18/09/2013
Tic tac tic tac... Hay una bomba de tiempo en la macroeconomía
El exsecretario de Finanzas durante el gobierno de
Néstor Kirchner, Guillermo Nielsen, alertó sobre los "desequilibrios
macroeconómicos de la Argentina". Dijo que "desde el punto de vista
macroeconómico, hay distintas bombas de tiempo que ya están haciendo tic tac", y
explicó que hoy están "absolutamente todos los protagonistas de una nueva crisis
caminando aceleradamente hacia una situación de desequilibrio", cuyos costos
políticos para el kirchnerismo serían muy altos. Y recordó, en ese sentido, que
de 2001 a la fecha el radicalismo aún no logra rearmarse.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El exsecretario de
Finanzas durante el gobierno de Néstor Kirchner, Guillermo Nielsen, dijo
que "desde el punto de vista macroeconómico, hay
distintas bombas de tiempo que ya están haciendo tic tac", y aconsejó
al Gobierno introducir "las modificaciones
para desactivar estas bombas de tiempo" ya que, según explicó, los costos
políticos para el kirchnerismo de no hacerlo serían altos. Y recordó, en este
sentido que el radicalismo aún no logra rearmarse como fuerza política producto
de la crisis del 2001.
Respecto al tema de los fondos buitres, si bien Nielsen estimó que era
"inevitable" y que "es una buena medida" la reapertura se lamentó porque "llega
muy tarde". Se mostró pesimista respecto a si la Corte Suprema de Justicia de
USA acepte tratar el caso argentino. Explicó que la Corte "es el más político de
los Tribunales" donde "sí vale la pena tener un amicus brief", explicó. El que Argentina no haya logrado estas apoyos "no ayuda
a la Argentina", aseveró.
Además, dijo que la decisión final puede
incluso "conocerse antes de marzo".
En un entrevista con el diario 'Ambito Financiero', dijo respondió, entre
otras cosas, lo siguiente:
- El ministro de Economía, Hernán Lorenzino estuvo en Washington
para presentar un IPC nacional. ¿Cómo ve esa situación? ¿Cree que el FMI va a
seguir siendo tolerante?
- A mí me preocupan, más que el FMI los desequilibrios macroeconómicos
de la Argentina. Nosotros pertenecemos a la misma generación que la presidenta
de la Nación, y nuestra generación vio por lo menos tres transiciones
extremadamente destructivas desde el punto de vista macroeconómico. Y como en el
tango, todo eso está volviendo. ¿A qué me refiero? Primero: el congelamiento de
precios de Gelbard desemboca en el Rodrigazo. El pasaje del general Videla, con
Martínez de Hoz como ministro de economía; al general Viola, con Lorenzo Sigaut
como ministro de economía, también fue otro cimbronazo muy fuerte. El último fue
el del 2001. La falta de correcciones macroeconómicas lleva a que la
economía le estalle al gobierno siguiente. Y eso me parece que sería realmente
muy lamentable, que nuestra generación que ya vio esto tres veces, con
las consecuencias nefastas en términos de empleo, en términos de destrucción de
proyectos, en términos de destrucción de riqueza, sería terrible que ahora
nuevamente repitamos el pasado. Ese pasado que vuelve. No puede ser.
- ¿Por qué piensa que existen las posibilidades de que se
repita?
- Porque están absolutamente todos los protagonistas de una
nueva crisis caminando aceleradamente hacia una situación de
desequilibrio.
- ¿Los puede mencionar?
- Sí. Esto viene del IPC. Necesitamos que la inflación que se reporta,
es decir, necesitamos que el Indec informe adecuadamente la inflación real.
Porque esta va a ser la forma de hacer renacer el coeficiente de estabilización
de referencia (CER ). Necesitamos indexar la economía para todas las cosas que
sean indexables. La Argentina tiene una gran experiencia, lamentablemente, en
convivir con la inflación. Pero el Gobierno no lo acepta. Y esto es
extremadamente peligroso. Dos años de gobierno es mucho tiempo. Aquí, para ser
concreto, que todos nos entiendan, aquí desde el punto de vista macroeconómico,
hay distintas bombas de tiempo que ya están haciendo tic tac. En dos años es
probable que alguna estalle antes de la transición. Y esto debería llamar
profundamente a la reflexión al gobierno, y yo creo que lo constructivo ante
todo para el gobierno es introducir las modificaciones para desactivar estas
bombas de tiempo. Es en beneficio del propio gobierno. Fíjense si no, lo que le
está costando al radicalismo rearmarse para volver a tener un protagonismo
nacional de envergadura. El costo de las salidas traumáticas siempre es muy
alto. En el caso de Viola fue el fin del proceso militar. Sigue Bignone, que fue
un administrador de la salida. En el caso de Isabel Perón con el Rodrigazo,
marcó claramente el inicio de una salida traumática. Y obviamente, todos sabemos
lo que pasó en diciembre de 2001. Nuestra responsabilidad, la responsabilidad de
nuestra generación, es evitar que esto vuelva a pasar.
- Algo debiera hacer la oposición...
- Esto es tanto del gobierno como de la oposición.
- La Presidente ha ratificado el rumbo y lo ha dicho en más de una
oportunidad que no va a cambiar el modelo económico.
- Justamente por eso me parece valioso hablar y tratar de crear
conciencia respecto a lo que está ocurriendo, porque muchas veces desde la
superficie los desequilibrios macro no se ven con tanta nitidez.
- El Gobierno ha instalado que solucionar el problema con los
fondos buitres es fundamental. Por eso hizo la reapertura del canje. ¿Qué se
puede esperar? ¿Era ese el camino para hacer?
- Yo creo que el camino de la reapertura era inevitable.
Lamentablemente, se está haciendo muy tarde. En su pregunta dice "el gobierno
pone como cosa central resolver el problema de los holdouts". ¿Desde cuándo?
Porque aquí hay un problema. Estos procesos tienen una inercia y un tiempo. Yo
creo que se perdió la oportunidad de dejar abierto el canje cuando se hizo el
segundo canje, el canje chico de 2010, en ese momento tendría que haber quedado
abierto. La ley cerrojo no tenía ningún sentido, más allá de dos años después de
haber cerrado el canje en 2005. Entonces, no se entiende. Creo que es una buena
medida, pero me temo que llega muy tarde.
(...)
- ¿Ahora qué se puede esperar? ¿Creé que va a haber un nivel de
adhesión alto a este canje dentro del pequeño universo que queda?
- Es difícil decir porque siempre queda un porcentaje,
sorprendentemente alto para mí, de bonos que nunca aparecen. En todos los canjes
que hubo en la historia, hay entre un 1 y un 2% de bonos que no aparecen, porque
fallecen los tenedores, porque entran en la parte de los herederos, pasan cosas
medio inexplicables o explicables dentro de lo que es la naturaleza humana, pero
hay un porcentaje que nunca viene al canje.
(...)
- Nos quedarían un 5% por captar...
- Entre 5% y 6% quedarían. Algunos de estos están en manos de holdouts,
otros están dando vueltas por el mercado, podrían venir 4 puntos más. Y, eso es
bueno.
- Entonces se cerraría este tema de alguna manera.
- Si se cierra o no se cierra, depende de lo que diga la Suprema
Corte.
- ¿Y en base a su experiencia que piensa que puede
ocurrir?
- Creo que no se presenta bien. No soy optimista. No creo en
las posibilidades argentinas de resolver esto constructivamente. Aquí
hay un punto de partida en el cual han coincidido primera instancia y Cámara de
Apelaciones de Manhattan, que sostuvo: "señores, los bonos que no entraron al
canje son contratos incumplidos, corresponde que se les pague todo". Además hay
otra cuestión que no es menor. Estamos yendo a la Suprema Corte sin amicus
brief.
- Sin que nadie apoye nuestra posición...
- La Corte Suprema es el más político de los tribunales donde sí vale
la pena tener un amicus brief, no tanto en la primera instancia, no tanto en
apelaciones. Pero en la Corte Suprema es una señal muy fuerte, y el no tenerlo
también es una señal muy fuerte que no ayuda a la Argentina.
- El gobierno dice que entre los tiempos procesales, cualquiera sea
el resultado la resolución puede darse a fines de 2014 o principios de 2015...
¿Su impresión cuál es?
- Ojalá pero la decisión puede ser en cualquier momento.
(...)
- Puede ser en marzo del año que
viene.
- Algunos sostienen que Argentina manejó bastante mal la estrategia
con los holdouts. ¿Cuál es su opinión?
- Yo no diría todo mal. Lo que hubo es una sensación de conformismo a
partir de que nos fuimos del gobierno. Concretamente, yo creo que en el 2005 el
hecho de no haber cerrado la reestructuración de la deuda con el Club de Paris y
haber preferido avanzar en pagarle al Fondo, esto marca una
incomprensión de cómo se tiene que manejar el fenómeno de deuda. Y
partir de allí hubo una complacencia, como que estaba todo resuelto, y bueno,
hoy renace, ya desde el año pasado, renació con mucha fuerza, mucha virulencia,
y con implicancias muy negativas.
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