febrero 2, 2014 at 14:44
El primer día de febrero del
2004 (domingo lluvioso) Clarín llegó a nuestras manos con una nota en
doble página de la Sección Economía que cambió el rumbo de muchos
“excluidos” que teníamos que esperar años para jubilarnos.
Aquella
nota mostraba el resumen de cientos de mensajes que se recibieron en la
sección Cartas al País de Clarín durante los últimos meses del año 2003
dando cuenta a un reclamo legítimo : trabajo o prestación jubilatoria.
Formábamos
parte de esos trabajadores que quedamos en una grieta provocada por el
desempleo y la reforma previsional de 1994; muchos carecíamos de obra
social o cobertura médica prepaga y a pesar que contábamos con una
riquísima experiencia laboral no conseguíamos un trabajo formal por la
edad, éramos “viejos para trabajar y jóvenes para jubilarnos”.
De
aquélla cumbre de prejubilados donde decidimos formar un frente para
reclamar trabajo, jubilación o cualquier auxilio que nos rescatara nació
la ASOCIACION 50 A 60 que presido y presentó al Congreso un
anteproyecto de ley confiando que el Gobierno incorporara en la agenda
la discusión del tema y encontrara una solución.
La
denominación 50 a 60 es sólo ilustrativa, ya que siempre nos preocupa
la dificultad de conseguir trabajo a partir de los 45
años. Trabajamos por los derechos de todos los adultos
mayores.
Esa solución
llegó finalizando el 2004 cuando en diciembre se aprobó en ambas Cámaras
legislativas el proyecto de ley denominado “Prestación Anticipada por
Desempleo” – Ley 25994. Dicha ley que estuvo vigente hasta el 30 de
abril del 2007 permitió acceder al beneficio a más de 500.000 personas
que contaban con 30 años de aportes y no alcanzaban la edad establecida
para solicitar la jubilación ordinaria.
Sancionar una nueva ley de “jubilación anticipada” es cumplir con la solidaridad social que consiste en colaborar de manera desinteresada con el bien común y el orden social. Y no puede haber orden social sin la inclusión de esos ciudadanos que perdieron el derecho de acceder al beneficio previsional porque la ley 25994 llegó a su finalización y éstos nunca pudieron reinsertarse en el mercado laboral.
Transcurrieron 10 años desde aquél febrero de 2004 y mientras el país envejece y la población adulta crece en forma récord, el reclamo no perdió actualidad y la discriminación laboral por edad es la causa visible del problema.
La
discusión sobre los fondos del ANSeS cobra vigencia día a día. Es hora
de preguntarse, entonces, si estas personas discriminadas del mercado
laboral son culpables de los pésimos manejos que el Estado hizo y hace
de sus recursos y, de brazos cruzados deben seguir esperando la sanción
de una nueva ley de “jubilación anticipada”.
En
nombre de la ASOCIACION 50 A 60 convocamos a quienes se encuentren
comprendidos en esa franja de la sociedad que está desempleada, cuenta
con 30 años de aportes y aún no alcanzó la edad para solicitar el
beneficio jubilatorio a sumarse a un nuevo anteproyecto que
presentaremos en el mes de marzo cuando comience el período legislativo.
Nuestro
lema sigue vigente: LA UNION HACE LA FUERZA y si nos comprometemos
seguramente podremos reeditar aquel glorioso año 2004.
Alicia Gaitán: Presidenta de la ASOCIACION 50 A 60

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