14 de Febrero del año 2014 - 1224
INTRODUCCIÓN: He recibido una carta del Sr. Hugo
Jose Garavelli que me parece interesantísima. Muestra cómo el ciudadano común
va perdiendo su libertad de una manera subrepticia y cómo el ejercicio de los
derechos políticos activos se va haciendo cada más dificil para las personas de
bien. La política, es decir el poder, se va convirtiendo cada vez más en un
coto de caza cerrado en el que sólo se atreven a entrar los sinvergüenzas que
no tienen nada que perder. Por eso nos dominan el peronismo y la izquierda
desde 60 años, sin que las interrupciones militares hayan cambiado en nada ese
panorama, sino todo lo contrario.
Publico la carta del Sr. Garavelli y mi respuesta confiando en que serán de utilidad para los lectores.
Cosme Beccar Varela
11/2/2014
Señor Cosme Beccar Varela
Nro. 1123. "En politica..."
Señor Cosme Beccar Varela :
Hace años advertí que el sistema que hoy va gobernando al mundo, había sacralizado y dado un carácter casi divino al Poder judicial de las "democracias". Lo advertí en el famoso caso "mani pulite" de Italia que, al parecer, se hizo porque no se tenía aun un dominio total y absoluto del sistema financiero italiano, que se relacionaba también con la creación de gran cantidad de "delitos económicos". Estos pueden ser cualquier transacción financiera que interese a ese dominio mundial.
Las mismas leyes impositivas son de tal complejidad, que ni aun recurriendo a especialistas puede a veces estarse seguro de no cometer un delito.
Y además se buscó al parecer dominar mejor a los políticos con "leyes anticorrupción" y "oficinas anticorrupción" como la de España y la creada en nuestro país a instancias del presidente De la Rua, uno de los primeros, como siempre parece que sucede, ya desde la antigua Roma , en caer en ella ya que, acusado por una declaración dudosa estuvo procesado 12 años y amenazado con una condena a 6 años y medio de prisión.
La prensa mundial siempre ha apoyado esta nueva concepción de la "justicia" y las leyes del "lavado de dinero" que hoy hacen sospechoso de delito o de ser delincuente a quien utiliza y posee dinero en efectivo, en un intento de superar a la omnipresente tiranía descripta por George Orwell en su famoso libro "1984".
En nuestro país advertí recién que los jueces eran similares al de Palma de Mallorca, muy elogiado aunque en forma oculta por la prensa, desde alrededor de 1990. Hoy hasta los mismos "K" están perseguidos aunque siempre por cuestiones menores como el caso Boudou. Obsérvese bien la magnitud del delito que se le investiga, poca cosa con los que cometen otros funcionarios del mismo gobierno.
No soy desde ya optimista, sino que muy pesimista, y creo que pronto en las cárceles habrá mucha gente honesta, en tanto que los ladrones aunque asesinen por placer, y otros delincuentes, estarán libres y serán protegidos por las leyes, pues los valores de la sociedad han cambiado, y desgraciadamente debemos adaptarnos a ellos o perecer.
Lo saludo muy atentamente
Hugo Jose Garavelli
CONTESTACIÓN
14/2/2014
Estimado Sr. Garavelli:
Su carta me ha interesado mucho. Pienso exactamente lo mismo y todavía podría agregar otros hechos que agravan aún más el panorama. Resumiendo, se puede decir que, poco a poco, las "democracias" con la excusa de que los jueces deben resolver una multitud de asuntos que antes estaban en manos de la prudencia del Poder Ejecutivo han creado una serie de supuestos "delitos económicos" de los que todos somos sospechosos, aunque no hayamos dado motivo alguno para ello.
Lo que Ud. dice sobre la libertad de disponer de los propios ahorros en dinero es totalmente así. Ahora, todo movimiento de fondos, aunque sea evidente que es legítimo y el Banco lo conozca a uno perfectamente desde hace muchos años, debe ser denunciado al Estado y puede convertirse en una molesta e injuriosa investigación de la que nunca se puede estar seguro de salir bien parado.
Los viajes se han hecho más difíciles. Hay límites ridículos para la cantidad de dinero que uno puede llevar en el bolsillo y si la excede aunque sea en un dólar, le confiscan todo lo que lleva, como le pasó a una pobre familia en Miami hace poco.
Ahora los Bancos exigen que uno jure que no es "persona políticamente expuesta" para poder operar, o sea, se intenta impedir que un ciudadano se involucre en la lucha por el bien común de su país, es decir, que ejerza uno de los "derechos humanos" declarados por el Pacto de San José de Costa Rica que es el de ejercer los derechos políticos activos.
Los impuestos son totalmente confiscatorios. Es imposible ahorrar. Y lo que es peor, los poderes que se le han dado al Fisco son abusivos. Eso fue invento de Cavallo: la AFIP puede ejecutar y embargar supuestas deudas fiscales sin intervención de jueces, es decir, convierte a los cobradores fiscales en jueces.
Se pretende "bancarizar" todos los cobros y todos los pagos, con lo cual se impide toda clase de privacidad cuando uno quiere pagar o cobrar algo con todo derecho y con plata propia sin pasar por un Banco.
En cambio los políticos ladrones (que son todos) ni pagan impuestos, ni están “bancarizados”, ni se les pregunta si están "politicamente comprometidos" y jamás son castigados por los robos que cometen, como lo vemos en este país todos los días.
Sin embargo, hay leyes de "ética pública", de "transparencia", de "declaración de bienes", etc. que impiden a una persona de bien entrar en política ya que se expone a ser enloquecida por procesos ante jueces adictos al "sistema" sin poder liberarse nunca de esa amenaza. Y también es casi imposible actuar en política porque las leyes electorales y de partidos dictadas por peronistas y radicales crean un monopolio de las candidaturas exclusivamente para ellos y sus amigos de la izquierda de manera que o uno se incorpora a las bandas formadas por ellos, llamadas “partidos” o debe resignarse a mirar como arruinan el país.
Además, los delincuentes comunes matan y roban todos los días sin que la Policía pueda hacer nada porque está sometida a toda clase de restricciones del Poder politico. De manera que si no "bancariza" su dinero, se expone a que se lo roben y hasta que lo maten. Hace poco mataron a una pobre señora para robarle $8 y ayer a otra para robarle $50...
Estas democracias modernas son hipócritas y canallas. Son cien veces más totalitarias que las tiranías antiguas. El tirano de Siracusa, en la Antigüedad, era un niño de pecho comparado con cualquier tinterillo de la Administración pública moderna.
Es casi imposible no incurrir en algún "delito objetivo", es decir,"delitos" que se pueden cometer sin darse cuenta (o sea que no son delitos, porque todo delito exige dolo, cosa que no existe en esos “delitos objetivos”). No hay ni un solo ciudadano que no sea “culpable” a todo momento por alguno de ellos y puede ser acusado en cualquier momento, cuando caiga bajo la mira de algún funcionario. Entre ellos, los “delitos” cambiarios”, los de tenencia de armas para defensa propia, los impositivos, los aduaneros, los de tránsito, etc.
Además hay infinidad de "leyes penales en blanco", es decir, leyes que autorizan a los integrantes del Poder Ejecutivo a definir como delito cualquier cosa que quieran.
Mientras tanto, delitos evidentes y graves, como lo son los cortes de calles y rutas, la usurpación de bienes, la portación de palos capaces de matar por parte de enmascarados y muchas otras atrocidades que hacen de la vida social un caos y un tormento, esos no son reprimidos, por el contrario, son reduplicados por la asistencia que les presta la Policía a quienes los cometen a la luz del día.
Peor aún que los políticos corruptos, son los jueces prevaricadores que mantienen injustamente en la cárcel a más de 1.000 personas, donde otros 200 han sido muertos en ellas, en violación de todas las leyes humanas y divinas. Y eso, a vista y paciencia de una ciudadanía cómplice por su silencio y su indeferencia ante semejante horror. Y no digan que no lo saben. Para más datos, los remito al nro. 4599 de la Sección Correo del Lector de este periódico donde podrán ver el informe del Dr. Mariano Castex acerca del criminal sistema médico de las cárceles.
Y lo peor de todo, son asesinados todos los días innumerables niños por medio del perverso aborto de sus inocentes vidas, delitos estos que son declarados lícitos por las leyes inicuas de estas democracias hipócritas y totalitarias.
Para terminar, estimado Sr. Garavelli, le diré que no creo que haya que adaptarse, sino luchar por la Justicia. Uno debe seguir siendo quien es, aún a riesgo de caer en alguna de las trampas de estas democracias mentirosas y totalitarias. Dios sabe quién es quién.
Cosme Beccar Varela
Publico la carta del Sr. Garavelli y mi respuesta confiando en que serán de utilidad para los lectores.
Cosme Beccar Varela
11/2/2014
Señor Cosme Beccar Varela
Nro. 1123. "En politica..."
Señor Cosme Beccar Varela :
Hace años advertí que el sistema que hoy va gobernando al mundo, había sacralizado y dado un carácter casi divino al Poder judicial de las "democracias". Lo advertí en el famoso caso "mani pulite" de Italia que, al parecer, se hizo porque no se tenía aun un dominio total y absoluto del sistema financiero italiano, que se relacionaba también con la creación de gran cantidad de "delitos económicos". Estos pueden ser cualquier transacción financiera que interese a ese dominio mundial.
Las mismas leyes impositivas son de tal complejidad, que ni aun recurriendo a especialistas puede a veces estarse seguro de no cometer un delito.
Y además se buscó al parecer dominar mejor a los políticos con "leyes anticorrupción" y "oficinas anticorrupción" como la de España y la creada en nuestro país a instancias del presidente De la Rua, uno de los primeros, como siempre parece que sucede, ya desde la antigua Roma , en caer en ella ya que, acusado por una declaración dudosa estuvo procesado 12 años y amenazado con una condena a 6 años y medio de prisión.
La prensa mundial siempre ha apoyado esta nueva concepción de la "justicia" y las leyes del "lavado de dinero" que hoy hacen sospechoso de delito o de ser delincuente a quien utiliza y posee dinero en efectivo, en un intento de superar a la omnipresente tiranía descripta por George Orwell en su famoso libro "1984".
En nuestro país advertí recién que los jueces eran similares al de Palma de Mallorca, muy elogiado aunque en forma oculta por la prensa, desde alrededor de 1990. Hoy hasta los mismos "K" están perseguidos aunque siempre por cuestiones menores como el caso Boudou. Obsérvese bien la magnitud del delito que se le investiga, poca cosa con los que cometen otros funcionarios del mismo gobierno.
No soy desde ya optimista, sino que muy pesimista, y creo que pronto en las cárceles habrá mucha gente honesta, en tanto que los ladrones aunque asesinen por placer, y otros delincuentes, estarán libres y serán protegidos por las leyes, pues los valores de la sociedad han cambiado, y desgraciadamente debemos adaptarnos a ellos o perecer.
Lo saludo muy atentamente
Hugo Jose Garavelli
CONTESTACIÓN
14/2/2014
Estimado Sr. Garavelli:
Su carta me ha interesado mucho. Pienso exactamente lo mismo y todavía podría agregar otros hechos que agravan aún más el panorama. Resumiendo, se puede decir que, poco a poco, las "democracias" con la excusa de que los jueces deben resolver una multitud de asuntos que antes estaban en manos de la prudencia del Poder Ejecutivo han creado una serie de supuestos "delitos económicos" de los que todos somos sospechosos, aunque no hayamos dado motivo alguno para ello.
Lo que Ud. dice sobre la libertad de disponer de los propios ahorros en dinero es totalmente así. Ahora, todo movimiento de fondos, aunque sea evidente que es legítimo y el Banco lo conozca a uno perfectamente desde hace muchos años, debe ser denunciado al Estado y puede convertirse en una molesta e injuriosa investigación de la que nunca se puede estar seguro de salir bien parado.
Los viajes se han hecho más difíciles. Hay límites ridículos para la cantidad de dinero que uno puede llevar en el bolsillo y si la excede aunque sea en un dólar, le confiscan todo lo que lleva, como le pasó a una pobre familia en Miami hace poco.
Ahora los Bancos exigen que uno jure que no es "persona políticamente expuesta" para poder operar, o sea, se intenta impedir que un ciudadano se involucre en la lucha por el bien común de su país, es decir, que ejerza uno de los "derechos humanos" declarados por el Pacto de San José de Costa Rica que es el de ejercer los derechos políticos activos.
Los impuestos son totalmente confiscatorios. Es imposible ahorrar. Y lo que es peor, los poderes que se le han dado al Fisco son abusivos. Eso fue invento de Cavallo: la AFIP puede ejecutar y embargar supuestas deudas fiscales sin intervención de jueces, es decir, convierte a los cobradores fiscales en jueces.
Se pretende "bancarizar" todos los cobros y todos los pagos, con lo cual se impide toda clase de privacidad cuando uno quiere pagar o cobrar algo con todo derecho y con plata propia sin pasar por un Banco.
En cambio los políticos ladrones (que son todos) ni pagan impuestos, ni están “bancarizados”, ni se les pregunta si están "politicamente comprometidos" y jamás son castigados por los robos que cometen, como lo vemos en este país todos los días.
Sin embargo, hay leyes de "ética pública", de "transparencia", de "declaración de bienes", etc. que impiden a una persona de bien entrar en política ya que se expone a ser enloquecida por procesos ante jueces adictos al "sistema" sin poder liberarse nunca de esa amenaza. Y también es casi imposible actuar en política porque las leyes electorales y de partidos dictadas por peronistas y radicales crean un monopolio de las candidaturas exclusivamente para ellos y sus amigos de la izquierda de manera que o uno se incorpora a las bandas formadas por ellos, llamadas “partidos” o debe resignarse a mirar como arruinan el país.
Además, los delincuentes comunes matan y roban todos los días sin que la Policía pueda hacer nada porque está sometida a toda clase de restricciones del Poder politico. De manera que si no "bancariza" su dinero, se expone a que se lo roben y hasta que lo maten. Hace poco mataron a una pobre señora para robarle $8 y ayer a otra para robarle $50...
Estas democracias modernas son hipócritas y canallas. Son cien veces más totalitarias que las tiranías antiguas. El tirano de Siracusa, en la Antigüedad, era un niño de pecho comparado con cualquier tinterillo de la Administración pública moderna.
Es casi imposible no incurrir en algún "delito objetivo", es decir,"delitos" que se pueden cometer sin darse cuenta (o sea que no son delitos, porque todo delito exige dolo, cosa que no existe en esos “delitos objetivos”). No hay ni un solo ciudadano que no sea “culpable” a todo momento por alguno de ellos y puede ser acusado en cualquier momento, cuando caiga bajo la mira de algún funcionario. Entre ellos, los “delitos” cambiarios”, los de tenencia de armas para defensa propia, los impositivos, los aduaneros, los de tránsito, etc.
Además hay infinidad de "leyes penales en blanco", es decir, leyes que autorizan a los integrantes del Poder Ejecutivo a definir como delito cualquier cosa que quieran.
Mientras tanto, delitos evidentes y graves, como lo son los cortes de calles y rutas, la usurpación de bienes, la portación de palos capaces de matar por parte de enmascarados y muchas otras atrocidades que hacen de la vida social un caos y un tormento, esos no son reprimidos, por el contrario, son reduplicados por la asistencia que les presta la Policía a quienes los cometen a la luz del día.
Peor aún que los políticos corruptos, son los jueces prevaricadores que mantienen injustamente en la cárcel a más de 1.000 personas, donde otros 200 han sido muertos en ellas, en violación de todas las leyes humanas y divinas. Y eso, a vista y paciencia de una ciudadanía cómplice por su silencio y su indeferencia ante semejante horror. Y no digan que no lo saben. Para más datos, los remito al nro. 4599 de la Sección Correo del Lector de este periódico donde podrán ver el informe del Dr. Mariano Castex acerca del criminal sistema médico de las cárceles.
Y lo peor de todo, son asesinados todos los días innumerables niños por medio del perverso aborto de sus inocentes vidas, delitos estos que son declarados lícitos por las leyes inicuas de estas democracias hipócritas y totalitarias.
Para terminar, estimado Sr. Garavelli, le diré que no creo que haya que adaptarse, sino luchar por la Justicia. Uno debe seguir siendo quien es, aún a riesgo de caer en alguna de las trampas de estas democracias mentirosas y totalitarias. Dios sabe quién es quién.
Cosme Beccar Varela
La presente nota del dr. Cosme Beccar Varela, es publicada en La Misère Porc, por gentileza de su autor.

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