lunes, 17 de febrero de 2020

EL CINISMO DEL RELATO QUE OCULTAN LOS INMORALES DESDE EL PODER Y LOS MEDIOS








16 febrero, 2020



EL CINISMO DEL RELATO QUE OCULTAN LOS INMORALES DESDE EL PODER Y LOS MEDIOS






Por  Rubén Lasagno



A riesgo de ser autorreferencial, no puedo menos que remitirme, como mínimo (porque en estos 15 años en la web he escrito decenas de notas sobre el tema) a los últimos dos informes sobre la inseguridad, la ineficacia de los medios utilizados y los funcionarios, la falta de planes y políticas y el declive de la seguridad, especialmente en nuestra ciudad, debido, no solo a la incompetencia de quienes son colocados en un cargo clave y tan sensible al cual los gobiernos provinciales no le brindan ninguna o muy poca importancia (recordemos que Santa Cruz tuvo un Secretario de Seguridad a quien era profesor de malambo/folklore), sino que en la última nota donde denunciamos hechos puntuales de robos y la realización de ritos ocultistas en un barrio de Río Gallegos, también analizamos las palabras del Ministro de Seguridad de la provincia, Lisandro de la Torre quien aplica perfectamente el principio de la falacia del discurso (hablar mucho sin decir nada).

Y solo pocos días después, precisamente en medio de un evento nacional organizado en Tucumán con los Ministros y Secretarios de Seguridad de todas las provincias, incluyendo el de Santa Cruz, bajo el pomposo nombre de Consejo Federal de Seguridad, salió a la luz lo que hace escasos días criticaba desde este espacio: la mentira permanente, el cinismo del relato y la necesidad de hacerle creer a la población que se preocupan del tema, cuando en realidad es un tema del que nadie se ocupa desde el poder y precisamente por ese motivo es un puesto donde ponen a cualquiera sin la menor idoneidad, más por relleno de una gestión que para desarrollar políticas públicas en defensa de la sociedad. Fíjese el lector que en el área de Economía, no pasa lo mismo. Allí, necesariamente, cada gobierno elige a un contador o un licenciado en la materia, por el impacto inmediato que tiene en la opinión pública cualquier alteración o crisis en la situación financiera.

El multimillonario gobernador de Tucumán, enriquecido más aún en “la década ganada” Juan Manzur, puso en carne viva el relato kirchnerista al decirle a la Ministra Frederic, sentados ambos en la mesa desde donde (supuestamente) se deben acordar, coordinar e impartir conceptos en materia de política de seguridad a los representantes de cada provincia, “Vos tenés que poner a alguien que los escuche (…) Tenés que poner a alguien que los escuche, que los atienda y después hacemos lo que nosotros queremos”.

El consejo de Manzur, dicho de una manera que denota total convicción y sobrado manejo en la práctica de la mentira, no quedó allí, sino que fue acompañado con risas cómplices de la propia Ministra de Seguridad de la Nación, en una abierta muestra de cinismo, mentira y fabulación con uno de los temas más sensibles de la sociedad: la inseguridad.

Ésto habla de lo que son y cómo actúan los hombres y mujeres que tienen a su cargo cuidar a ciudadano medio, al hombre de trabajo, al comerciante, al productor, al profesional y a las familias. Lo importante para Manzur, de acuerdo a las prácticas experienciales que a él le han dado buen resultado es: poner a alguien que escuche a la gente, a la oposición, instituciones, víctimas de la inseguridad, etc y luego de aguantarse la catarsis del quejoso y de atenderlo bien y tranquilizarlo, la ministra o quien sea esté a cargo de la seguridad en el gobierno, hará lo que quiera, menos lo que debe.



Éste es el concepto básico y descarnado del relato político, tan bien instrumentado por el kirchnerismo durante 12 años a nivel nacional, hoy vuelto a restituir en el 2020 y que por casi 30 años lo sufre Santa Cruz.

Por eso y no por otra cosa, el 10 de febrero último (hace escasos cuatro días atrás), en oportunidad de describir la realidad del barrio “Arrabales” de Río Gallegos, inserté el intertítulo “Hablar sin decir nada” y analicé los recientes dichos del Ministro de Seguridad Lisandro de la Torre a un medio del gobierno (desde donde no se le pregunta nada que lo incomode) y planteaba allí con total claridad que el discurso del funcionario se enmarcaba perfectamente en la denominada “Falacia del discurso”




A modo de conclusión escribí “Con éste tipo de respuestas no se construye seguridad, se construye engaño y se alienta la confusión. Sin embargo, estos discursos vacuos quedan claramente en contramano con la realidad, como por ejemplo la del barrio Arrabales, pero no es éste el único lugar de la ciudad que sufre el flagelo de la delincuencia. Hay sectores de Río Gallegos castigados desde hace años por el delito y en la mayoría de los casos, irresueltos”.


El cinismo del relato kirchnerista queda al descubierto en el consejo de Manzur y el festejo de “la gracia” por parte de la Ministra de Seguridad de la Nación. Todo lo demás es más fábula, más relato, más cuento chino, más mentiras. Estamos rodeados de inútiles y falaces y como en aquella nota y muchas otras dije, solo la organización social (en este caso la de los vecinos) y en cada caso particular la que pueda generar cada ciudadano para su familia, podrá minimizar el impacto que produce en todos nosotros la incapacidad, el desorden, la falta de políticas públicas y la inhabilidad de un Estado que no acompaña decentemente al pueblo en los tiempos que corren y juega a la ruleta rusa con el destino y la vida de cada uno, generando una pantalla de supuesta “proactividad” en la gestión simulando que atiende los problemas más urgentes pero, como bien dijo Manzur, finalmente, haciendo lo que quiere.


(Agencia OPI Santa Cruz)

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