28 de septiembre, 2013
Las P. A.S. O. (elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) han producido revuelo en la sociedad al entender que sus resultados hicieron impacto en el Gobierno Nacional en particular, y en el kirschnerismo-cristinismo en general, empujándolos a disponer medidas aparentemente improvisadas (por ejemplo en el tema inseguridad). Pero lo que ha ocurrido tras esas elecciones, en realidad es haber traído un adelantamiento de esas disposiciones que simulan operar para actuar en contra de la delincuencia, lo cual puede tomarse relativamente como cierto, aunque a los ocasionales dueños del poder les sirve para desarrollar planes que estaban en espera y no son precisamente para ese fin.-
Los previamente instalados nuevos ministros de Defensa y de Seguridad de la Nación, jugando también el flamante de la Provincia de Buenos Aires, para manejar la “seguridad” de la población, debutan ahora con un ejercicio de simulacro de estado de sitio (no confesado).-
El presuntuoso paseo de más de 4000 efectivos de Gendarmería Nacional, hombres y mujeres, durante 45 días según lo anunciado, puede sufrir múltiples variaciones.
Desde extenderse el plazo, hasta convertirse en su número y área(s) de intervención (el mencionado ministro de la Pcia. de Bs. As. reconoció públicamente que “la gendarmería llegó para quedarse”). Luego aclaran que los 45 días serán para recambio de futuros contingentes con similar duración.-
En este momento se presenta a esta maniobra como para ayudar a la(s) policía(s) a controlar el orden y combatir contra la delincuencia. Los delincuentes comunes y ya habituales están así avisados de que en las calles habrá más “gorra” (para su jerga) y ahora además cascos. Lo de “cascos” es mera diferenciación de términos vulgarizados, porque lo que se conoce hasta ahora es que los gendarmes no los portarían y saldrían también sin esa protección, como asimismo tampoco tienen los respectivos chalecos antibalas. Puede ser que por ese lado el gobierno esté haciendo economía y, si tienen alguna pizca de conmiseración, suministren los pertrechos mínimos esenciales para los afectados a esta campaña. Claro, cada contingente, por transitorio, es precario; pero no lo es la posible eliminación de la vida de alguno(s) de ellos que pudiesen caer por mano de los delincuentes.-
Los servidores de esa fuerza (Gendarmería Nacional) están siendo trasladados con una evidente improvisación a causa del apresuramiento para adelantar su movilización. Desde la ausencia de planificación de actividades y zonificación –poco, nada o mal definida– hasta los groseros hacinamiento en alojamiento tan inestable como indecente, aun tratándose de hombres y mujeres supuestamente preparados para la actividad castrense en esta emergencia que ya ha adquirido ese tono de movilización militar. Sin embargo, los funcionarios presentan y muestran habitaciones confortables, como hoteles de varias estrellas, en reportajes que contrastan severamente con las imágenes que exponen los noticieros, donde se ve a la tropa acostada en el suelo, casi apilada.-
Si las fuerzas del orden tienen suerte y salen ilesos de esta gestión, para el Gobierno el plan habrá sido exitoso y, como elemento piloto, “convendrá continuarlo” (aunque siga siendo mero cosmético).-
Y ello –salir indemnes– sería posible si los malhechores se quedan quietos esperando que pasen los 45 días o el cambio de zonas a patrullar, lo que a su vez hará creer que “todo ha funcionado muy bien gracias a las directivas de la Presidenta”.-
De esta manera, hasta allí, se cumplirá el sutil anuncio del novel ministro bonaerense, a lo que él mismo acaba de agregar que la policía montada también saldrá, sumándose a los operativos.-
Ese simulacro de estado de sitio va mucho más allá de tal figura fugaz; se prevé con ello habilitar en las calles la presencia continua de una superpolicía, Guardia Nacional o como se dé en llamarla. Esa “Guardia Nacional” estará jerarquizada (militarmente) por encima de las legítimas policías provinciales, y además suplantando y reemplazando a la Federal, las cuales son civiles.-
La acción no será solo contra la delincuencia, sinó que primordialmente servirá para controlar a la ciudadanía (no vaya a ser que a alguien se le ocurra opinar sobre este tema u otros).-
El simulacro se habrá transformado en hecho concreto; ya no será simulación. Tal vez haya quienes quieran desestimar esto llamándole “sensación”. Las tropas estarán a pleno en las calles con el pretexto de que el grupo tal o cual pretende desestabilizar al gobierno (no sería extraño que aparecieran atentados graves que sustenten dicho pretexto) y que se ha llegado a un “estado de conmoción interna” como el que prevé la Constitución Nacional.-
Ellos, los usuarios del poder, continuarán acusando a los que les toque ser el enemigo suyo de cada día, de ser los desestabilizadores de turno. Y en la población, algunos creerán el relato y otros no podrán expresarse en disidencia. No quepa duda de que esto ya ha sido ensayado. Las milicias organizadas desde un falso piqueterismo, y hasta otros grupos afianzados con la tolerancia y anuencia de ciertos dirigentes, aun de funcionarios (más, o menos, prominentes o notorios), tanto activos unos como en aparente retiro otros, tendrán oportunidad de mostrar la eficacia de su entrenamiento y organización.-
Seguramente no será una “sensación”. ¿O acaso se le puede llamar así a muchas otras cosas que están sucediendo y también corresponden a una “sociedad sitiada”? Salvo el caso del funcionario que se jacta de regalar un automóvil importado a su hija, transgrediendo descaradamente sus obligaciones, cualquier ciudadano que no sea amigo del poder no puede acceder a la adquisición de dólares; asimismo, no puede alguien comprar un repuesto para reparar su automóvil o el lavarropas, o la heladera, etc., si se trata de una pieza importada; ni puede sacar del cajero automático más de lo que este sistema le permite para usar su propio dinero, que está bancarizado, plastificado y sitiado por el chip o la banda magnética, y cuando se le ocurre le avisa que Ud. goza de “Extracción Cero” por más que haya fondos (suyos, pero incautados).
Hay alimentos racionalizados, como en situación de guerra, de los cuales usted puede obtener “sólo 2 por persona” o “sólo 2 por familia”, según la góndola del supermercado frente a la cual se encuentre en ese momento y las que se van sumando. Infinidad de productos faltantes en esos estantes. También estamos sitiados por la inflación, que no nos permite planificar un presupuesto familiar y nos hace depender del sitio que impone el gobierno (que constantemente nos dice: “no devaluamos la moneda”. Pero con los hechos repite: “a tu dinero lo diluimos cada día subiendo de a centavitos la cotización del dólar oficial y emitiendo papel pintado como billetes”). Estamos sitiados por los delincuentes y asesinos en la calle, y dentro de nuestras viviendas encerrados por nuestras propias rejas domiciliarias. ¿No es todo esto estar sitiado? Estas realidades nefastas no se solucionarán inundando los vecindarios con tropas.-
Esto no es fantasioso ni novedoso. Simplemente es el traslado de hechos ocurridos en otros momentos y lugares. Su funcionamiento ya está comprobado. En síntesis: son procedimientos para mantener a la población quieta frente a los “guardianes del orden”. El interrogante es: ¿cuál orden, cómo, y para qué?
Puede haber aquí quien diga que el Congreso Nacional aprueba y desaprueba un estado de sitio y en el ínterin deja de funcionar en amplitud, puesto que el Poder Ejecutivo decide cómo se aplica la ley o la suspensión de los derechos constitucionales.
El congreso ha delegado funciones otorgando los “superpoderes” que usa el Ejecutivo y van ya unos cuantos años que este mismo congreso hace poco o nada por la seguridad de los ciudadanos, a pesar de que éstos han puesto a los congresales en sus Bancas jugosamente remuneradas. ¿Está el congreso nacional cumpliendo plenamente con su rol y su deber?
A este paso, los constitucionalistas se quedarán totalmente sin trabajo, ya que la Constitución Nacional está siendo degradada y burlada cotidianamente.-
A un estado de sitio formal se lo debe instalar según las previsiones legales, si hubiese causa verdadera. Si se ejecuta informalmente y no se lo registra, pero igual lo aplican, como lo están haciendo, parcial y paulatinamente, sin nombrarlo ni reconocerlo oficialmente, en los hechos estaremos así, con las condiciones actuales y en crecimiento.-
Autor: Patricio Abelardo Villegas
DNI: 04295816–
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