martes, 10 de febrero de 2015

La marcha del 18 y la preocupación oficial




10 / 02 / 15


Del Editor al Lector

Ricardo Kirschbaum



El oficialismo está preocupado porque el impacto de la marcha del 18 reduzca aún más el margen de maniobra del Gobierno, atribulado como está desde que el fiscal Alberto Nisman fue encontrado muerto en su departamento de Puerto Madero. 
La alta adhesión de la sociedad civil que se pronostica para esa manifestación –ayer formalmente se agregaron las principales organizaciones de la comunidad judía– estaría obligando al kirchnerismo a cambiar de estrategia.
Hasta ahora, la marcha ha sido denunciada por los principales voceros del Gobierno como un acto político, disfrazado de reclamo de justicia por la muerte de Nisman. Otros llegaron a atribuirle a los fondos buitres la organización de esta manifestación.
Ya se sabe: la versión que más le calza al oficialismo es que una confabulación internacional, con alianzas con los servicios de inteligencia locales, ha provocado o inducido la muerte de Nisman para perjudicar a Cristina, cuya presidencia acaba en algo más de nueve meses.
Las declaraciones son, también, producto del desconcierto notorio en el oficialismo. Pero al afinar la estrategia están advirtiendo que esa convocatoria puede ser una divisoria de aguas de importancia. Una camarista, enrolada en Justicia Legítima, aseguró que la marcha servirá “para saber quién está de cada lado” en la Justicia. Y advirtió que los organizadores de esta manifestación van a utilizar a la gente para dirimir esas diferencias en el Poder Judicial. 
Aníbal Fernández también criticó a los dirigentes que llaman a la marcha, pero advirtió que kirchneristas también pueden concurrir, mientras que el “Chino” Navarro sugirió que ya hay un debate militante sobre si concurrir o no, abriendo la puerta a una eventual asistencia.
¿Son reales esas intenciones o solo son un recurso retórico para agregar ingredientes que actúen como disuasivo sobre el entusiasmo de participación activa que sectores independientes están expresando frente a la convocatoria? 
No hay una sola respuesta a ese interrogante, pero la preocupación de que una gran manifestación pública arrincone al kirchnerismo y complique sus posibilidades electorales está en primer lugar.
Los precandidatos kirchneristas no desconocen esta realidad. Los que consideran que tienen chances electorales todavía no se expidieron, y saben que la asistencia o no a la marcha, la adhesión o no a la convocatoria, es un brete que deberán resolver. En cualquier caso, se trata de decisiones políticas que tendrán consecuencias en el único lugar donde la sociedad democrática expresa su opinión pura y dura: las urnas.











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