YERMA
Luego de escuchar atentamente el disparatado discurso de la presidente en Santa Cruz, ante la mirada azorada de casi todos los concurrentes, que aplaudieron tibiamente cuando hizo mención del periodismo no adicto, y cuando terminó su monólogo, uno se pregunta quién es que le acerca los datos que tan entusiastamente incluye en su verba torrencial, aun a sabiendas ( creo) de que miente, que da datos ridículos, que ofende a los oyentes.
Comparar a la Argentina con Australia y con Canadá, con la conclusión de que nuestro país está mejor que esas dos naciones, es de tan baja calidad informativa que asusta.
Cualquier persona que no sea un crédulo no informado, sabe que está comparándonos con dos potencias, que nos exceden en seguridad, en justicia, en credibilidad, en potencial económico, en estabilidad, en seguridad.
Por supuesto que debe existir delito, corrupción, jueces venales en esos países.
Pero la comparación con la mugre que hoy nos acucia, es una muestra de ridiculez.
Y como no es la primera ridiculez que comete nuestra presidente, en sus ansias de abarcar con su ciencia todas las aristas del conocimiento, siendo ignorante sobre ellas, pongo un acento en el peligro que acecha al futuro argentino, de no frenarse esta escalada del poder sobre los ciudadanos.
HOY, UN CUARTO PODER, UNA FUERZA DE CHOQUE PELIGROSA,AUN NO ARMADA,ESPERO, Y PROBABLEMENTE DISPUESTA A TODO, LLAMADA LA CÁMPORA, AMENAZA TODAS LAS INSTANCIAS DE ADMINISTRACIÓN DE LA NACIÓN, CON INEFICACIA, CON AGRESIÓN, CON MIEDO A LA DESAPARICIÓN DE ESTE KIRCHNERISMO, QUE FUE AVASALLANTE Y HOY AGONIZA EN EL TORBELLINO DE VOTOS CONTRARIOS A SUS DESIGNIOS.
La repetida comprobación de hechos de corrupción enquistados en lo más alto del gobierno, la desesperación por descalificar la secuencia de actos comprobados y conocidos antes de ser expuestos a la opinión pública, pone en riesgo la persistencia de esta forma unitaria, vengativa, falaz, ridícula, de gobierno.
Y lo que debe pasar, es que en el 2015, una nueva fuerza recree la confianza del ciudadano, y de los capitales que hoy repudian al gobierno.
El ataque , ya anunciado hace tiempo, a la línea aérea LAN, primero con la privación del uso de las mangas de embarque de pasajeros, en Aeroparque, y ahora con la exigencia del abandono del hangar con que cuenta, es un efecto de la mala situación de Aerolíneas Argentinas, manejadas por La Cámpora, como la Anses .Y muchos otros estamentos.
Aerolíneas, que arroja, por su mal manejo, un déficit enorme, de alrededor de 2,5 millones de dólares por día. Entonces a desalojar a LAN, que es eficiente, es cálida con el pasajero, es puntual, y le da ganancias a sus dueños.
Es doloroso haber llegado al pozo de la vergüenza.
Al infierno del ridículo.
A la celda de la soledad.
Espero que la justicia, frente a la magnitud de los hechos, frente a la caída estrepitosa de la popularidad de la presidente, frente al riesgo de un juicio por mal desempeño de sus funciones judiciales, luego del cambio de mano del poder, si es que se da, actúe, y concluya con el castigo que merecen .
La Argentina lo necesita.
Si la Argentina pretende crear confianza, debe plantar las semillas necesarias para ello.
Y solo una legislatura actuante, y un poder judicial no adicto, pueden poner el humus para que esas semillas de confianza germinen. Por ahora, la simiente está, como dice el evangelio, en tierra yerma.
Claudio Giglio
DNI 4134981
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