Los piratas del gremialismo

03/02/2016 - 06:12hs

Hoy se realizarán paritarias en la provincia para discutir los aumentos para docentes y estales. El sindicalista Roberto Baradel y su jefe, Hugo Yasky, buscan imponer condiciones, cuando se encuentran cada más comprometidos por el saqueo de obras sociales. El titular de la CTA ayer apoyó a Milagro Sala, una de las máximas exponentes de la piratería K

La piratería es una práctica de saqueo organizado, probablemente tan antigua como la navegación misma y que fue adquiriendo distintas características con el correr de los siglos al punto que también se ha desarrollado sobre otras superficies, como el asfalto, y hasta se ha metido de lleno en mundo de la política gremial.

Las turbulentas aguas de la administración pública bonaerense tienen a sus propios piratas que, a diferencia de los típicos corsarios de las películas, no usan parches en los ojos, sombreros tricornios ni adornos en el pelo.

Estos bandoleros se camuflan con ropajes de dirigentes sindicales y, pese a que algunos de ellos hoy estarán sentados en las dos mesas de paritarias que se reunirán en el Ministro de Economía bonaerense, persiguieron y persiguen intereses que nada tienen que ver con las necesidades los trabajadores. Un caso emblemático es el del titular del Suteba, el ultrakircherista Roberto Baradel, que pasó sin escalas de ser –junto a su jefe, Hugo Yasky- uno de los principales promotores de la candidatura a gobernador de Aníbal “La Morsa Narco” Fernández, a pedir –como lo hizo ayer- aumentos salariales de entre “35 y 40%” en una provincia que quedó quebrada tras a la gobernación de Daniel Scioli, a quien el barbudo dirigente apoyó como candidato a presidente en las últimas elecciones.

En realidad, en distintos ámbitos políticos y sindicales, creen que en lugar de estar sentado en una mesa paritaria, Baradel debería estar dando explicaciones en la Justicia por el proceso de vaciamiento del IOMA, la obra social bonaerense que se encuentra atravesando una crisis extrema. Y en cuyo directorio, desde hace años, participa una representante que responde a Baradel: Patricia Nisembaum. Ella se encuentra mencionada en todas las denuncias penales que tramitan en la Justicia de La Plata por los actos de corrupción en la obra social, que ponen en riesgo la atención de más 2 de millones de afiliados que, en su gran mayoría, son trabajadores a los que el titular del Suteba debería defender.

Yasky también está en la mira por piratear obras sociales. Tal como lo viene reflejando Hoy, la Obra Social para la Actividad Docente (Osplad) se encuentra en estado de coma, atravesando por un proceso de convocatoria de acreedores dispuesto por la Justicia. 

Según pudo saber nuestro diario, se habría detectado un agujero de 30 millones de pesos en la Osplad, correspondientes  a los ejercicios 2010, 2011 y 2012, cifra que habría sido facturada por empresas fantasmas. Se sospecha que los fondos de la obra social se habrían utilizado para financier la estructura de la rama kirchnerista de la CTA que, precisamente, conduce Yasky. Todo esto se tradujo en una abrupta caída de las prestaciones de la obra social, afectando a miles de educadores en todo el país. Un dato no menor es que Nisembaum, antes de desembarcar en el IOMA, cumplió funciones en la Osplad San Justo.

Yasky, como si hubiese nacido de un repollo, ayer intentó bañarse en agua endita convocando a una jornada nacional de protesta por paritarias libres. Dijo que no aceptará que se le imponga techo a las negociaciones salariales, cuando durante los gobierno de Néstor y Cristina Kirchner acató sin chistar todo lo que emanaba desde la Casa Rosada.

Como buen pirata, el titular de la CTA no podía estar ausente del acto que ayer se realizó en Plaza de Mayo, para exigir la libertad de la piquetera K Milagro Sala, acusada de atentar contra el orden democrático en Jujuy, de haberse quedado con fondos millonarios que deberían haberse destinado a sectores socialmente postergados y de tener conexiones con el narcotráfico, y la trata de blancas.  Otros filibusteros K estuvieron ayer en esa plaza, como el relator Víctor Hugo Morales, quien amasó cifras millonarias a cambio  de defender lo indefendible, y de difundir sin tapujos las mentiras del relato kirchnerista.

El pirata estatal

El titular de UPCN, Carlos Quintana, debe ser el único pirata que dice haber ganado el Loto. Las mentiras tienen patas cortas ya que, en la fecha que dice haberse hecho acreedor de un pozo millonario, no hubo sorteo.

Quintana, al igual que Baradel, hoy también participará de las paritarias. Tiene varios puntos en común con Yasky y con el barbado dirigente del Suteba: apoyó a Scioli y a La Morsa en las últimas elecciones, y se encuentra seriamente involucrado en el vaciamiento del IOMA. No sólo por el hecho de que un vocal en el directorio de la obra social responde a él, sino también porque varios de los negociados que se habría tejido en el instituto fueron orquestados por funcionarios que directa o indirectamente están vinculados con dirigentes de UPCN. 

Tal es el caso, por ejemplo, de Marcelo Piérgiácomi, el ex subdirector del área de Farmacia y Bioquímica de la obra social que terminó tras las rejas, acusado de haber montado un circuito clandestino para vender drogas oncológicas de alto costo. Eso no es todo: presuntos testaferros del titular de UPCN también estarían vinculados con empresas fantasmas que habrían facturado cifras millonarias en concepto de servicios de internaciones domiciliarias que nunca se prestaron.


Quizás haya llegado el momento de que en la Provincia de Buenos Aires, tras años y años de saqueo, se tome la decisión política de ponerle fin a la piratería. ¿Se animará la gobernadora María Eugenia Vidal a tomar esa decisión?