domingo, 2 de marzo de 2014

“NO PERMITIRE QUE DEVALUEN MI FELICIDAD”


CARTAS Y NOTAS DE NUESTROS AMIGOS LECTORES


 
Carta abierta a la Sra. Presidenta de la Nación Argentina
Dra. Cristina Fernández de Kirchner

De mi mayor consideración:

Me llamo Julio Andrés  Casati, soy argentino por nacimiento, hecho ocurrido hace ya 60 años; casado y con hijos, de profesión ciudadano aunque a veces escribo como para sacar de adentro algunas cosas que con el correr del tiempo, uno va acumulando y eso no es bueno.

Nací en un hogar normal, con padres que trabajaban para poder mantener la casa y los críos, en este caso dos. Crecí y me eduqué no solo en la escuela pública sino, bajo los consejos de los  mejores maestros que pude tener…mis propios padres.  Ellos me fueron enseñando como  transitar la vida, ésa vida que estaba a punto de comenzar a conocer.

Bajo su tutela, aprendí  varias primeras reglas básicas e importantes como por ejemplo: RESPETO; respeto por la familia, porque ese era mi lugar de origen; respeto por el maestro, porque es quien me educaría; por  el  médico, encargado de curarme;  por el policía, encargado de velar por mi seguridad;  por  el presidente de turno, elegido democráticamente para conducirnos lo mejor posible; por el himno nacional, la primer canción que aprendí de memoria  y que hasta el día de hoy recuerdo.

En la escuela aprendí más cosas que luego me servirían hasta el día de hoy, porque los planes de estudio habrán cambiado, pero las cosas esenciales siguen siendo las mismas, como la moral, no mentir  y ser  una buena persona, tener ideales y a ellos, llevarlos hasta las últimas consecuencias, poniéndonos como ejemplo a nuestros próceres  más ilustres.

Llevo dentro, cada palabra que me dijeron por aquellos tiempos, que no fueron fáciles, porque en este bendito país, casi nunca fueron fáciles, al menos para la gente común, la normal,  la que realmente siempre se esforzó para sacar el país adelante, esa gente que se levanta de madrugada y vaya a saber uno cuando le toca volver a acostarse.

Usted disculpará esta introducción pero la creí necesaria, no me une ningún vínculo con ningún partido, mi partido es esta vida, la que ustedes me están permitiendo tener, a pesar de no ser los dueños de ella.

Es que la realidad me ha superado, Sra. presidenta,  veo a mi alrededor  tanta mentira, tanta calumnia ,tanta desfachatez para mentir, tanto egoísmo y lo que es peor, tanta codicia, como si la vida de los gobernantes fuera a ser duradera , eterna, para siempre…y usted mejor que nadie sabe que así no lo es, sabe que todos algún día nos iremos,  sin nada,  vacíos por fuera , y por dentro, cargados de recuerdos o de remordimientos , eso dependerá de lo que hayamos o no hecho.

            Veo voluntades compradas, amistades compradas, incluso me animo al menos a sospechar que hasta hay amores -una de las palabras más hermosas-, que han sido tentados  con billetes recién salidos del banco, y eso casi es imperdonable;  por eso decidí escribir esta carta, carta que no sé a dónde llegará, pero eso no importa porque tal vez otros harán lo mismo y de esa manera usted se enterará que todavía hay gente feliz ,que todavía hay gente que quiere seguir siéndolo, qué no va a permitirle que se le devalúe, porque mucho nos ha costado llegar a tenerla, y porque esa felicidad no se consiguió gracias a los gobiernos, si no por esa lucha de ideales que más arriba exprese haber aprendido.

Al menos  yo debo seguir siendo feliz, porque las cosas importantes pasan por otros caminos, nosotros , los ciudadanos normales y comunes, no entendemos  mucho esas palabras dichas cada mañana por voceros de turno que lo único que logran es confundirnos.

Nosotros, los comunes, no entendemos demasiado de economía, salvo la propia, la que nos dice que podemos comprar, a donde podemos ir, que podemos comer hoy o que cuentas saldar;  y en eso se nos esta yendo la vida y allí está el riesgo de ir perdiendo esa felicidad de la que hablaba, porque  siento que me la están robando y estuve buscado en el código penal que pena les cabría por eso y no encontré ningún artículo de referencia , por lo que aprovecho para sugerirle que hable con los ministros o senadores y se pongan a trabajar en ello. 

Porque robar la felicidad debe ser considerada un delito, una apropiación de un bien privado.

Nunca pedí alguna dádiva, no porque no lo hubiera necesitado si no porque considero que para eso existe el trabajo, palabra que dignifica al ser humano convirtiéndolo en alguien útil; si esto no pudiera ser…  está  la familia ¿recuerda esa palabra? la dije al principio de esta carta. Luego están los amigos, que si uno ha sido una buena persona los tiene y en una buena cantidad, como verá  no haría falta alguna dar lo que se puede conseguir de otras maneras, salvo que ese dar, implique algunas cosas a cambio.

Me tomare el atrevimiento de hacerle algunas preguntas las cuales sé que nunca tendrán respuestas, aunque me gustan las sorpresas…

La primera seria… ¿es realmente usted feliz? 

Y continuaría…a pesar de su inmensa fortuna acumulada a través de los años con su intenso trabajo, ¿siente envidia de los que sí son felices a pesar de las inmensas deudas, acumuladas  a través de los años y del intenso trabajo?...

¿Se puso a pensar alguna vez, cuál es la obligación de un mandatario para con su pueblo?...

Cuando cada mañana  se encuentra frente al  espejo, ¿no ve reflejado en él  a su conciencia?

¿Realmente cree usted, que los que la rodean son sus amigos?

Usted, ¿escucha a la gente, o solamente a quienes suelen  aplaudirla en algunos de esos actos donde solamente da buenas noticias?
                                                                 
Tendría muchas más preguntas para formularle pero creo que cuando llegue a la tercera  se detendrá algún tiempo para pensar en la respuesta, señora  presidenta.

Necesito, necesitamos que esté usted  aquí, no viajando a esas conferencias inútiles  que nunca han servido para nada.

Necesito, necesitamos que se dé cuenta de los errores cometidos, algunos perdonables por el solo hecho de ser humana, otros  en cambio se podrían analizar, pero es aquí donde debiera de estar, cada día, al frente de los problemas, que no son suyos, que son nuestros, de su pueblo.

No permitiré que devalúen mi felicidad, ¿sabe por qué?

Porque la necesito para vivir, ese es el plan que necesito, esa es mi dádiva, ese es mi trabajo, quiero libertad para poder lograrlo, no quiero hacer miles de trámites para ello, me la gané señora presidenta, luché por ella durante 60 largos años, no cortaré ninguna calle, ni haré barricadas, ni huelga de hambre, nada de eso;  a cambio seguiré siempre de frente, no me resignaré, como otros, débiles  y frágiles de corazón y de mente,- que se dejan convencer por hermosas palabras u ofrecimientos-  a dejar de llamarme por mi nombre y cambiarme por un número, mis padres me dieron un apellido, no una clave fiscal, ellos pensaron que este país sería grande algún día, supongo que por eso se arriesgaron a traerme  junto a mi hermano, lo que no pensaron  es que el país, como un gran barco, lo maneja un capitán y una tripulación muchas veces poco apta para tan delicado trabajo.

Estoy casi en la parte final de esta carta Sra. presidenta, ojalá despierte en usted  lo que tiene dentro, porque sé que en el fondo su corazón le habla, debe hacerle caso , el sí es su amigo, lo que él le diga nunca será un error, siga sus consejos,  aunque sea inténtelo, verá qué lindo se siente haber hecho las cosas bien, porque no hay muchas formas de realizarlas, una al menos ya  la probamos, inténtelo nuevamente,  ábrase a los demás, cuando sonría hágalo desde dentro,  sea sincera consigo misma ,háblele a ese espejo que la espera cada mañana, no pierda el tiempo que le queda contado dinero, reciba a la gente, no a esa que le aplaude, a la gente de la calle, a los comunes, salga usted a buscarlos, pregúnteles como están, como se sienten, cuáles son sus necesidades, no premie a quien no lo merece, mire a quien tiene a su lado, ábrase a todas las opiniones,  porque en la diversidad esta la verdadera democracia.

No todos somos iguales,  juegue limpio, mire por esa ventana que da a la plaza de Mayo, a cada uno que por allí transite, piense que cada uno de ellos está indefenso ante cualquier ataque de una ley  escrita de apuro, considérese afortunada de haber llegado a lo más alto en cuanto a aspiración humana se refiere, pero cuídese de los mareos que eso produce.

Ahora sí, y muy a pesar mío, debo terminar esta carta, debo seguir siendo feliz y por el rato que me llevo hacerla no pude, aunque le debo confesar que me ha hecho usted recordar viejos tiempos , la infancia por ejemplo, un lugar a donde quisiera volver aunque sea por unos instantes, solamente para volver a escuchar a esos maestros que me enseñaron los valores morales de nuestros próceres , simplemente para ver si los había aprendido bien  o algo se me había olvidado,  ya que luego , durante mi vida los vi reflejados  en muy poca gente.

Ojalá Dios  ilumine el camino que falta,  porque el que transitamos hasta ahora fue casi a oscuras, mis disculpas si en algo la he ofendido, no fue esa mi intención, como antes dije,  mis padres me enseñaron a respetar a quien nos presida.

Con todo el dolor que me obligó a escribirle, la saludo con la consideración  más distinguida.

Julio Andrés  Casati
Un ciudadano de Argentina

Esta carta fue enviada a los correos de lectores de los diarios: La Nación, Clarín, Diario Popular, Página 12, Tiempo Argentino y  La Prensa.

 N de R La Misère Porc:

Muchas gracias al AMIGO B.C. que nos envió  tan excelente nota, escrita con sumo respeto y dirigida a quien no nos tiene respeto en absoluto.

Estimado Sr. Julio Andrés Casati, los diarios Clarín y La Nación, seguramente se la han de extractar, pero la publicarán. Respecto a Popular, Página 12 ,Tiempo Argentino y La Prensa, seguramente que no lo harán, puesto que son todos oficialistas y los más recalcitrantes, Página y Tiempo.
Muchas gracias
L.M.P.

1 comentario:

  1. Estimados amigos .gracias por darle difusión a mi carta , y gracias al amigo B.C
    por hacer el enlace con ustedes ,estoy preparando una segunda carta para todos los politicos de este pais ...los malos claro.
    un abrazo
    JULIO CASATI

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