13 de Diciembre del año 2013 - 1214
Un humilde tucumano, excelente jugador de golf,
Andrés Romero, hizo unas declaraciones sobre los saqueos en su provincia natal,
Tucumán, que dan una idea de lo que allí pasó y seguirá pasando en el país.
Al volver de una de sus giras por el exterior, donde ha tenido una excelente actuación, fue a su casa en Tucumán y salió en auto con su hija y lo que vio le produjo espanto. "Mientras manejaba ví ahí un grupo, armado con escopetas y otras armas, quería saquear un local. Y yo decía *M....¿donde estamos? Parecía una guerra. Y después pasó lo que pasó: hubo familias a las que no les quedó nada, perdieron todo por culpa de gente que además de robar destrozaba todo lo que se les cruzaba por delante. Ver que la provincia quedó prácticamente en llamas me dejó muy preocupado. Nunca en mi vida padecí algo así. El respeto se perdió en forma total...Por lo que vi en las fotos del diario *La Gaceta* de Tucumán, se movían de a trescientas personas y con más de cien motos; era increíble."
El periodista le preguntó. "¿Creés que estuvo todo organizado? -No lo sé -respondió Romero-, pero sí estoy seguro de que no era un saqueo por necesidad de comida, sino por cualquier otra cosa. Salían de los locales con plasmas, con aparatos de aire acondicionado. Ví un supermercado que se quedó sin nada, con los estantes tirados por cualquier lado. No podía creerlo. Me puse a pensar que no estuvimos tan lejos de lo que se vivió en Irak y en Siria."
"¿Como ves al país, más allá de este brote de saqueos? -Yo vivo una irrealidad. Tengo la suerte de que trabajo en el exterior y cuando vuelvo a Tucumán me siento de vacaciones y no siento la provincia bien desde dentro. Mis amigos venían diciéndome que el país estaba muy mal y yo les contestaba: *No sé qué le ven de malo* Y enseguida me respondían: *¡Vos porque vivís afuera y venís de vacaciones!* Pero ahora comprobé que estamos muy mal. Es el momento de que el pueblo esté más unido y fuerte que nunca. Hay que tratar de no caerse como sociedad." ("La Nación", sección "Deportes", 13/12/2013, pag. 12).
Este hombre, por vivir en el exterior, no sabía lo que está pasando en la argentina. Una vez que tuvo la triste experiencia que relata, recién entonces, se dio cuenta cual es la realidad. Y sacó las conclusiones inteligentes que debían sacarse: 1) "estamos muy mal"; 2) "es el momento de que el pueblo esté más unido y fuerte que nunca", es decir, hay que unirse y organizarse para defender la patria y 3) "hay que tratar de no caerse como sociedad", o sea, el país corre el grave peligro de desaparecer y es necesario impedirlo.
* * *
Lástima que los que viven aquí y tienen más cultura que este sencillo jugador de golf, que ven todos los días cómo el país se cae a pedazos -no solamente por los saqueos-, no sacan la misma conclusión que él y no se dan cuenta del enorme riesgo que corremos de precipitarnos en la disolución social, o, lo que es lo mismo, en la tiranía de un grupo comunista que destruye todos los lazos naturales de la sociedad y los reemplaza por la fuerza bruta al servicio de una ideología atea y materialista que mantiene una apariencia de sociedad entre dominantes y dominados.
Tampoco se dan cuenta de que "el pueblo debe estar más unido y fuerte que nunca", para lo cual, hay que organizarse con dirigentes auténticos, inteligentes, justos, valientes y honestos. Pueden hacerlo, pero no quieren y mientras tanto, "se viene la noche", cada vez más rápido.
* * *
La historia de esta última semana es la continuación de un proceso iniciado formalmente en el 2003, cuando Kirchner usurpó la presidencia de la Nación, aunque sus primeras causas están muchos años atrás.
En el 2003 se empezó a poner en marcha un plan científicamente elaborado, no por Kirchner que era un infradotado, sino por un grupo de marxistas-leninistas que sabe cómo se toma el poder en un país, como se lo conserva y se lo incrementa, qué se debe destruir y qué ideas deben prevalecer y cuales deben desaparecer.
Ese grupo puede ser el CELS, presidido por Verbitzky u otro que no se menciona jamás, pero que sin duda existe. Es evidente que la inteligencia y la habilidad con que están conduciendo este proceso sin causar sobresaltos ni resistencias incómodas, demuestra que son gente que ha estudiado en profundidad el sistema revolucionario. Hasta el auge de la delincuencia común tiene un papel dentro de ese plan.
Huelga decir que no tienen ningún respeto por la vida, ni por la Justicia, ni por la propiedad, ni por la familia, ni por ninguna otra forma de Bien. Su única moral es el éxito de la revolución que están realizando y no habrán de detenerse ante nada sino es ante una fuerza superior y más capaz.
Por eso desde los primeros días de la usurpación de Kirchner en el 2003 empezaron la demolición de las FFAA, usurparon el Poder Judicial, montaron un aparato de fraude electrónico que los hace invencibles por la vía electoral, sobornaron a la prensa y a la plebe, sedujeron al alto clero, progresista en su casi totalidad, y construyeron una "oposición" falsa a su medida. Al mismo tiempo fomentaron el surgimiento de una clase de "nuevos ricos", fruto de la corrupción, funcionarios y empresarios supuestamente independientes, que llevan una vida fastuosa pero precaria porque depende enteramente de la sumisión al régimen. Estos son usados como pantalla para hacer creer que las cosas no están tan mal. Eso engañó a Romero, por ejemplo, hasta que vió lo que vió.
Uno de los capítulos de ese plan es el caos social, lo que Romero llama "caerse como sociedad". Empezaron organizando piquetes que enloquecen a la ciudadanía con su prepotencia. Ya nadie puede estar seguro de poder llegar al lugar que se propone ir en un tiempo razonable y proporcional a la distancia. Un piquete puede trastornar todos los planes o impedir la llegada a destino.
Luego fueron los saqueos. El año pasado hubo uno violentísimo en Bariloche; esta semana fueron muchos en varias provincias, con once muertos hasta ahora.
Lo más grave es que estos últimos saqueos fueron provocados por la Policía que resolvió reclamar aumentos salariales dejando desamparada a la población. La Policía tiene el monopolio de las armas de manera que si ella se retira, el hombre común queda indefenso ya que tener un arma para defenderse depende de un trámite que está en manos de "la Cámpora", fuerza de choque y semillero de burócratas marxistas al servicio de la tiranía, y ese trámite es difícil, largo y caro. Con el agravante de que jamás le dan un permiso de portarla sino a los mismos causantes del caos, y un arma que no se puede portar es mucho menos útil.
* * *
Esto no ha terminado. Los aumentos de sueldos dados a la Policía de las Provincias son muy diferentes unos de otros. Obviamente, los que menos recibieron exigirán más. Los ya otorgados les costarán a las Provincias $25.000 millones de pesos por año, que no tienen ("Clarin", 11/12/13, pag. 8). Eso ya se sabe, luego todos los políticos sólo cedieron ante las amenazas de los huelguistas armados para ganar tiempo, porque no podrán pagar.
Por lo tanto, la Policía seguirá en huelga y los saqueadores, engolosinados por la impunidad de sus recientes asaltos, los repetirán en número creciente sobre todo si es verdad que la organización de los saqueos estuvo a cargo de las fuerzas de choque “camporistas” y de alguno que otro alto funcionario del Poder Ejecutivo, ex –montonero, según dice un informe que circula en Internet.
El ejército no puede actuar en estos casos porque una ley hecha por los políticos, le prohíbe hacerlo para mantener el orden interno. De manera que los generales, oficiales, suboficiales y soldados estarán jugando al truco mientras el país se incendia.
La Gendarmería, mal pagada a su vez, que ya se rebeló hace unos meses porque ¡les redujeron sus sueldos!, tampoco da abasto para dominar todos los focos criminales. La Policía Federal tiene bastante con la ciudad de Buenos Aires y está maniatada porque el kirchnerismo le impide "reprimir la protesta social". Tenemos también la policía de juguete que inventó Macri, pero esa no sirve para nada, aunque gana los mejores sueldos de todas las Policías comparadas.
Para contribuir al caos social, Moyano, el camionero-estanciero, acaba de anunciar que si no les aumentan los sueldos antes del viernes que viene 20/12 ese día hará una huelga que, como se sabe, parará el país porque habiendo Menem destruido la red ferroviaria, el único transporte de carga que existe es el de los camiones.
Y como si esto fuera poco, la tiranía está dedicada, bajo el mando del marxista-compadrito Kicilloff, (ministro de economía siempre "de sport") a emitir moneda y a encorsetar la actividad privada, de manera que la inflación resultante y el consiguiente aumento de precios de todas las cosas, incentivará nuevos reclamos, nuevas huelgas, nuevos piquetes, nuevos saqueos, etc.etc.etc. Y así sucesivamente.
¡Incluyendo festejos como el de los "hinchas" de Boca que pelearon anoche con la Policía en el centro de la ciudad, rompieron y robaron todo lo que quisieron, haciendo casi imposible transitar por Buenos Aires a la hora en que la gente volvía de sus trabajos!
* * *
Vuelvo al consejo de Romero: "el pueblo debe estar más unido y fuerte que nunca", para lo cual, hay que organizarse con dirigentes auténticos, inteligentes, justos, valientes y honestos. Esa organización servirá, entre otras cosas, para detener los saqueos para lo cual deberá ser fuerte y bien pensada pues sólo así podrá enfrentar grupos de 300 saqueadores con 100 motos, como los que vio Romero en el diario de Tucumán. Curioso que aquí los diarios no dijeron nada de eso, como tampoco de muchos otros saqueos que hubo en estos días, según informes de la Internet.
Cosme Beccar Varela
Al volver de una de sus giras por el exterior, donde ha tenido una excelente actuación, fue a su casa en Tucumán y salió en auto con su hija y lo que vio le produjo espanto. "Mientras manejaba ví ahí un grupo, armado con escopetas y otras armas, quería saquear un local. Y yo decía *M....¿donde estamos? Parecía una guerra. Y después pasó lo que pasó: hubo familias a las que no les quedó nada, perdieron todo por culpa de gente que además de robar destrozaba todo lo que se les cruzaba por delante. Ver que la provincia quedó prácticamente en llamas me dejó muy preocupado. Nunca en mi vida padecí algo así. El respeto se perdió en forma total...Por lo que vi en las fotos del diario *La Gaceta* de Tucumán, se movían de a trescientas personas y con más de cien motos; era increíble."
El periodista le preguntó. "¿Creés que estuvo todo organizado? -No lo sé -respondió Romero-, pero sí estoy seguro de que no era un saqueo por necesidad de comida, sino por cualquier otra cosa. Salían de los locales con plasmas, con aparatos de aire acondicionado. Ví un supermercado que se quedó sin nada, con los estantes tirados por cualquier lado. No podía creerlo. Me puse a pensar que no estuvimos tan lejos de lo que se vivió en Irak y en Siria."
"¿Como ves al país, más allá de este brote de saqueos? -Yo vivo una irrealidad. Tengo la suerte de que trabajo en el exterior y cuando vuelvo a Tucumán me siento de vacaciones y no siento la provincia bien desde dentro. Mis amigos venían diciéndome que el país estaba muy mal y yo les contestaba: *No sé qué le ven de malo* Y enseguida me respondían: *¡Vos porque vivís afuera y venís de vacaciones!* Pero ahora comprobé que estamos muy mal. Es el momento de que el pueblo esté más unido y fuerte que nunca. Hay que tratar de no caerse como sociedad." ("La Nación", sección "Deportes", 13/12/2013, pag. 12).
Este hombre, por vivir en el exterior, no sabía lo que está pasando en la argentina. Una vez que tuvo la triste experiencia que relata, recién entonces, se dio cuenta cual es la realidad. Y sacó las conclusiones inteligentes que debían sacarse: 1) "estamos muy mal"; 2) "es el momento de que el pueblo esté más unido y fuerte que nunca", es decir, hay que unirse y organizarse para defender la patria y 3) "hay que tratar de no caerse como sociedad", o sea, el país corre el grave peligro de desaparecer y es necesario impedirlo.
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Lástima que los que viven aquí y tienen más cultura que este sencillo jugador de golf, que ven todos los días cómo el país se cae a pedazos -no solamente por los saqueos-, no sacan la misma conclusión que él y no se dan cuenta del enorme riesgo que corremos de precipitarnos en la disolución social, o, lo que es lo mismo, en la tiranía de un grupo comunista que destruye todos los lazos naturales de la sociedad y los reemplaza por la fuerza bruta al servicio de una ideología atea y materialista que mantiene una apariencia de sociedad entre dominantes y dominados.
Tampoco se dan cuenta de que "el pueblo debe estar más unido y fuerte que nunca", para lo cual, hay que organizarse con dirigentes auténticos, inteligentes, justos, valientes y honestos. Pueden hacerlo, pero no quieren y mientras tanto, "se viene la noche", cada vez más rápido.
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La historia de esta última semana es la continuación de un proceso iniciado formalmente en el 2003, cuando Kirchner usurpó la presidencia de la Nación, aunque sus primeras causas están muchos años atrás.
En el 2003 se empezó a poner en marcha un plan científicamente elaborado, no por Kirchner que era un infradotado, sino por un grupo de marxistas-leninistas que sabe cómo se toma el poder en un país, como se lo conserva y se lo incrementa, qué se debe destruir y qué ideas deben prevalecer y cuales deben desaparecer.
Ese grupo puede ser el CELS, presidido por Verbitzky u otro que no se menciona jamás, pero que sin duda existe. Es evidente que la inteligencia y la habilidad con que están conduciendo este proceso sin causar sobresaltos ni resistencias incómodas, demuestra que son gente que ha estudiado en profundidad el sistema revolucionario. Hasta el auge de la delincuencia común tiene un papel dentro de ese plan.
Huelga decir que no tienen ningún respeto por la vida, ni por la Justicia, ni por la propiedad, ni por la familia, ni por ninguna otra forma de Bien. Su única moral es el éxito de la revolución que están realizando y no habrán de detenerse ante nada sino es ante una fuerza superior y más capaz.
Por eso desde los primeros días de la usurpación de Kirchner en el 2003 empezaron la demolición de las FFAA, usurparon el Poder Judicial, montaron un aparato de fraude electrónico que los hace invencibles por la vía electoral, sobornaron a la prensa y a la plebe, sedujeron al alto clero, progresista en su casi totalidad, y construyeron una "oposición" falsa a su medida. Al mismo tiempo fomentaron el surgimiento de una clase de "nuevos ricos", fruto de la corrupción, funcionarios y empresarios supuestamente independientes, que llevan una vida fastuosa pero precaria porque depende enteramente de la sumisión al régimen. Estos son usados como pantalla para hacer creer que las cosas no están tan mal. Eso engañó a Romero, por ejemplo, hasta que vió lo que vió.
Uno de los capítulos de ese plan es el caos social, lo que Romero llama "caerse como sociedad". Empezaron organizando piquetes que enloquecen a la ciudadanía con su prepotencia. Ya nadie puede estar seguro de poder llegar al lugar que se propone ir en un tiempo razonable y proporcional a la distancia. Un piquete puede trastornar todos los planes o impedir la llegada a destino.
Luego fueron los saqueos. El año pasado hubo uno violentísimo en Bariloche; esta semana fueron muchos en varias provincias, con once muertos hasta ahora.
Lo más grave es que estos últimos saqueos fueron provocados por la Policía que resolvió reclamar aumentos salariales dejando desamparada a la población. La Policía tiene el monopolio de las armas de manera que si ella se retira, el hombre común queda indefenso ya que tener un arma para defenderse depende de un trámite que está en manos de "la Cámpora", fuerza de choque y semillero de burócratas marxistas al servicio de la tiranía, y ese trámite es difícil, largo y caro. Con el agravante de que jamás le dan un permiso de portarla sino a los mismos causantes del caos, y un arma que no se puede portar es mucho menos útil.
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Esto no ha terminado. Los aumentos de sueldos dados a la Policía de las Provincias son muy diferentes unos de otros. Obviamente, los que menos recibieron exigirán más. Los ya otorgados les costarán a las Provincias $25.000 millones de pesos por año, que no tienen ("Clarin", 11/12/13, pag. 8). Eso ya se sabe, luego todos los políticos sólo cedieron ante las amenazas de los huelguistas armados para ganar tiempo, porque no podrán pagar.
Por lo tanto, la Policía seguirá en huelga y los saqueadores, engolosinados por la impunidad de sus recientes asaltos, los repetirán en número creciente sobre todo si es verdad que la organización de los saqueos estuvo a cargo de las fuerzas de choque “camporistas” y de alguno que otro alto funcionario del Poder Ejecutivo, ex –montonero, según dice un informe que circula en Internet.
El ejército no puede actuar en estos casos porque una ley hecha por los políticos, le prohíbe hacerlo para mantener el orden interno. De manera que los generales, oficiales, suboficiales y soldados estarán jugando al truco mientras el país se incendia.
La Gendarmería, mal pagada a su vez, que ya se rebeló hace unos meses porque ¡les redujeron sus sueldos!, tampoco da abasto para dominar todos los focos criminales. La Policía Federal tiene bastante con la ciudad de Buenos Aires y está maniatada porque el kirchnerismo le impide "reprimir la protesta social". Tenemos también la policía de juguete que inventó Macri, pero esa no sirve para nada, aunque gana los mejores sueldos de todas las Policías comparadas.
Para contribuir al caos social, Moyano, el camionero-estanciero, acaba de anunciar que si no les aumentan los sueldos antes del viernes que viene 20/12 ese día hará una huelga que, como se sabe, parará el país porque habiendo Menem destruido la red ferroviaria, el único transporte de carga que existe es el de los camiones.
Y como si esto fuera poco, la tiranía está dedicada, bajo el mando del marxista-compadrito Kicilloff, (ministro de economía siempre "de sport") a emitir moneda y a encorsetar la actividad privada, de manera que la inflación resultante y el consiguiente aumento de precios de todas las cosas, incentivará nuevos reclamos, nuevas huelgas, nuevos piquetes, nuevos saqueos, etc.etc.etc. Y así sucesivamente.
¡Incluyendo festejos como el de los "hinchas" de Boca que pelearon anoche con la Policía en el centro de la ciudad, rompieron y robaron todo lo que quisieron, haciendo casi imposible transitar por Buenos Aires a la hora en que la gente volvía de sus trabajos!
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Vuelvo al consejo de Romero: "el pueblo debe estar más unido y fuerte que nunca", para lo cual, hay que organizarse con dirigentes auténticos, inteligentes, justos, valientes y honestos. Esa organización servirá, entre otras cosas, para detener los saqueos para lo cual deberá ser fuerte y bien pensada pues sólo así podrá enfrentar grupos de 300 saqueadores con 100 motos, como los que vio Romero en el diario de Tucumán. Curioso que aquí los diarios no dijeron nada de eso, como tampoco de muchos otros saqueos que hubo en estos días, según informes de la Internet.
Cosme Beccar Varela
La presente nota del Dr. Cosme Beccar Varela, es publicada en La Misère Porc por gentileza de su autor.

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