11/10/13
Tras años de silencio, el símbolo de la corrupción y los vínculos entre la Venezuela chavista y el kirchnerismo vinculó su caso al de Leonardo Fariña y dijo que lo “usaron”. El circuito sigue intacto
Antonini Wilson es uno de los símbolos de la corrupción K. El venezolano expresó los negocios turbios entre el gobierno de Hugo Chávez y Néstor y Cristina Kirchner, pero la racha se le cortó cuando fue encontrado con una valija con 800 mil dólares en el aeropuerto, cuando venía de Caracas para un acto oficial.
Bajo su nombre, sin embargo, se ocultaron muchos funcionarios involucrados.
Ayer, tras años de silencio, contó parte del entramado de corrupción que teje el kirchnerismo en el poder, del cual quiso despegarse por haberlo “usado” y dijo que “no lo votaría”. Además, asemejó su caso con el de Leonardo Fariña, otro “correveidile” del circuito de dinero K. “Creo que lo usaron. Pareciera que una persona le pagó para que hiciera algo y cuando sintió que no sirvió más o que le estaba robando, lo echó", dijo. Otra vez el “perejil” expuesto ante la prensa y la Justicia, pero ningún funcionario involucrado. El entramado, pues, sigue vigente.
“Siguen las ayudas”
En este sentido, Wilson dijo: “Estoy seguro de que siguen las ayudas de alguna forma", en relación a las similitudes con el caso que involucra a Fariña, el financista Federico Elaskar y el empresario Lázaro Báez en un circuito de lavado de dinero. Incluso, al ser consultado por Báez, señaló: "Creo que es más de lo que pasa en Venezuela, son personas que se hacen ricas junto al Gobierno muy, muy, muy rápido y se crean muchos enemigos".
Así, el cuestionado empresario caribeño, “refugiado” de la Justicia argentina, habló desde Miami (meca de Ricardo Jaime y otros kirchneristas acusados) y trajo al presente los fuertes vínculos entre ambos países, vigentes aún hoy.
En este complejo tejido hay muchos actores, gobernantes y hombres de negocios (aunque aveces se confundan), y Antonini Wilson tiene su responsabilidad, aunque quiera esquivarla.
"Mucha gente piensa que lo mío fue una cosa de muchas veces, pero fui pasajero de un solo vuelo y en ese vuelo reventó todo", señaló sobre la valija de los 800 mil dólares que fueron decomisados.
Sobre aquel momento,el empresario recordó que “el que estaba nervioso era Claudio Uberti”, el funcionario K a quien acusó como responsable de endilgarle el maletín. El titular del Órgano de Control de las Concesiones Viales fue el único que debió renunciar a su cargo. Los Kirchner y un largo entramado de corrupción permanecieron al margen, al menos por ahora, de la Justicia. Años después, todo parece seguir igual. Báez, Fariña y tantos otros casos lo vienen a confirmar.
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