25/07/2013
La soja bajó un 10% en los últimos días y cotizaba en torno a los US$500 por tonelada este jueves, cuando comenzaron las especulaciones sobre el impacto en la economía local. Si bien no se advierten consecuencias en el corto plazO, los problemas podrían aparecer en 2014 con un menor ingreso de divisas y el debilitamiento de las arcas fiscales y las economías regionales.
La retracción se vio apuntalada principalmente por 2 factores: el último informe del Departamento de Agricultura de USA, que estimó una suba de la oferta; y la novedad de que China liberará 3 millones de toneladas de sus reservas.
El complejo sojero le aporta a la Argentina entre el 25% y el 30% de los ingresos por comercio exterior, por lo que el retroceso de los precios internacionales abre interrogantes sobre su impacto en la economía local.
Para David Miazzo, analista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), la caída de los precios no afectarán a la economía en el corto plazo pero señaló que un retroceso en los precios de la soja como se vio en los últimos días es algo poco común.
Sin embargo, advirtió dificultades para la cosecha de 2014 si es que se mantiene la tendencia a la baja en la cotización, lo que influiría en los precios de los contratos "a futuro".
En este sentido, el analista Salvador Di Stefano publicó en su sitio web que "a los precios actuales" el precio para la soja a mayo de 2014 será de US$288 (tras costos y retenciones) y que esto generará un desincentivo para productores que alquilen sus campos.
"Si a esto le sumamos una caída de precios, en el año 2014 podemos ver una baja de exportaciones del 10% como mínimo. Esto traería consigo un grave problema, que sería un superávit de balanza comercial muy baja para el año 2014, menos ingreso de dólares, y más stress en la cotización del tipo de cambio".
Sobre esto también apuntó el analista de FADA, que sin embargo consideró que ya no queda mucho margen para las restricciones que no sean sobre el gasto en el exterior con tarjetas de crédito. En tanto, estimó que el mayor impacto lo sentirán las economías regionales basadas en un 50% en las exportaciones de soja.
Por otro lado, consideró que como aún no es época de "decisiones de cosecha" no debería asegurarse que habrá una caída de la superficie sembrada, sobre todo cuando el cultivo sustituvo, el maíz, tampoco muestra un panorama de incentivo.
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