viernes, 21 de febrero de 2020

Jubilados somos todos






19 Febrero 2020



Jubilados somos todos



por   Humberto Bonanata

Alberto Fernández incumplió su principal promesa de campaña: No hubo aumentos del 20% para los jubilados. Sólo un sector de quienes cobran la mínima (y no perciben ningún otro tipo de haber) recibió un bono de 5 mil pesos este diciembre, que se repitió en enero.



Vale destacar que quienes tienen una jubilación superior a los 19 mil pesos no recibieron nada, al igual que quienes cobran la mínima y tienen una pensión (de su cónyuge fallecido) o, en el peor de los casos, recibe un haber por tener a su cargo un hijo con discapacidad.

El viernes pasado ingresó un Proyecto de Ley del Poder Ejecutivo Nacional en el que en su exposición de motivos entre otro voluntarismo expone… “El gobierno nacional, en el marco de la emergencia pública se ha propuesto fortalecer el carácter redistributivo y solidario de los haberes previsionales” .... “el déficit previsional ha alcanzado en los últimos años valores cercano a los 2 puntos del P.B.I.” … “con el fin de reducir las inequidades existentes” ... “los principios de unidad y solidaridad...son aquellos por los cuales se busca asegurar a ciertos sectores ocupacionales condiciones jubilatorias más beneficiosas por el tipo de actividad que desarrollan” (sic).

Sigue diciendo la fría pluma jurídica de Vilma Ibarra: “La preservación del principio de solidaridad requiere que la protección guarde estrecha relación con el esfuerzo colectivo de los afiliados...para prevenir la generación de una redistribución regresiva… que en los hechos constituya un régimen de privilegio” (sic).

“La sanción de las modificaciones propuestas no sólo incrementará los grados de homogeneidad del sistema previsional, corrigiendo buena parte de las inequidades internas, sino también redundará en el fortalecimiento de su solvencia económica y financiera del sistema y de su credibilidad social e institucional” (sic).

Y ahora viene algo vidrioso y muy peligroso para los actuales jubilados; a saber:

“El derecho a la jubilación sólo tiene carácter de derecho adquirido, en sentido constitucional, cuando se han cumplido en vigencia del régimen de que se trate lo extremos necesarios para el otorgamiento del beneficio” (sic)

Bueno sería preguntarles a los hacedores de esta “estafa legal” -en concordancia con el título del libro de autoría del miembro del Club Político Argentino, Dr. Carlos Kreimer- si deja una puerta entreabierta para la violación de los derechos adquiridos por jubilados y pensionados, algo que lamentablemente ha sido una constante de la mayoría de los gobiernos que antecedieron a los Fernández.

Exacción ilegal, conculcación de derechos y licuación de haberes previsionales...total si ganan el juicio sus nietos brindarán en su memoria.






“El principio de intangibilidad (de la prestación jubilatoria) no puede ser definido en términos cuantitativos y desfasado de la realidad social y financiera del país” (sic) concluyen en los fundamentos del Proyecto de Ley.

Según Hernán Letcher, economista del CEPA (cercano al gobierno), “el monto agregado de jubilaciones al 29 de febrero es de 150.943,8 millones de pesos. Con la fórmula derogada del 11,56% a partir de marzo hubiera sido $ 168.392,9 millones.

En tanto, con el esquema anunciado de 1.500 pesos fijos más 2,3% ascenderá a $ 163.907,2 millones.”

Es decir, hay una diferencia en perjuicio de los jubilados de $ 5.485,7 millones por mes. En 10 meses -marzo a diciembre- el ahorro fiscal es de casi 55.000 millones de pesos.

A lo que hay que agregar el nuevo ahorro que seguro vendrá con la actualización de junio, por lo que podemos pensar que hacia fin de año el ajuste fiscal en los haberes pasivos rondará los 100.000 millones de pesos. (sic)

En consecuencia, NO ES MEJORA, ES AJUSTE.



La periodista Silvia Stang -con la excelencia que la caracteriza- escribió este sábado en “La Nación”: “El porcentaje efectivo de variación de los ingresos dependerá de cuánto se cobre hoy y los nuevos valores regirán por tres meses.


El hecho de aplicar un 2,3% más un monto fijo de $1500 determina que las subas serán de entre 3,75% y 12,96%. En el caso del haber mínimo, el ingreso mensual pasará de $14.067,93 a $15.891. El haber máximo, en tanto, pasará de $103.064,23 a $106.934,71, lo que significa un alza de solo 3,75%.


De haberse respetado la movilidad de ley, el haber mínimo sería de $15.694 y el máximo, de $114.978,45. Así, con lo ahora decidido en forma discrecional por el Poder Ejecutivo, en el primer caso se cobrarán $197 más y, en el segundo, se perderán $8043,74, ambos por mes.”


En Juntos por el Cambio expusieron que: "El esquema de actualizaciones perjudica especialmente a quienes hicieron aportes a lo largo de su vida laboral y atenta contra el valor del esfuerzo y el trabajo. No podemos olvidar que cuando Cambiemos impulsó el debate de una fórmula previsional la respuesta de quienes hoy están en el Gobierno fue bloquear las sesiones y promover la violencia y los lamentables incidentes que se produjeron frente al Congreso".


Nunca olvidaremos cuando el 14 de diciembre de 2017, encabezados por “el gordo del mortero” -aun cómodamente prófugo- lanzaron 14 toneladas contra el Congreso de la Nación cuando los legisladores de Cambiemos aprobaron la fórmula trimestral de movilidad previsional, en base -fundamentalmente- al índice inflacionario del trimestre devengado.

Por más emergencia económica que quieran imponer, la catarata de juicios en defensa de los derechos adquiridos constitucionalmente no logrará ser vulnerada por la presión social que la sustenta.

Dicho de otro modo, se socializa el sistema previsional como supo hacerlo Hugo Chávez al comienzo de la dictadura venezolana.

Gran cantidad de gobiernos estafaron y lucraron con nuestros jubilados.

Tuve el honor de acompañar a Fernando de la Rúa durante 13 años ininterrumpidos en un programa de radio que se llamó “Encuentros con la Tercera Edad”.

Ello nos permitió conocer a la franja etárea más fiel de la sociedad argentina. Aquellos que creen en los pocos políticos que se ocupan de ellos para evitar su marginalidad.

Todo se paga en la vida cotidiana y mucho más ante la mentira política.
                    
Seguramente quienes en las elecciones parlamentarias de 2021 aún estén vivos en esta sociedad hipócrita que no se cansa de sumergirlos, castigarán con su voto las falacias incumplidas de las promesas electorales.

La senectud es la etapa más sabia de la vida.

Pueden perdonar, pero nunca olvidar.

Que así sea.

Humberto Bonanata
www.humbertobonanata.com.ar


Fuente Infografías Clarín

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