junio 4, 2013
Vulnerando derechos, y en un flagrante acto inconstitucional, el Gobierno nacional ahora apuntaría a controlar las cajas fuertes de los bancos. Crisis económica y la desesperación K por los dólares.
La arremetida K contra la sociedad no parece tener ningún tipo de freno. A las continuas persecuciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que es implacable con las pymes y con ciudadanos que buscan dólares para preservar sus ahorros, mientras hace la vista gorda con los amigos del poder (como Lázaro Báez, Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender entre otros personajes nefastos), ahora se le suma otra maniobra que viola derechos y garantías.
En concreto, el Gobierno nacional buscará conseguir los dólares que no tiene -la fuga de capitales continúa a ritmo sostenido por la desconfianza que despierta el gobierno- a través de una polémica herramienta de control impositivo, monitoreando el contenido de las cajas de seguridad de los bancos con scanners diseñados para tal fin.
De concretarse esta iniciativa, el espionaje K sumará otro controvertido capítulo en una historia que está repleta de irregularidades, con un Gobierno que no hace más que violar una y otra vez la Constitución Nacional.
“Esto viola no solamente el derecho a la propiedad, sino el derecho a la intimidad, además de la violación de la separación de poderes, porque uno sólo puede avanzar sobre aquello que está totalmente resguardado por el secreto bancario cuando hay una presunción seria de que esa persona está ocultando algo porque cometió un delito o porque está escondiendo bienes a pesar de ser deudor”, dijo a Hoy Daniel Sabsay, profesor titular de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Y agregó: “eso sólo lo puede decidir en un caso concreto un juez que de la orden de apertura. Todo lo demás que haga el Ejecutivo es totalmente inconstitucional”.
Para otro de los letrados consultados por nuestro diario, Andrés Gil Domínguez (profesor de Doctorado en la Universidad de Buenos Aires y profesor de Doctorado de la Universidad de Salamanca, España), dijo que “esto afecta a la intimidad y a la propiedad. Es como entrar al domicilio de alguien sin la orden de un juez competente”.
“Sería realmente una intervención muy autoritaria del Gobierno en lo que son los planes de vida de las personas”, continuó.
Mientras el Gobierno diagrama su estrategia de corte estalinista, el temor dentro de la sociedad empieza a crecer a pasos agigantados. Tan es así que según el secretario de Finanzas de la Nación entre 2002 y 2005, Guillermo Nielsen, la intención de utilizar los scanners para registrar el interior de las cajas de seguridad de los bancos está provocando una caída en el consumo de las cajas fuertes bancarias, cuya privacidad podría ser vulnerada por las propias manos del kirchnerismo. Por eso existe una tendencia a guardar los ahorros en los domicilios, con los riesgos ante la ola de inseguridad que ello implica.
“En el sector financiero lo que me están diciendo es que la gente, con el rumor de que la AFIP tiene scanners para entrar a las bóvedas de los bancos, y con los que no necesita abrir las cajas, pueden estimar cuántos fajos de billetes de dólares y euros hay en ellas”, apuntó Nielsen días atrás.
En tanto, al ser abordado por esta cuestión en particular, Daniel Sabsay explicó a Hoy que “lo que veo es una escalada cada vez mayor”.
“Pareciera que ya no hay nada que los frene, no tienen límite. En esta voluntad, evidentemente frente a la situación económica que se agrava día a día, lo que pretenden es hacerse de dólares sea como sea. Y si se concretase esto, realmente sería una suerte de saqueo y el Gobierno se pondría totalmente al margen de la ley”, destacó.
En la misma sintonía, Gil Domínguez dejó en claro que “en la medida que la Justicia no le ponga un límite y la sociedad recapacite para ver a quién tiene que votar seguramente siga esta avanzada”.
La razón de esta polémica ofensiva tiene que ver, principalmente, con el deterioro de la situación económica. El gobierno K se está quedando sin dólares, algo que se hace visible con el pronunciado descenso de reservas internacionales que se está registrando en el Banco Central.
El preocupante escenario que propone el Gobierno con sus artilugios autoritarios no hizo más que encender una mecha dentro de la sociedad, que teme por la violación a su intimidad.
Frente a este panorama, no son pocos los argentinos que decidieron proteger sus valores personales en cajas fuertes para instalar en casas u oficinas.
En este sentido, los precios van desde los $ 800 hasta $ 10 mil, dependiendo el tamaño y si la caja fuerte es de pie, como las que se utilizan en el ámbito empresarial. Muchas de ellas son de acero y los modelos también varían entre los que tienen llave, combinaciones manuales o electrónicas.
Lo sorprendente es que, por las restricciones a las importaciones impulsadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, las cajas que poseen combinaciones digitales -de origen alemán- son prácticamente imposibles de conseguir.
“Estamos vendiendo 12 cajas por día, cuando eran un producto más de nuestra oferta”, aseguraron desde un local de herrajes.
Los controles de la AFIP, el instrumento por excelencia que usa el Gobierno para rescatar los dólares que desaparecieron de su caja chica, se convirtieron en una verdadera pesadilla para los argentinos.
En los últimos tiempos, la seguidilla de políticas que buscaban perseguir a los ciudadanos comunes -por sobre los sectores concentrados y los empresarios K- motivó a que estos últimos se alzaran con fuertes reclamos como los del 8N o el 18A, claramente conmovidos por el salvaje atropello del kirchnerismo.
Las primeras quejas se escucharon luego de la instalación del controvertido cepo para la compra de dólares cuyas trabas, con el correr del tiempo, se fueron endureciendo significativamente, afectando también a la economía nacional.
Sin embargo, meses más tarde, asomó otra medida que atentó de lleno contra los turistas locales: esta vez, la cacería indiscriminada de la AFIP apuntaba a que aquellos que solicitaron dólares para viajar al exterior y no llevaron a cabo su viaje devuelvan las sumas en un plazo no mayor a los 5 días.
Se trata de dos de los ejemplos más resonantes de los últimos tiempos en torno a la metodología empleada por el organismo impositivo a cargo del polémico Ricardo Echegaray, que curiosamente está en la mira por innumerables irregularidades al frente de la AFIP (hoy)
La arremetida K contra la sociedad no parece tener ningún tipo de freno. A las continuas persecuciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que es implacable con las pymes y con ciudadanos que buscan dólares para preservar sus ahorros, mientras hace la vista gorda con los amigos del poder (como Lázaro Báez, Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender entre otros personajes nefastos), ahora se le suma otra maniobra que viola derechos y garantías.
En concreto, el Gobierno nacional buscará conseguir los dólares que no tiene -la fuga de capitales continúa a ritmo sostenido por la desconfianza que despierta el gobierno- a través de una polémica herramienta de control impositivo, monitoreando el contenido de las cajas de seguridad de los bancos con scanners diseñados para tal fin.
De concretarse esta iniciativa, el espionaje K sumará otro controvertido capítulo en una historia que está repleta de irregularidades, con un Gobierno que no hace más que violar una y otra vez la Constitución Nacional.
“Esto viola no solamente el derecho a la propiedad, sino el derecho a la intimidad, además de la violación de la separación de poderes, porque uno sólo puede avanzar sobre aquello que está totalmente resguardado por el secreto bancario cuando hay una presunción seria de que esa persona está ocultando algo porque cometió un delito o porque está escondiendo bienes a pesar de ser deudor”, dijo a Hoy Daniel Sabsay, profesor titular de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Y agregó: “eso sólo lo puede decidir en un caso concreto un juez que de la orden de apertura. Todo lo demás que haga el Ejecutivo es totalmente inconstitucional”.
Para otro de los letrados consultados por nuestro diario, Andrés Gil Domínguez (profesor de Doctorado en la Universidad de Buenos Aires y profesor de Doctorado de la Universidad de Salamanca, España), dijo que “esto afecta a la intimidad y a la propiedad. Es como entrar al domicilio de alguien sin la orden de un juez competente”.
“Sería realmente una intervención muy autoritaria del Gobierno en lo que son los planes de vida de las personas”, continuó.
El miedo al control ilimitado
Mientras el Gobierno diagrama su estrategia de corte estalinista, el temor dentro de la sociedad empieza a crecer a pasos agigantados. Tan es así que según el secretario de Finanzas de la Nación entre 2002 y 2005, Guillermo Nielsen, la intención de utilizar los scanners para registrar el interior de las cajas de seguridad de los bancos está provocando una caída en el consumo de las cajas fuertes bancarias, cuya privacidad podría ser vulnerada por las propias manos del kirchnerismo. Por eso existe una tendencia a guardar los ahorros en los domicilios, con los riesgos ante la ola de inseguridad que ello implica.
“En el sector financiero lo que me están diciendo es que la gente, con el rumor de que la AFIP tiene scanners para entrar a las bóvedas de los bancos, y con los que no necesita abrir las cajas, pueden estimar cuántos fajos de billetes de dólares y euros hay en ellas”, apuntó Nielsen días atrás.
En tanto, al ser abordado por esta cuestión en particular, Daniel Sabsay explicó a Hoy que “lo que veo es una escalada cada vez mayor”.
“Pareciera que ya no hay nada que los frene, no tienen límite. En esta voluntad, evidentemente frente a la situación económica que se agrava día a día, lo que pretenden es hacerse de dólares sea como sea. Y si se concretase esto, realmente sería una suerte de saqueo y el Gobierno se pondría totalmente al margen de la ley”, destacó.
En la misma sintonía, Gil Domínguez dejó en claro que “en la medida que la Justicia no le ponga un límite y la sociedad recapacite para ver a quién tiene que votar seguramente siga esta avanzada”.
La razón de esta polémica ofensiva tiene que ver, principalmente, con el deterioro de la situación económica. El gobierno K se está quedando sin dólares, algo que se hace visible con el pronunciado descenso de reservas internacionales que se está registrando en el Banco Central.
Los argentinos guardan los ahorros en casa
El preocupante escenario que propone el Gobierno con sus artilugios autoritarios no hizo más que encender una mecha dentro de la sociedad, que teme por la violación a su intimidad.
Frente a este panorama, no son pocos los argentinos que decidieron proteger sus valores personales en cajas fuertes para instalar en casas u oficinas.
En este sentido, los precios van desde los $ 800 hasta $ 10 mil, dependiendo el tamaño y si la caja fuerte es de pie, como las que se utilizan en el ámbito empresarial. Muchas de ellas son de acero y los modelos también varían entre los que tienen llave, combinaciones manuales o electrónicas.
Lo sorprendente es que, por las restricciones a las importaciones impulsadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, las cajas que poseen combinaciones digitales -de origen alemán- son prácticamente imposibles de conseguir.
“Estamos vendiendo 12 cajas por día, cuando eran un producto más de nuestra oferta”, aseguraron desde un local de herrajes.
La AFIP y su política intimidatoria
Los controles de la AFIP, el instrumento por excelencia que usa el Gobierno para rescatar los dólares que desaparecieron de su caja chica, se convirtieron en una verdadera pesadilla para los argentinos.
En los últimos tiempos, la seguidilla de políticas que buscaban perseguir a los ciudadanos comunes -por sobre los sectores concentrados y los empresarios K- motivó a que estos últimos se alzaran con fuertes reclamos como los del 8N o el 18A, claramente conmovidos por el salvaje atropello del kirchnerismo.
Las primeras quejas se escucharon luego de la instalación del controvertido cepo para la compra de dólares cuyas trabas, con el correr del tiempo, se fueron endureciendo significativamente, afectando también a la economía nacional.
Sin embargo, meses más tarde, asomó otra medida que atentó de lleno contra los turistas locales: esta vez, la cacería indiscriminada de la AFIP apuntaba a que aquellos que solicitaron dólares para viajar al exterior y no llevaron a cabo su viaje devuelvan las sumas en un plazo no mayor a los 5 días.
Se trata de dos de los ejemplos más resonantes de los últimos tiempos en torno a la metodología empleada por el organismo impositivo a cargo del polémico Ricardo Echegaray, que curiosamente está en la mira por innumerables irregularidades al frente de la AFIP (hoy)
ALGUNOS ARGENTINOS, CON CEREBRO DE MOSQUITO Y/O RESENTIDOS SOCIALES, FESTEJARÍAN ESA BARBARIDAD.
ResponderEliminarOPINO QUE HA LLEGADO LA HORA DE INTERPONER UN JUICIO DE INSANÍA A LA PRESIDENTE.
AL MARGEN DE QUE LO CONCRETE, SÓLO LA IDEA PRUEBA QUE ESTÁ LOCA !!!!
ADEMÁS, LAS CAJAS QUE HAY QUE ABRIR Y CONFISCAR SUS CONTENIDOS SON LAS DE ELLA __MEJOR DENOMINADAS BÓVEDAS__Y LAS DE SUS SECUACES. HAN CONVERTIDO LA CASA DE GOBIERNO EN LA CUEVA DE ALÍ BABÁ Y CIENTOS DE LADRONES.