22/02 – 17:00
Por Rubén Lasagno
La ciudad de Caleta Olivia, depende orgánica y financieramente de la provincia y sufre el ahogo financiero que es común en aquellas localidades donde los administradores no comulgan con el kirchnerismo, cuya ala dura representa hoy la gobernadora Alicia Kirchner. Prades (UCR) busca fondos en la nación, habló con Massa, disparó denuncias públicas de irregularidades con términos como “hecatombe”, “desastre económico”, “fiesta de 16 años (K)”, “Agujeros negros”, “despilfarro y económico y financiero”, entre otros calificativos y cualquiera pensaría que las denuncias penales ya están formalizadas contra los autores. Pues no. La actual situación de Caleta se puede sintetizar en tres palabras: Vaciamiento sin culpables.
La ciudad de Caleta Olivia fue abandonada por el kirchnerismo y particularmente por la gobernadora Alicia Kirchner, quien le ha cerrado la canilla de fondos al intendente Facundo Prades, un Radical que siempre soñó con estar al frente de su ciudad y ahora que lo logró, no estamos tan seguros de haber acertado en sus sueños de Intendente.
Después de una larga campaña oficialista en el 2015, donde tanto Alicia como Máximo, con el refuerzo invalorable de CFK siendo presidenta, la cual llevaba los actos de gobierno para inaugurar cualquier cosa en la ciudad norteña, a fin de justificar un acto partidario de apoyo a su hijo y a su cuñada y ante el triunfo de un opositor como Facundo Prades en la intendencia, la actual gobernadora cumple con el axioma K a la hora de repartir los fondos coparticipables y las ayudas financieras a los municipios: si no sos kirchnerista, arréglate como puedas.
Y así viene pasando en estos 60 días que Prades lleva adelante en el gobierno. Para sobrevivir, el Intendente comenzó pidiendo ATN a Rogelio Frigerio y cada mes, cumple el mismo derrotero a Buenos Aires, para pedir plata a fin de tapar el enorme déficit que dejaron los antecesores. Ahora bien ¿Hasta cuándo Macri ayudará a un municipio de Santa Cruz, que no tiene la menor posibilidad de autosustentarse y a quien Alicia Kirchner trata como si fuera una ciudad de Chubut?.
En una de las últimas visitas a Buenos Aires, el gobierno nacional le dijo a Facundo Prades, lo mismo que le repitió al Intendente de Río Gallegos, Roberto Giubetich: que debía achicar el Estado municipal. Prades sabía de antemano que eso es, en la práctica, imposible, porque se compra un conflicto eterno con el SOEMCO y ATE con lo cual su administración tendría que enfrentar paro tras paro.
Como una medida casi simbólica, el Intendente no le renovó los contratos a 400 empleados que el ex Intendente José Córdoba había nombrado unos meses antes de dejar su cargo y algunos (más de 100) solo dos meses antes de entregar el municipio. Pero esto, para Nación, no alcanza. Caleta Olivia tiene alrededor de 6.200 empleados y está sembrado de ñoquis, sobre una población que no llega a los 90 mil habitantes; es decir, alrededor un 7% trabaja en la municipalidad local. Es exageradamente distorsivo el número y está claro que si no se achica, desde el gobierno macrista la ayuda no llegará tan fácilmente.
Lo que es y lo que parece
Facundo Prades está desesperado, ante el horizonte realmente neblinoso que se le presenta a su gestión, con alto desfinanciamiento, pocas recaudación, un déficit presupuestario difícil de levantar, un gasto fijo en salarios que supera largamente su capacidad de pago, la falta de fondos para obra pública, algo extremadamente necesario en Caleta Olivia, deudas millonarias a proveedores, sindicato, obra social y Caja de Previsión y sería innumerable el listado de padecimientos que le toca enfrentar al nuevo intendente, a quien no le quedan horas (o solo muy pocas) para dedicarle a los proyectos futuros. Ese futuro, indudablemente, está atado a los problemas del pasado, más o menos lo mismo que ocurre a nivel provincial y nacional, solo que en el caso de Prades, la herencia le sobreviene de personajes que no son de su partido, en tanto Alicia, ha sido coautora por 12 años, de la situación de “quiebre” en la que halló Santa Cruz.
Sin embargo, lo que aún no se logra entender, es cómo Facundo Prades, a dos meses de estar en el municipio, de tener acceso a toda la documentación, facturas, licitaciones, entrega de tierras, venta y compra de insumos y vehículos, deudas a las Cajas (PVS y SS) y contratos de todo tipo, sospechados de corrupción y desvío de fondos, no haya hecho ni una sola denuncia penal.
El Intendente, califica de la peor manera a las gestiones de Fernando Cotillo y de José Córdoba, pero es un “pataleo mediático” que no aporta ninguna claridad a todos estos años de malversación de fondos y de uso de la cosa pública, en grado de apropiación, que hizo en FPV y sus principales exponentes a nivel local, lo que en muchas oportunidades fueron denunciados en la prensa por el mismo Prades, que hoy es titular del Poder Ejecutivo de esa ciudad.
Es decir, falta el paso más importante de Prades, que es la denuncia penal y puntual sobre todos y cada uno de los responsables de este desmadre administrativo-económico y financiero, que le dejaron años de corrupción K.
Este método de denuncia mediática lo venimos advirtiendo en el gobierno nacional, desde donde todos los días se dispara un corolario de acciones corruptas del gobierno de CFK, facturaciones truchas, sobreprecios en los combustibles, malversación en el ANSES y hasta sobrefacturaciones en los viajes oficiales de la ex presidenta, pero paralelamente, lo que correspondería, es que desde el macrismo se hicieran las denuncias penales correspondientes contra los autores de esta malversación y que la justicia actúe libremente para determinar las responsablidades. Nada de esto ocurre.
Un caso similar, sucede con YCRT en Santa Cruz, o en la Termousina de Río Turbio. El actual Interventor Omar Zeidán, ha sido más que claro en contarle a la sociedad el rosario de irregularidades y delitos que ha encontrado en los pocos días de auditoría que lleva en el yacimiento o en la construcción de la planta generadora de energía, pero no se ha actuado de la misma manera y condescendientemente con ese relato, toda vez que la Intervención no ha realizado las denuncias penales con nombre y apellido, no solo del o los autores ideológicos de la maniobra, como podría ser Julio De Vido, Baratta y Cia, sino de cada uno de los que intervinieron en esta larga cadena de corrupción y enriquecimiento ilícito, desde el Interventor y/o los interventores del yacimiento hasta el último empleado que realizó la compra o generó la orden de pago.
Por lo tanto, en el caso de Caleta Olivia, ya no bastan las expresiones de deseo o la enumeración de delitos, para generar en la gente una falsa sensación de que “algo se está haciendo”; necesitamos señales claras e inconfundibles, de que el gobernante, en este caso Prades y en el ámbito nacional, Mauricio Macri, está comprometido con la acción de eliminar la corrupción, pero no solo de ahora en adelante, sino de meter preso a los corruptos que han llevado a Caleta Olivia, tal el caso que nos ocupa, a este estado de sublimación de la pobreza, la inseguridad, el vaciamiento del municipio, la corrupción institucional y todos los delitos que se han cometido en nombre del Estado.
Nada se podrá lograr si el Intendente no acciona penalmente contra todos y cada uno de los que delinquieron, apropiándose de los dinero públicos. En todo caso el tema será, luego, un problema de la justicia, pero no podemos pedir justicia, cuando, el o los responsable de esos delitos, ni siquiera han sido expuesto con las pruebas a cuestas, para que se los investigue y se los juzgue, como corresponde a un gobernante que viene promoviendo desde hace muchos tiempo que la transparencia y la “corrupción 0”, no son solo un slogan de campaña, como parece ser.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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