lunes, 24 de marzo de 2014

MIS SALUDOS A LA GILADA QUE REPUDIA OTRO ANIVERSARIO DEL 24 DE MARZO DE 1976


CARTAS Y NOTAS DE NUESTROS AMIGOS LECTORES


Amigos:

Cuantos mas años transcurren, se acrecienta en las Grandes Mayorías silentes, mas comprensión sobre aquel desenlace de 1976.

El contrapeso a que esa adhesión se acreciente, esta en consonancia directa con el mero transcurso del factor tiempo.

Estos jóvenes que promedian la generación de los cuarenta y que son fervores defensores de este republicanismo bananero,
encuentran adhesión en las virtudes de la Democracia porque no fueron protagonistas, en aquellos lejanos y difusos días, de lo
que la Nación enfrentaba, ergo su disolución.

Que los Militares cometieron severos yerros, no cabe ninguna duda.

Como por ejemplo, haberle confiado a la Trilateral Comission, en la persona de su Gerente Martínez de Hoz, los desatinos de la economía.

El simple hecho de no haber "blanqueado" a la cantidad de subversivos ajusticiados en enfrentamientos armados, también lo fue.

Generando así el "mito" de los treinta mil desaparecidos que todos sabemos, no superaron los cinco mil, conforme los propios informes de la Conadep.

Pero ese efecto multiplicador a un ritmo del seiscientos por ciento, fue la formidable herramienta que genero una colosal industria; la de los Derechos Humanos Sociedad Anónima.

Y fue a partir de ese fatal error de la "clandestinidad", de una lidia en general justificada que las Fuerzas Armadas deslegitimaron una victoria, devenida en una trágica derrota en el plano político.

El colorario de la Batalla por las Malvinas, incoada a trancas y barrancas, ergo pesimamente improvisada, fue la apuesta final
de un gobierno que podría haber extendido su mandato por algunos años mas, como aconteció con Pinochet en Chile.

Pero a diferencia de aquel que modernizo a un país muy pobre y atrasado, el gobierno del Proceso careció de economistas de jerarquía, para acompañar la limpieza de disolventes con una política adecuada en el plano económico, lo que debilito sus banderas.

En estos tres precitados acápites, se encuentran las causas de los errores de una Administración que no supo balancear sus principios Nacionales con la realidad que la rodeaba.

Pero ello, no deja de indicarnos un precepto muy Argentino que a todos nos engloba por igual y que es la "improvisación".

Porque somos naturalmente afectos a ella.

Actuamos en consonancia con nuestros reflejos espasmódicos y esa por encima de cualquiera otra, ha sido desde antiguo el fermento de nuestras profundas e inexplicables contradicciones como Sociedad.

Defender a ultranza el golpe, sin contabilizar sus groseros errores, resulta tan miope como reconocerle a este malsano Estado de Derecho alguna virtud.

En otras palabras, la Argentina requería en 1976 de una Autocracia, pero nunca se presento dicho escenario.

Videla fue refractario a ejercer de Líder y por ende inaugurar el "unicato" porque carecía de personalidad para desempeñar dicho rol.

Y la historia universal nos enseña que el "poder compartido de un Triunvirato" siempre ha naufragado en el mas rotundo fracaso.

El Ejercito de entonces tampoco ofrecía un menú atractivo para que alguien emergiera como un autentico Dictador.

Y quien tenia la pasta suficiente como para ocupar dicha vacancia, era Masera, pero con el notorio contrapeso de pertenecer a una "Arma periférica" anudada a su pasión por lo ilícito, lo cual deslegitimo cualquier posibilidad de erigirse como un candidato.

Negar que hubo episodios de corrupción durante ese periodo, seria avalar el principio de hipocresía mas elemental.

Pero con todas esas enormes fallas sumadas y potenciadas, aquella Argentina tenia encapsulados a todos los viejos políticos y sindicalistas vagos y atorrantes.

Y algo aun mas preciado que era el "control social".

Las "villas" en todo el territorio nacional, no superaban juntas a mas de cien mil mil indigentes.

Hoy esa población excede a los cinco millones.

La política inmigratoria, sobre todo la fronteriza era severamente restrictiva.

En la actualidad contamos con mas de un millón de bolivianos, otro tanto de paraguayos y medio millón de peruanos.

En un noventa por ciento asentados en esos lugares infectos, emplazados sin los servicios esenciales de cloacas, en los que estos indeseables extranjeros, cada tanto hacen hondear sus enseñas patrias, como si fuesen sectores conquistados y por ende semilleros de una delincuencia que asola mas y mas cada día a Argentinos honestos y trabajadores.

La enseñanza primaria, secundaria y universitaria hoy a diferencia de entonces esta anarquizada y devaluada.

Y por obra y gracia de estos chusmas nostálgicos montoneros, devenidos en prósperos magnates, tenemos a una Nación abandonada a su suerte, insuflada del concepto bizarro y casi medieval de aguardar buenas cosechas granarias, como el elemento esencial de un bienestar colectivo.

Pese a todo este enorme desaguisado la Argentina no corre peligros inminentes, muy a pesar de todo cuanto intentan estos desalmados K, para arrasarla.

Y ese es precisamente es el enemigo indeleble; nuestra prosperidad.

La de nuestra tierra con sus bondades climáticas.

Que nos permitirían incluso, apartarnos de la comunidad internacional si tuviésemos tal intención o si intentaran someternos a un bloqueo comercial.

Privilegio éste, imposible de enfrentar para las economías mas desarrolladas de Europa e incluso las del resto de América.

Por ello podemos darnos el lujo de tener como Presidente a una prostituta y a un elenco gobernante y opositor patibulario.

Y subsistir, luego de treinta años de expoliación a la cuenta corriente fiscal.

Nuestro poco o ningún esmero en reformular nuestro diagnostico sobre este aquelarre, es el impedimento necesario para que podamos alzar nuestras cabezas y retornar a nuestro séptimo lugar, entre las Naciones mas ricas e industrializadas el orbe, como lo fuimos en 1928.

En resumen, somos los facilitadores de todos nuestros entuertos, porque fuimos ungidos por la "prodigalidad bíblica".

Y esa muletilla sarcástica de estar condenados al éxito, aunque suene irónico cuando se redacta esta penosa frase no lo es en absoluto.

Es como decían los españoles "una verdad de a puño".

Pero con todos los desaciertos del gobierno Militar, nunca olvidemos ni por un segundo que las calles eran seguras, que el pillaje deshumanizado de la delincuencia mas atroz no conocía todavía la luz y que pese a todo y el conato de un conflicto bélico con los trasandinos, la deuda externa que se lego a la flamante Democracia de 1983, no superaba los treinta mil millones de dólares.

Hoy es de trescientos mil millones y somos vistos como un país en bancarrota y sin acceso a los mercados de capitales, agravado por la inseguridad de nuestro Servicio de Justicia.

Hemos incluso perdido la estética de nuestras grandes ciudades, inundadas por la basura sin recoger, sumada a una juventud desclasada sin valores y muy propensa a incorporarse al ultimo flagelo de un narcotráfico en exponencial expansión, asociado directamente a todos los gobernadores, tributarios del gobierno nacional.

Con este escenario de contrapuestos inconexos, vayan

MIS SALUDOS A LA GILADA QUE REPUDIA OTRO ANIVERSARIO DEL 24 DE MARZO DE 1976.

Atentamente Carlos Belgrano.-
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario