miércoles, 24 de abril de 2019

Muy buena defensa de Cristina Fernández




23 abril, 2019
 N de R La Misère Porc:
Leer con suma atención la presente nota. El Sr. Rubén Lasagno, además de ser un excelente periodista, por ser vecino de los mafiosos Kirchner, conoce muy de cerca a cada uno de los personajes, lo que le otorga el derecho a hablar de cada uno de ellos. Por tanto, tomar MUY EN CUENTA, la presente nota. 
Muy buena defensa de Cristina Fernández, por parte de “Polo” Manzanares en La Cornisa





Por Rubén Lasagno


Después de ver la promocionada entrevista al Contador Manzanares, anoche en La Cornisa, programa de Luis Majul, me quedé pensando sobre la calidad de “arrepentido-colaborador” que le aceptó el Juez Claudio Bonadío a este hombre, uno de los artífices de las trampas contable de los Kirchner, desde, durante, y después de la muerte de Néstor Kirchner, yo diría hasta el mismo día en que lo detuvieron por haber abierto y adminsitrado junto con San Felicce, Sancho y Máximo Kirchner, cuentas paralelas para eludir el embargo judicial.

Si lo que tomó en cuenta la justicia como cierto y novedoso es lo que dijo anoche “El Polo” Manzanares, todo nos lleva a pensar que más que inocentes los jueces son cómplices; en cualquier juicio oral sin muchas pretensiones de justicia, con estos argumentos, la ex presidenta queda libre de toda responsabilidad, sin duda.

De una liviandad supina, sin jugarse por nada, echándole la culpa a los muertos Néstor Kirchner y Daniel Muñoz, Manzanares dejó a buen resguardo a Cristina Fernández quien de acuerdo a sus palabras solo “la veía pasar” (a toda la trama de corrupción financiera), no entendía de que se trataba y aparentemente no estaba de acuerdo con lo que ocurría, pero lo “soportaba” porque lo había heredado de Él.Increíble, tanto que alguien lo diga, como que alguien lo escuche pasivamente sin refutarlo como debe ser.

El “arrepentido” logra (al menos a ciertos colegas capitalinos) deslumbrarlos con anécdotas, cuentos incomprobables y les edulcora los oídos cholulos con detalles mínimos e intrascendentes, sin peso judicial, con escasa o nula posibilidad de ser probados, archiconocidos por todos y mucho más por quienes vivimos en Santa Cruz y conocemos a cada uno de los personajes.


Sintetizando lo que dijo Manzanares, Néstor (fallecido) tiene la culpa del manejo extraño de los fondos que hubo, era el que pergeñaba la ingeniería financiera, él (Manzanares) cumplía órdenes, Muñoz (fallecido) que acarreaba más de 1000 millones de dólares por año, “Manzanares cree que le robaba a Kirchner”; muerto el jefe Cristina Fernández heredó un negocio que desconocía y del que nunca participó, Máximo solo era un “administrador” de la herencia de su padre y Florencia no tiene absolutamente nada que ver con nada.

Reduccionismo si lo hay el de “Polo”, que mete en potencial los miles de millones de dólares que se llevaban y traían en los bolsos de los cuales “a él le decían que allí había dinero” y cuenta para reforzar la idea de que él nunca vio plata, una anécdota estúpida de cuando viajando en el Tango 01 y no se podía “estirar” porque había un gran bolso y que Néstor Kirchner le preguntó si sabía lo que contenía y Manzanares dijo que “se lo imaginó”.

Avanzada la entrevista, resultaba tan evidente la mentira, que el propio Manzanares debió reconocer que como Contador Público Nacional estaba pasando ante la opinión pública por muy estúpido, si seguía sosteniendo que el hombre que borró con liquid paper las declaraciones juradas de sus jefes para falsear todo un estado patrimonial de la familia Kirchner, giró fondos a bancos y off shore producto del lavado de dinero de los hoteles K, podía ser engañado por un secretario, llegó a reconocer que (de todas maneras) “se daba cuenta lo que estaba pasando” (menos mal…).

Más reduccionista estuvo aún cuando asumió culpas. Manzaneares circunscribió todos sus pecados a una “tentación” del momento, al que lo arrastró Daniel Muñoz, quien le habría dicho “el tren pasa una vez por la vida”. Y Manzanares, como débil es la carne, se subió. Eso nos quiere hacer creer. Los muertos no hablan, las declaraciones de Muñoz jamás se conocerán y si dijo o no dijo esa frase nadie lo sabe y en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso, indica un dicho popular, en este caso aplicable a Manzanares que trata de salvarse como puede y utiliza al periodismo para hacer y decir lo que un tribunal honesto, jamás le creería.

Nada dijo en la entrevista de su activa participación durante veinte años en los ilícitos de la familia Kirchner y el mal uso que hizo de su habilitación profesional para cometer fraude, lavado de dinero, desvío de fondos públicos, falsificación de documentos públicos y cuanto delito contemple el Código Penal. Parece que Manzanares fue un incauto llevado de la nariz por un ex presidente especulador que lo utilizó para trabajos sucios y que Daniel Muñoz, fue esa suerte de Satanás que lo condenó a su infortunio, tentándolo con la manzana envenenada, a la cual mordió.

Cuando tenía que hablar de Néstor o de Cristina, Manzanares aducía que Muñoz hablaba con “el mandante” y para dejar en claro que él no sabía si se trataba de la familia Kirchner (¿?) dijo “nunca escuché que lo nombrara o que dijera alguna palabra que me significara que estaba hablando con quien yo pienso que estaba hablando“. También le asignó a Muñoz frases como “Acá nadie roba nada, es la comisión que se le cobra la Patria, por hacer las cosas bien” y que cuando CFK dijo “menos mal que se murió” (Muñoz), Manzanares se apuró a aclarar ante Majul “Pienso que me lo dijo por lo que podía llegar a significar que Daniel revelara sus secretos. Yo creo que se refería más a Néstor. Porque el contacto fundamental de él (Muñoz) era con Néstor más que con Cristina“. Claro, los muertos no hablan, por lo tanto diga lo que diga que dijo Muñoz, tiene el mismo grado de certeza que las afirmaciones de los terraplaneros.

Manzanares no dijo nada importante. La entrevista de Majul no tiene ninguna relevancia, ni desde el punto de vista periodístico y mucho menos desde el aspecto legal o jurídico por algo que pudiera haber deslizado el contador de la corrupción K.

Un verdadero fiasco la nota a este excelso defensor de Cristina Fernández a quien dijo “le profesa amor”. En ese momento, precisamente allí, era para cerrar la entrevista. La nota (y espero que la justicia no se nutra de las mismas mentiras) fue una simple excusa para quitarle a Cristina Fernández la responsabilidad de tantos delitos que sobre ella y su familia pesan, por ser la artífice y jefa de una asociación ilícita organizada para delinquir desde el propio Estado, organización a la que Manzanares pertenecía.

Habrá que ver qué tomó el juez Bonadío por cierto de lo que dijo el contador en sede judicial. Lo importante, no son estas estupideces que anoche dijo ante las cámaras, sino los papeles donde Manzanares está más sucio que un luchador en el barro. Extraño, raro y hasta sospechoso, es que un medio saque una nota de este tipo y se escuche al imputado sin llevarlo a fondo, sin expresarle que sus dichos son incomprobables, que puede (y todo así lo indica) estar mintiendo, que no dice nada concreto y además, existe una clara intencionalidad en sus palabras por despegar a la jefa de la banda.

Una entrevista de este tipo donde no se incomoda al entrevistado que es un delincuente, no tiene peso específico y su carga se invierte al punto de hacerle pensar a muchos que puede ser una maniobra mediática para establecer lo que el propio kirchnerismo busca: despegar a la pre candidata y ver de hacerla otra vez presidente, para que todos puedan gozar de la libertad y venir por la revancha y lo que no pudieron llevarse a sus casas.

(Agencia OPI Santa Cruz)

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