Otro absurdo del gobierno: un chip para combatir la inflación

17/02/14 - 16:24hs

Quiere instalar este artefacto en las cajas registradoras de los supermercados, como forma de controlar los precios. Una forma muy poco seria para combatir un flagelo, cuya solución requiere una nueva política económica
 
Carente de ideas, con un equipo económico conformado mayormente por fun­cionarios inexpertos e ineptos, el gobierno kirchnerista sólo suma fracasos a la hora de combatir la inflación. Así lo demuestran todos los estudios sobre el incremento del costo de vida, incluido el índice del 3,7% difundido la semana pasada por Axel “el marxista” Kicillof.

La última “genialidad” de la administración K ahora pasa por la creación de chips o plaquetas. ¿El objetivo? Instalarlos en las cajas registradoras de los supermercados para controlar los valores de los productos establecidos previamente en los acuerdos mamarrachescos que hace el gobierno con algunos empresarios amigos.

Durante el fin de semana trascendió que unas 100 firmas nacionales de electrónica y electromecánica se reunieron con técnicos de la Secretaría de Comercio Interior para analizar la instalación de los mencionados chips. El encuentro tuvo lugar el jueves pasado, pero se conoció recién ayer. 

Las empresas habrían presentado al equipo de Augusto Costa, titular de Comercio Interior, un documento sobre las características del Sistema Auditor Electrónico de Control de Precios y Abastecimiento (AEPA), una placa de almacenamiento de datos que se instala en las cajas registradoras de los comercios, entre el lector de código de barras y el controlador fiscal que envía los datos a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Así, los dispositivos remitirían información directa de unas 2000 sucursales de 60 cadenas de supermercados a la secretaría conducida por Costa, con una descripción del producto y su precio.

Los funcionarios dieron a los empresarios un plazo máximo de 60 días para presentar 50 prototipos del AEPA a fin de analizarlos, seleccionar el más apropiado y fabricarlo. El precio por unidad no excedería los 150 dólares y el gobierno "analiza subsidiar en parte la compra de estos equipos por parte de los comercios de distintos rubros". 

Huele a negocio turbio.

Obviamente, querer enfrentar un problema tan complejo con este tipo de medidas es como querer apagar un incendio a baldazos. Por ello, no sólo fracasará olímpicamente, sino que alimentará aún mas las expectativas inflacionarias. 

Tal como lo viene informando Hoy, la única forma de poder combatir, con éxito, la inflación es creando las condiciones para que mejore la oferta. Es decir, hacer que se produzca más leche, más trigo, más carne, etc., algo que resulta imposible en el contexto actual en función de las políticas de aprietes y de asfixia que aplica el gobierno nacional a todos los sectores que producen y generan trabajo genuino.

Quieren emitir billetes de $200 y $500

Roy Cortina, legislador de UNEN, presentó un proyecto para crear billetes de $200 y $500, como forma de sincerar la inflación real. Y planteó, además, la necesidad de acuñar monedas de $5 y $10 para "hacerle más fácil la vida a la población tras la violenta devaluación"

El legislador del socialismo señaló en un proyecto de ley que también podría imprimirse en los billetes a modo de homenaje a las figuras de Mariano Moreno y Alfredo Palacios.

Cortina explicó que así busca "hacerle más fácil la vida a aquellos que deben viajar en colectivo y no tienen la tarjeta SUBE, por lo que deben andar cargando una gran cantidad de monedas para alcanzar el valor creciente del boleto".

También dijo que buscaba beneficiar a "asalariados, y en especial a jubilados, que cuando van a un cajero para cobrar un sueldo devaluado tienen que irse cargando grandes fajos de billetes de escaso valor".

"Luego de siete años, el Gobierno ha decidido reconocer la disparada de la inflación, creemos que la impresión de billetes y la acuñación monedas de mayor denominación significaría una solución para la vida cotidiana de estos sectores", añadió.

Cortina sostuvo en su iniciativa que "la abrupta devaluación del peso desencadenada en enero de 2014", estaba "estrechamente vinculada al flagelo inflacionario que desde hace algunos años aqueja al país".