jueves, 18 de junio de 2015

Voten como quieran pero sepan que con los K no hay laburo




17/06/201523:25

MERCADO LABORAL EN LA CUERDA FLOJA


¿Cómo puede ser que haya gente que opine que hay estabilidad cuando no sólo hay una estanflación importante sino que faltan inversiones directas y, por lo tanto, no hay generación de nuevo empleo privado? Porque el empleo público ni es productivo ni es necesario. Hoy día el empleo público que se genera es más bien una beca política que se le obliga a pagar a los contribuyentes. El empleo que importa es el privado, que escasea en forma dramática pero hay alguna gente que le parece que no es un tema importante... Interesantes los datos que aporta la consultora Economía & Regiones:



"(...) Por lo general, cuando las recesiones económicas empiezan a afectar al mercado laboral, las firmas no reducen los salarios de sus empleados. Por el contrario, los mecanismos de ajuste más comunes son las reducciones horarias o directamente el despido de asalariados. El hecho de que la estrategia del gobierno sea usar el tipo de cambio como ancla nominal agrava el problema, porque la rigidez del salario a la baja sumada al tipo de cambio cuasi fijo (o atrasado) hace quelos salarios medidos en términos de bienes transablesy dólares, se tornen relativamente caros. (...)"


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Economía & Regiones). Los eslabones del derrotero en el cual se encuentra inmersa nuestra economía están reflejados en el mercado laboral. El sistema económico va perdiendo la capacidad de generar puestos de trabajo, el desempleo se incrementa y la gente se retira del mercado.  
Los datos del mercado laboral correspondientes al 1er. trimestre del año corroboran la dificultad estructural de nuestra economía para generar nuevos puestos de trabajo.  
En concreto, la EPH revela un estancamiento de la tasa de desempleo en torno a 7.1% de la PEA (Población Económicamente Activa). No  obstante, ésta se mantiene en los mismos niveles que exhibía hace un año, como consecuencia de una caída simultánea de la tasa de empleo y de la actividad que descienden a 41.4% y 44.6% respectivamente.  
En otros términos, la  desocupación no se incrementa porque el mercado laboral se achica sucesivamente, tanto por el lado de la demanda como de la oferta de trabajo.
Los Números del Mercado Laboral
La  tasa de empleo (41.4%)  viene cayendo (0.4 p.p. interanual en IT’15) desde 2011 dejando entrever que el sistema  económico argentino no tiene capacidad de absorber el empleo que requiere el crecimiento de la población. 
Actualmente, nuestra economía tiene la menor tasa de empleo desde el 2007.Esto sucedeen un marco en el cual el nivel de actividad (medidoa través del  índice PBG  E&R)  lleva más de 6 trimestres de estancamiento y se redujo un 0.5% interanual en el 1er. cuarto de este año.
Paralelamente, la tasa de actividad cae sucesivamente desde “el pico” (46.3% de la PEA) alcanzado en 2011 y desciende a 45.2%, con una merma implícita de 0.4 puntos porcentuales.
Es  decir, la oferta de trabajo también se contrae, probablemente por un efecto “desánimo” que induce a que los desocupados dejen de buscar empleo y se retiren del mercado.
En pocas palabras, la recesión provoca una contracción de la demanda (tasa de empleo) de empleo que no se traduce en un aumento del desempleo porque se compensa con una reducción  de aquellos que buscaban trabajo; de modo tal que el efecto “desánimo” funciona como red de contención del desempleo en una economía sin capacidad para generar los puestos de trabajo.  
Dicho de otro modo, la tasa de desempleo informada por el INdEC se encuentra minimizada por el hecho que la gente deja de buscar trabajo cuando ve que no lo encuentra.
En este punto vale la pena detenerse. La alteración de los datos correspondientes al mercado de trabajo que realiza el INdEC queda en evidencia cuando se aprecia que la relación entre la tasa de actividad (oferta laboral) y la tasa de empleo (demanda de trabajo) cambia a partir de 2011; justo cuando la economía deja de crecer y se deja de crear empleo. 
Esta correlación (relación lineal) entre oferta y demanda de trabajo pasó de 22% (2003-2010) a 97% (a partir del 2011). Es decir, según los datos de INdEC, la tasa de empleo y de actividad (oferta y demanda de trabajo) se mueven en paralelo desde el 2011 hasta la actualidad.  
En otras palabras, antes de 2011 la gente no dejaba de buscar trabajo en forma tan marcada cuando el empleo empezaba a menguar y en consecuencia la tasa de desempleo aumentaba.
Sin embargo, a partir de 2011, los datos del INdEC muestran que los desocupados se desaniman rápidamente cuando la economía empieza a destruir empleo (cae la tasa de empleo) y viceversa. Este cambio tan marcado de la corrección –que evita aumentos del desempleo-agrega un manto de duda  sobre los relevamientos de la EPH y sus resultados acerca del mercado laboral. Corrigiendo este fenómeno  y computando una tasa de actividad similar a la del año  2010 (46%), la tasa actual de desempleo alcanzaríaun 9.8% en el 1er. trimestre  de 2015, ubicándose 2.7 puntos porcentuales por encima  de lo informado oficialmente(7.1%).
Más allá de la veracidad de las estadísticas del INdEC y sus números publicados, el avance de la tasa de subocupación, que alcanza un 7.6% de la PEA (905.000   trabajadores)y aproximadamente al 8.2% de los ocupados, también muestra la actual debilidad del mercado laboral. Este concepto de subocupación es relevante para definir la calidad de los puestos de trabajo, ya que en general los empleados “sub-ocupados” cuentan con empleos de baja productividad y remuneración. De modo que, si se recalcula la tasa de desempleo incluyendo a los sub-ocupados, la tasa de desempleo ascendería a 14.7% de la PEA.
Además, cabe resaltar que las dificultades que atraviesa nuestro mercado laboral responden a las malas políticas aplicadas internamente. En contraste con las  estadísticas de los países latinoamericanos, Argentina sigue superando el promedio de desempleo de la región.  
Según datos recopilados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el promedio de desempleo de las  principales economíasde la región alcanzaría un 6.7% en 2015,  destacándose Colombia, Venezuela y Argentina  como los países con mayores tasas  de desocupación (las más bajas corresponden a Bolivia, México, Ecuador y Paraguay). 
Peor aún, si se considera el período comprendido entre 2011 y la actualidad, se observa queArgentina fue uno de los países en los cuales más aumentó el desempleo junto con Uruguay y Venezuela; mientras la mayoría de los países pudieron reducir la tasa  de desocupación.
Además, si en lugar de utilizar los datos de INdEC, se usa el desempleo recalculado anteriormente (que considera la tasa de actividad de 2010), el desempleo argentino  se presentaría como el mayor de la región (excluyendo a Venezuela), dejando entrever que la actual administración no ha podido igualar el desempeño del resto de los países de la región en materia de generación de puestos de trabajo, tras una década de bonanza externa, con términos de intercambio favorables para nuestras exportaciones.
El empleo por Sectores
Los datos son igual de alarmantes si se estudia la generación de empleo registrado en el sector privado.  
En  concreto, durante el 1er. cuarto del 2015 se observa que la generación de empleo sigue totalmente estancada y se ubica por debajo del  máximo  alcanzado durante el 2013.  
De acuerdo a la información de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo,que releva alrededor de 2.400 empresas localizadas en 8 centros urbanos del país, el nivel de empleo registrado del sector privado se incrementó levemente (+0,1%) en el IT-15 con respecto al IVT-14. 
No obstante, si se realiza la comparación con el mismo período de 2014 se verifica una reducción de 0.2%. Esta moderada contracción interanual representa la mitad de la caída porcentual verificada en el 4to. Trimestre 2014 (-0.4%).
De todos modos, si consideramos lo que ocurre hacia dentro de las actividades económicas se observa un  panorama muy heterogéneo para los diferentes mercados laborales  de  cada sector.Considerando la dinámica de los últimos 4 trimestres, solamente 2 de los 7 sectores relevados han aumentado su dotación de trabajadores. 
Por el contrario, la construcción (-2.3% a/a), el comercio (-2.1% a/a), los servicios financieros (-1.1% a/a), la industria (-0.7%  a/a) y la distribución y generación de electricidad, gas y agua (-0.2% a/a) presentan caídas en su stock de trabajadores entre el primer trimestre de 2015 y el mismo período del año pasado.
En especial, cabe resaltar que los sectores que destruyeron empleo en los últimos trimestres representan aproximadamente el 65% de la demanda de empleo registrado del sector privado. 
Es decir, tanto la industria manufacturera (20%), como los servicios financieros y empresariales (17%), la construcción (7%), el comercio (19%)y el suministro de electricidad, gas y agua (1.1%) resultan actividades claves para este segmento del mercado de trabajo. 
En especial solamente la industria, los servicios empresariales/financieros y el comercio, que se caracterizan por ser 3 sectores concatenados verticalmente, absorben el 56% del empleo. 
Por ende, cuando los 3 atraviesan problemas de oferta agregada e inversión, sus mercados laborales reflejan conjuntamente dichas dificultades.
Por último, cabe resaltar lo que ocurre hacia dentro del sector manufacturero argentino, que además de ser el sector más demandante de empleo de todo el sistema productivo local (20% de empleo registrado privado), se encuentra directa e indirectamente relacionado con el nivel de actividad (y la demanda de empleo) de muchos otros sectores vinculados, como las actividades primarias, el transporte, los servicios empresariales en general y el comercio en particular.
Lo llamativo de esta actividad es que, según los datos de INdEC, la industria presenta un problema de rigidez salarial que le impide adaptarse a la coyuntura y vuelva a  crecer. 
En concreto, durante el 1er. trimestre del año, tanto los obreros ocupados de la  industria (-1.9% a/a), las horas trabajadas (-1.1%  a/a), el volumen físico producido (-1.9% a/a) cayeron; mientras que el salario promedio por obrero ocupado se incrementó(+33.3%), incluso más que la inflación (+31.9%a/a). Este fenómeno  de  aumento del salario real con caída de producción y del empleo empeora las condiciones del mercado laboral industrial. 
En efecto, las rigideces salariales tienen una relevancia crucial en las fases recesivas del ciclo económico ya que la falta de ajuste del salario a la baja, puede  generar aumentos del desempleo.
Por lo general, cuando las recesiones económicas empiezan a afectar al mercado laboral, las firmas no reducen los salarios de sus empleados. Por el contrario,  los mecanismos de ajuste más comunes son las reducciones horarias o directamente el despido de asalariados.
El hecho de que la estrategia del gobierno sea usar el tipo de cambio como ancla nominal agrava el problema, porque la rigidez del salario a la baja sumada al tipo de cambio cuasi fijo (o atrasado) hace quelos salarios medidos en términos de bienes transablesy dólares, se tornen relativamente caros. 
Es decir, el salario se torna relativamente caro y consecuentemente, los bienes no transables -que no se pueden sustituir con importaciones- también. Lo que se termina trasladando a toda la estructura de costos, desincentivando la producción, las exportaciones y la demanda de empleo.
En síntesis, las diferentes fuentes de información pública (oficial) que relevan la dinámica del mercado laboral ponen de manifiesto la dificultad  que  padece  nuestraeconomía para generar empleo genuino.  
Con  diferente grado verosimilitud, la EPH del INdEC, la EIL del Ministerio  de  Trabajo, las estadísticas laborales de Latinoamérica relevadas por el FMI y la información de INdEC correspondiente al sector manufactureroen particular verifican que el sector privado doméstico ha perdido la capacidad de absorber el empleo que nuestra sociedad necesita. 
Según la EPH el desempleo todavía no se incrementa significativamente porque los desocupados“desalentados” estarían dejando el mercado de trabajo.  
Sin  embargo, si se corrige la tasa de actividad (según los niveles que  presentaba  en 2010) el desempleo sí aumentaría marcadamente, superando al 9% de la PEA, y empezaría a ser un verdadero problema a considerar.

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