agenda de pensamiento de las personas”, que es lo mismo a señalar que los medios les indican qué, cuándo y en qué pensar a las personas.
“Grandes medios tienen muy bien estudiado cómo titular y los medios cumplen un rol importante como cuarto poder para generar mayor tensión, porque en la vida real las decisiones políticas económicas están recién empezando”, indicó, añadiendo que “en algunos hogares hay algunos cambios, en otros para mejor, para peor, pero recién está empanzando a encadenarse todas estas nuevas decisiones”. Igualmente, el profesional resaltó que “hay una acumulación de tensión en este momento, digamos que no es un momento de golpe o enojo (pensándolo teóricamente) sino que es momento de acumulación de tensión”, y “los medios de comunicación aceleran estos procesos y aparecen estas situaciones de violencia”, de modo que “son disparadores en algunos casos de violencia social”, explicó.
Analizando las palabras (al menos las transcriptas) de Gaitán, da la sensación que con sus aclaraciones como “las decisiones política y económicas recién están empezando” o “recién están empezando a encadenarse todas estas nuevas decisiones” o “no es momento de golpe o enojo” o “es momento de acumulación y tensión”, el psicólogo está hablando literalmente del gobierno provincial y la necesidad que tiene Alicia Kirchner de más tiempo, antes de dispararle críticas descarnadas o en todo caso, contarle a la opinión pública lo oculto de la vista pública, que corre en la trastienda del poder; y aquí caemos nosotros.
El psicólogo Gaitán, en los últimos renglones, dice lo que en realidad quiere dejar establecido como única verdad, indicando que todos los procesos descriptos anteriormente son acelerados por los medios de comunicación, para concluir irresponsable y falazmente que esos medios “son disparadores, en algunos casos, de violencia social”.
¿Verdad o consecuencia? (o consecuencia de la verdad)
Como opinión personal del señor Gaitán es absolutamente lícito que piense que los medios somos disparadores de la violencia social y hasta que diga que somos criminales seriales y asesinos todo tiempo, culpable de todos los males que se generan en la humanidad. Pero si, como intenta el psicólogo, es sentar su opinión a través del “conocimiento científico”, utilizando su formación académica para hacer de esta apreciación estrictamente personal, una verdad conclusiva e inobjetable (¿Quién le puede objetar una definición de este tipo a un profesional de la psicología, que se entiende, debe saber más de sociología que el sujeto no académico?), estamos ante un problema grave. Porque quien lo dice está saltando por encima de cientos de libros de comunicación social y bibliotecas llenas de estudios y opiniones controvertidas sobre el papel de la prensa y particularmente, de las formas de incidir de los mass media, en las audiencias y el poder que pueden tener éstos, para influir en las decisiones sociales y/o políticas de una provincia, país o el mundo.
Debiera remitirlo al psicólogo, entonces, a un interesante capítulo de Lewis Munford en “La moralidad del exterminio” (NY-Grove Press Inc. 1962) que trata del influjo social sobre los medios, pero claro, Gaitán tendría que contextualizar en el espacio-tiempo y tener en cuenta el concepto lacaniano de la comunicación, entendiendo que los medios son emisores y (también) parte de quienes reciben ese mensaje, por lo tanto, mal puede ser un medio de comunicación, causante de la violencia social, toda vez que los medios están dentro del mismo contexto social donde actúan los factores que pulsan ese proceso de acumulación y tensión del cual habla el mismo profesional.
Le diría al Sr Diego Gaitán que existen muchas, múltiples y variadas razones que producen violencia en la sociedad, más que los medios de comunicación; esos factores son la génesis de los conflictos y que “matar al mensajero” no es psicológicamente sano, por asociarnos a su argot, es un principio fascista y profundamente retardatorio de la maduración social que pretendemos los argentinos para superar este concepto amigo-enemigo que ha creado el kirchnerismo en el país durante 12 años de hostigamiento a la prensa crítica.
Desde aquel establecido “Clarín miente” sobre la única excusa argumentativa en que se basó el gobierno de Néstor y Cristina para mantener el relato, hasta este “generadores de violencia” o la acusación de que “imponemos la agenda de pensamiento de las personas”, el cual intenta instalar Gaitán para referir elípticamente que de continuar los medios, echando leña al fuego, la gente va a violentarse en las calles, hay un solo y estrecho paso. Habrá que ver en el futuro, si estas declaraciones no son la sesión preparatoria para que en algún momento el gobierno vaya por más, e intente aplicar ciertas leyes del código K que apunta al amortajamiento y la censura de los medios críticos en esta provincia.
El punto es cargar contra el emisor, haciendo abstracción de las causales generadoras de la información y luego pretender que la audiencia es un ser hueco, al cual los medios de comunicación lo llenan con información que nadie procesa y de la cual se van cargando, hasta que hartos de tanta mala vibra, salen a pegar, romper y golpear al gobierno, en este caso, a la provincia, donde Alicia recién se hace cargo de una pesada herencia. Esa situación- según la visión de Gaitán – aplica para un sector de medios que no conculcan con las buenas noticias y la paz kantiana que requiere Alicia Kirchner, para gobernar lejos de los insidiosos y desestabilizadores.
Finalmente, le quiero decir al señor Gaitán, que mucha más violencia genera el gobierno mismo, al cerrarse a la discusión con los trabajadores, que no pague salarios en tiempo y forma, que engañe al pueblo con discursos malintencionados, que la justicia no tenga ni un solo funcionario procesado en Santa Cruz (a pesar de los hechos desbordantes de corrupción existentes), que la hoy gobernadora, durante su campaña haya hecho “perder” 5 millones de pesos, en manos de una fundación trucha propiedad de Fernando Cotillo y Pablo González, de lo cual nunca dio respuesta.
Violencia genera la decisión de la clase política de no ocuparse por los temas de Santa Cruz en el Congreso, de robar los fondos públicos; la violencia aparece cuando la gente ve que el narcotráfico sostiene campañas políticas de presidentes como la ex mandataria de estas tierras, mucha violencia genera en la calle la impunidad y la falta de jueces y fiscales probos que procesen a los corruptos; en fin, hay tantos argumentos generadores de violencia en las masas, que reducir todo a quienes tienen la tarea de contar lo que pasa, suena mucho más a una tarea encomendada que a convicciones propias y mucho menos, a profundos estudios científicos, realizados sobre las audiencias, tema a raíz de lo cual hay cientos de bibliotecas escritas y las más arriesgadas teorías positivistas de la comunicación, no arriman ni cerca de las semejantes conclusiones a las que arriba Gaitán, sobre que los medios generamos violencia y le decimos a las personas qué pensar.
Esta teoría de Gaitán, es como si nosotros, desde nuestro rol de comunicadores sociales y legos en su ciencia, practicáramos un pseudo-ensayo de psicología (barata) de masas y dijéramos que los psicólogos del país con sus terapias individuales, modifican la psique de cada uno de los habitantes y están logrando transformar en zombies a todos los argentinos. Un horror.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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