Los medios de
comunicación, inclusive los considerados opositores al gobierno nacional,
informaron que la presidente había concedido su primer reportaje en cuatro
años. En rigor, al titular de ese modo tuvieron una exagerada consideración por
la investidura presidencial.
En efecto, no puede llamarse reportaje al monólogo
televisivo de la señora de Kirchner sólo por el hecho de que se lo presentara
bajo la engañosa forma de un diálogo con una persona que funge de periodista en
la televisión oficial.
Lo que se transmitió el sábado 14 de septiembre por
Canal 7 no puede, entonces, computarse como algo que rectifique, ni siquiera
mínimamente, la falta absoluta de comunicación de la señora de Kirchner con el
periodismo, ya sea en la forma de reportajes individuales o en la más adecuada
de conferencias de prensa. El Sr. Hernán Brienza, que oficiaba de periodista,
es un conocido militante kirchnerista, y sus “preguntas” estuvieron a la altura
de lo que cabía esperar de él.
En un momento, sin embargo, mientras ejercía
cabalmente la obsecuencia, se tropezó con un inesperado reto de su
entrevistada. Fue cuando, en su empalagoso afán halagador, le dijo que el
fuerte de ella era la comunicación y la argumentación. No pudo terminar la “pregunta”
porque la presidente lo interrumpió para corregirlo : su fuerte son los hechos,
dijo, lo que le permitió retomar el monólogo autocomplaciente.
En cuanto al contenido de las “respuestas”, giró en
torno a los habituales latiguillos. Volvió a postular que el mundo se derrumba
–aserto bastante extraño cuando se conocen los altos niveles de vida de los
países desarrollados- y que la Argentina es castigada por haberse apartado de
las órdenes de las grandes potencias.
Aparentemente, para nuestra primera mandataria, el mundo se derrumba por
seguir malas políticas y la Argentina se derrumba por no seguir esas políticas.
Una nueva paradoja para los estudiantes de Lógica.
En síntesis, una Cristina Kirchner siempre igual a
sí misma, que no exhibe ninguna señal de pretender salir de la realidad
paralela en la que vive. Es llamativo que mencione como su activo principal los
hechos, siendo que tiene con ellos una relación distante: sólo los tiene en
cuenta si se subordinan al relato. Esa desconexión con la realidad es muy
preocupante porque le restan aún dos largos años de mandato, en un marco de
mayor debilidad política y de crecientes problemas económicos.
Viernes 20 de setiembre de
2013
Dr.
Jorge R. Enríquez
La presente nota del Dr. Jorge R. Enríquez es publicada en La Misère Porc, por gentileza de su autor.
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