CARTAS AL PAÍS
17/04/13
“Voy a la marcha del 18A para defender mis ideas”
Elegí ser docente en 1967 porque soy un idealista. Elegí Ciencias de la Educación porque creo en la palabra. En ese entonces, algunos militantes elegían las armas para la “revolución”. Yo pensaba que el lugar de mi lucha era el aula. Mostrarles a los que estaban creciendo distintas perspectivas de la cultura social, política y económica. Hablarles de la diversidad en democracia y del pluralismo. Por sobre todo, que aprendieran el derecho a disentir y a opinar en libertad, que evitaran sujetarse a los dogmatismos de cualquier especie, sin maltratos ni violencias, con argumentos y dejando las puertas abiertas a las conclusiones personales. Pero lo que estoy viviendo pasa todos los límites de lo soportable y necesito quejarme.
Los oficialistas sólo dan discursos y, soberbios en sus entelequias irracionales y de poco sentido común, no escuchan reclamos y pareceres distintos a los suyos. Están decididamente dispuestos a avasallar a todas las instituciones. A mi propia institución como persona. Y cuando pretenden dialogar, al rato se exasperan, levantan la voz y atropellan con todo lo que se coloque en el camino. Acusan de golpista por pensar distinto. La Presidente se va a la fiesta chavista para no escuchar desde la quinta las quejas (¿actitudes de soberbios o cobardes?), como si ya estuviera cantado el triunfo sin los votos. Pero la Presidenta desconoce que el ruido de las protestas llegarán a Venezuela y no podrá evitar escuchar a pesar de la distancia.
Los ecos de la indignación no son cuestión de distancias en estas épocas de medios globalizados. Y si no los hubiere, yo creo en las magias de los pueblos y como dijo Evita: ”Volveré y seré millones”, y esas voces millonarias de la movilización de muchos enojados, indignados y hartos de la obediencia debida.
Pueden que muchos no vayan, así son las cuestiones cuando la sociedad no se masifica. Cuando la sociedad no está sojuzgada en regímenes fascistas. Unos, porque están convencidos de que no vale la pena y que igual vamos al abismo, bajan los brazos de la esperanza. Otros, porque creen que este modelo es el mejor y no apoyan el “golpe mediático y de la corpo”. También, por miedo. La protesta del 18A no es “destruir al Gobierno elegido en democracia”, sino oponerse, juntos, a lo que muchos consideran una locura y un ultraje. Y yo voy a ir porque mi único miedo es no defender mis ideas.
Jorge Luque
jorge.luque@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario