01/09/2013
"Desde hace dos semanas, el Gobierno avanza, pero no se entiende muy bien hacia donde. Es cierto que Cristina Fernández ha moderado sus discursos, pero sus decisiones muestran la misma dureza que antes que las elecciones primarias", afirmó en un vibrante editorial dominical Claudio Chiaruttini.
Cristina sin brújula: "También es maquillaje el anuncio de modificaciones al Impuesto a las Ganancias. No implicó el aumento del mínimo no imponible, es una medida por sólo 4 meses (justo para pasar las elecciones de octubre), deja muy mal parados a monotributistas y autónomos, la mitad del supuesto sacrificio fiscal lo pagan las provincias (que no fueron consultadas antes de tomar las medidas) y, en el camino, se crean un par de impuestos, pese a que la Presidente de la Nación se ufanó días antes de no haber engendrado nuevas formas de sacarle plata del bolsillo a los ciudadanos."
por CLAUDIO M. CHIARUTTINI
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Después de casi 10 años y medio de
gobierno kirchnerista y casi 6 de Cristina Fernández al frente del Poder
Ejecutivo, todavía hay miradas inocentes sobre la forma de actuar del Gobierno
después de la derrota electoral. Hablar de un giro de la administración
cristinista , como respuesta al “mensaje de las urnas”, es
dejarse dominar por una fantasía que ha beneficiado al matrimonio
Kirchner toda su carrera política: la creencia que buscan el bienestar de los
ciudadanos.
Las encuestas que no se publican, pero que circulan en forma profusa por
los despachos oficiales son concretas: los candidatos oficialistas no
levantan, y las diferencias respecto de los opositores se amplían, en
desmedro de otros candidatos no kirchneristas, produciendo la polarización que
la Casa Rosada siempre buscó, aunque entonces creía que la beneficiaba.
Reconocer que existe crisis energética y culpar a Repsol no
soluciona la crisis. Tampoco sirve que se argumente que el
acuerdo con Chevron, pese a tener cláusulas confidenciales, abusivas y
sospechosas, revertirá la situación. Hasta ahora, ni un metro
se ha excavado en Vaca Muerta.
El comportamiento de la Casa Rosada y del CEO de YPF han convertido la
crisis energética en un excusa para quebrantar la propia Ley de
Soberanía Hidrocarburífera votada cuando se confiscaron las acciones de
Repsol en YPF y para violar el texto de la Constitución Nacional reformada en
1994. ¿Es fue el mensaje que salió de las urnas en las PASO?
Inseguridad
Luego, el Gobierno publica un decreto en el Boletín Oficial
realizando modificaciones en la política de seguridad a nivel nacional y ni
siquiera hace un anuncio oficial. Y se envían 300 patrulleros a la
Provincia de Buenos Aires pero si esa era la solución a los problemas de
seguridad, ¿por qué no se tomó antes? ¿Era necesario perder las
primarias para realizar tamaña “revolución” en la
política nacional de seguridad?
Sin duda, ambas medidas son maquillaje, fuego de artificio y marketing
político para calmar los reclamos de los Barones del Conurbano y las
demandas que surgen de la encuestas. Ni más, ni menos. Los problemas de
inseguridad no se solucionarán sin una profunda reforma que alcance desde la
educación hasta las cárceles.
También es maquillaje el anuncio de modificaciones al Impuesto a las
Ganancias. No implicó el aumento del mínimo no imponible, es una medida
por sólo 4 meses (justo para pasar las elecciones de octubre), deja
muy mal parados a monotributistas y autónomos, la mitad del supuesto
sacrificio fiscal lo pagan las provincias (que no fueron consultadas
antes de tomar las medidas) y, en el camino, se crean un par de
impuestos, pese a que la Presidente de la Nación se ufanó días antes de
no haber engendrado nuevas formas de sacarle plata del bolsillo a los
ciudadanos.
Clarín y la Corte
La presencia de Ricardo Echegaray y Martín
Insaurralde en los estudios de TN confirma que los lobos se
pueden poner capas de lanas para aparecer como ovejas. La Casa Rosada
levantó la “cuarentena sanitaria” contra el Grupo Clarín para mostrar
una condescendencia y pluralismo que no exhibieron en sus discursos los
funcionaros y “amicus curiae” del Gobierno en las 2 audiencias que tuvo
la Suprema Corte de Justicia por la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual.
Es cierto que los periodistas del Grupo Clarín no supieron cómo
actuar ante 2 funcionarios kirchneristas y el silencio más absoluto
invadió la globósfera oficialista. Ambas partes se mostraron incómodas. Sin
embargo, lejos está de haberse superado el durísimo enfrentamiento político
entre el Gobierno y el multimedios.
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