sábado, 12 de abril de 2014

A Cristina le cuesta volver del ridículo





abril 11, 2014
 
 
 
 
 
By
 
Los memoriosos recuerdan una foto en la Antártida en la cual la ex presidente Isabel Martínez y Raúl Lastiri aparecen con un abrigo de color anaranjado que los hacía ver ridículos. Se les podía aplicar la frase “del ridículo no se vuelve”. Y esta semana, cuarenta años después, Cristina Fernández y sus ministros y aplaudidores entraron de lleno en el ridículo y no se sabe si no pueden, no quieren o no se dan cuenta de que están cayendo en el ridículo.
 
 Todo comenzó con la cadena oficial del hip hop rapero y el stand up que puso nerviosa a La Cámpora y el excelente actor Pepe Soriano, que al repetir unos dichos de Pablo Neruda no se dio cuenta del sentido de esas palabras que decían que “se llevaron todo el oro y toda la plata y nos dejaron las palabras”. Bien podría referirse a la familia presidencial, que se llevó todos los billetes de 500 euros, pero sin embargo todos los aplaudidores entendieron que se referían a un gobierno entreguista que no era el propio.
 
Todo el día siguiente la presidente se ocupó de aclarar en Twitter que los medios no resaltaron el encuentro nacional de la palabra y sólo se ocuparon de los stands up y del hip hop. En realidad, de lo que se dio cuenta quien vio esa cadena nacional es que Cristina es la que hace los stands up, o sea en general un monólogo en donde con chistes, al referirse a los funcionarios, como el caso del comediante que le dijo “la puedo llamar Cristina”, “claro” respondió ella, “bueno, mañana la llamo”.
 

Semana de ridículo

 

Esto hizo recordar cuando le iba a poner el gran bonete a Aníbal Fernández por no pesificar sus ahorros en dólares y en casi todas las cadenas nacionales donde se refiere en forma jocosa a tres o cuatro funcionarios y los aplaudidores se entusiasman. Pero el ridículo no es un atributo solamente de la presidente. También está Jorge Capitanich, que con su lenguaje monocorde y alambicado hace el ridículo todas las mañanas y se desdice de lo dicho el día anterior. Con respecto a este paro, calificó a Luis Barrionuevo como el verdadero líder del Frente Renovador desplazando a Sergio Massa, en un intento de unirlo con el enemigo número uno del gobierno, que es hoy el diputado de Tigre. 

Evidentemente, se juega con que la opinión pública, al verla a Graciela Camaño como una de las principales espadas de Massa, la identifique con su marido. Se olvida de que en la primera línea del paro están Hugo Moyano, Pablo Micheli y también el trotskista Rubén Darío “Pollo” Sobrero, un hombre clave en la huelga contundente de ayer. El ridículo se extendió a todo el cristinismo cuando a la tarde, en pleno paro, cambiaron de jefe opositor y le atribuyeron el mismo a la Sociedad Rural. Algo que nadie se lo cree, porque los piquetes del Partido Obrero y de toda la izquierda revolucionaria mostraron su alianza con el peronismo sindical, con la izquierda nacional de la CTA, que nunca se podría atribuir a la Sociedad Rural.

Aun cuando esta semana no terminó, el cristinismo tiene todo el fin de semana para decir más y más ridiculeces sobre el porcentaje de acatamiento al paro y sobre sus impulsores. El invento de la Sociedad Rural apareció recién a las 17 hs. del día del paro, quizás porque algún iluminado del cristinismo tiró esa idea para descalificar a los huelguistas. De lo que no hay duda es de que ésta fue una semana negra para el cristinismo, donde el ridículo fue la nota sobresaliente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario