La política del gobierno enfrenta
a jóvenes con ancianos
La vida si la comparamos como una larga senda en el espacio, comienza ancha, llena de posibilidades y tiempo, pero a medida que éste transcurre se va afinando hasta que finaliza como dos paralelas que se unen.
Sin embargo, el gobierno, para consumar sus planes electorales no concibe a la vejez con el concepto humanístico, que unos seres humanos tienen más tiempo que otros: es decir la juventud, tiene menos urgencias y más posibilidades que un anciano.
Concretamente nos estamos refiriendo a la toma de los fondos de la Anses y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para implementar planes para la construcción de casas para las personas jóvenes. Y esto es una injusticia porque las jubilaciones tanto sean las mínimas, que están mil pesos debajo de la línea de pobreza, y el resto, no alcanza para una subsistencia digna, por supuesto exceptuando a las jubilaciones de privilegio, lo cual significa un despojo a la ancianidad, cuyos derechos tanto publicitara Perón en su oportunidad.
También es una injusticia que al plantearse esta dicotomía se suscite un enfrentamiento entre jóvenes y ancianos: unos que reclaman créditos del Estado para concretar la necesidad de una vivienda propia, a pagar con el esfuerzo de su propio trabajo, y otros que pretenden, con justo derecho, que se dé cumplimiento a los dictados de la Corte Suprema que obliga al gobierno al pago del 82 por ciento móvil y no distraiga los fondos sociales en planes, como el que hoy nos ocupa, u otros como aquellos que se destinan para la compra de notebooks, o a financiar el déficit fiscal, o a cualquier otro fin que no son los específicos de la llamada tercera edad.
Cuando nos referimos al cumplimiento del gobierno a lo decidido por la Corte, es lisa y llanamente el fiel cumplimiento de lo prescripto, y no a producir valoraciones propias según su entender y, más aún, si se aplican con carácter electoralista.
El uso indiscriminado de los fondos de la Anses tiene características inconstitucionales, porque están fuera de la ley al ser ordenados por resoluciones del Poder Ejecutivo sin la intervención del Congreso Nacional. También la adjudicación de tierras fiscales requieren la aprobación legislativa en cumplimiento del artículo 75º inciso 5, que dice como facultad del Congreso: “Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad nacional”.
Da la sensación, a partir de los dichos del nuevo “profesor económico”, Axel Kiciloff, (al decir de Lanatta), que esta medida ha sido regida temerariamente, por la decisión del gobierno de la Ciudad de otorgar una línea de créditos para la vivienda anticipándose al gobierno nacional.
Esta historia de recurrir a los fondos de jubilación es una vieja práctica en la que han incurrido distintos gobiernos. Como el peronismo hace citas de su jefe máximo cuando quiere probar ciertas medidas de este gobierno, nosotros también vamos a remitirnos a la opinión que Perón tenía de la estatización del sistema previsional. Dijo por cadena nacional el 30 de noviembre de 1973: “Nosotros comenzamos a estudiar estos problemas cuando todos nuestros viejos estaban abandonados. No quisimos hacer un sistema previsional estatal porque yo conocía y he visto ya en muchas partes, que esos servicios no suelen ser eficientes ni seguros, dejándole al Estado libre de una obligación que siempre mal cumple.
Es la experiencia que tengo en todas las partes donde estos sistemas los he conocido (que hay en varias partes)… Para mí eso es un robo, porque no era plata del Estado, era plata de la gente que había formado esas sociedades y esas organizaciones. Fue un asalto. Entonces naturalmente que después de ese asalto los pobres jubilados comenzaron a sufrir las consecuencias de una inflación que no pudo homologar ningún salario ni ninguna jubilación”. Y es esto exactamente lo que está aplicando el mal gobierno de Cristina Kirchner.
Esta presidente hace de las prácticas inconstitucionales una forma de gobierno, parece que se quisiera jactar de no acatar las normas de la Corte Suprema y disponiendo a su antojo de las formas republicanas. Es necesario que de una vez por todas sea el Congreso quien actúe poniéndole coto a este accionar alocado del gobierno.
Fuente: www.historiaconopinion.com.ar
Autor: Rodolfo Sala
Sin embargo, el gobierno, para consumar sus planes electorales no concibe a la vejez con el concepto humanístico, que unos seres humanos tienen más tiempo que otros: es decir la juventud, tiene menos urgencias y más posibilidades que un anciano.
Concretamente nos estamos refiriendo a la toma de los fondos de la Anses y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para implementar planes para la construcción de casas para las personas jóvenes. Y esto es una injusticia porque las jubilaciones tanto sean las mínimas, que están mil pesos debajo de la línea de pobreza, y el resto, no alcanza para una subsistencia digna, por supuesto exceptuando a las jubilaciones de privilegio, lo cual significa un despojo a la ancianidad, cuyos derechos tanto publicitara Perón en su oportunidad.
También es una injusticia que al plantearse esta dicotomía se suscite un enfrentamiento entre jóvenes y ancianos: unos que reclaman créditos del Estado para concretar la necesidad de una vivienda propia, a pagar con el esfuerzo de su propio trabajo, y otros que pretenden, con justo derecho, que se dé cumplimiento a los dictados de la Corte Suprema que obliga al gobierno al pago del 82 por ciento móvil y no distraiga los fondos sociales en planes, como el que hoy nos ocupa, u otros como aquellos que se destinan para la compra de notebooks, o a financiar el déficit fiscal, o a cualquier otro fin que no son los específicos de la llamada tercera edad.
Cuando nos referimos al cumplimiento del gobierno a lo decidido por la Corte, es lisa y llanamente el fiel cumplimiento de lo prescripto, y no a producir valoraciones propias según su entender y, más aún, si se aplican con carácter electoralista.
El uso indiscriminado de los fondos de la Anses tiene características inconstitucionales, porque están fuera de la ley al ser ordenados por resoluciones del Poder Ejecutivo sin la intervención del Congreso Nacional. También la adjudicación de tierras fiscales requieren la aprobación legislativa en cumplimiento del artículo 75º inciso 5, que dice como facultad del Congreso: “Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad nacional”.
Da la sensación, a partir de los dichos del nuevo “profesor económico”, Axel Kiciloff, (al decir de Lanatta), que esta medida ha sido regida temerariamente, por la decisión del gobierno de la Ciudad de otorgar una línea de créditos para la vivienda anticipándose al gobierno nacional.
Esta historia de recurrir a los fondos de jubilación es una vieja práctica en la que han incurrido distintos gobiernos. Como el peronismo hace citas de su jefe máximo cuando quiere probar ciertas medidas de este gobierno, nosotros también vamos a remitirnos a la opinión que Perón tenía de la estatización del sistema previsional. Dijo por cadena nacional el 30 de noviembre de 1973: “Nosotros comenzamos a estudiar estos problemas cuando todos nuestros viejos estaban abandonados. No quisimos hacer un sistema previsional estatal porque yo conocía y he visto ya en muchas partes, que esos servicios no suelen ser eficientes ni seguros, dejándole al Estado libre de una obligación que siempre mal cumple.
Es la experiencia que tengo en todas las partes donde estos sistemas los he conocido (que hay en varias partes)… Para mí eso es un robo, porque no era plata del Estado, era plata de la gente que había formado esas sociedades y esas organizaciones. Fue un asalto. Entonces naturalmente que después de ese asalto los pobres jubilados comenzaron a sufrir las consecuencias de una inflación que no pudo homologar ningún salario ni ninguna jubilación”. Y es esto exactamente lo que está aplicando el mal gobierno de Cristina Kirchner.
Esta presidente hace de las prácticas inconstitucionales una forma de gobierno, parece que se quisiera jactar de no acatar las normas de la Corte Suprema y disponiendo a su antojo de las formas republicanas. Es necesario que de una vez por todas sea el Congreso quien actúe poniéndole coto a este accionar alocado del gobierno.
Fuente: www.historiaconopinion.com.ar
Autor: Rodolfo Sala
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