sábado, 1 de febrero de 2014

La Fragata Libertad, amarrada a las políticas K








01/02/14


 
Ante la posibilidad de un nuevo papelón internacional, el buque escuela zarpa hoy pero el Gobierno decidió que  recorra sólo puertos de la región. Las excusas de Milani y el símbolo del aislamiento.

Antes de dar la orden simbólica de zarpada en el Apostadero Naval, Agustín Rossi había dicho que “la Fragata Libertad es el símbolo de nuestra independencia”. Símbolo bastardeado, dado las peripecias a la que se ha sometido en el último tiempo a nuestro buque escuela en el plano internacional. Independencia acotada, si tenemos en cuenta el recorrido que comenzarán a hacer hoy los cadetes de la 142 promoción de las Fuerzas Armadas, quienes pasarán únicamente por puertos de Latinoamérica y el Caribe, para evitar embargos y confiscaciones. 

Un año después de que la más famosa de nuestras embarcaciones regresara de su travesía africana, deudas, fondos buitres e inoperancia logística mediante, Rossi presidió el acto simbólico el pasado jueves, junto al polémico jefe del Ejército, Cesar Milani, quien hizo todo por robarse el protagonismo al afirmar que las denuncias que pesan sobre su figura por complicidad en los delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar eran “una campaña contra el Gobierno y la Presidenta”. He ahí la respuesta oficialista a todos nuestros males. La crisis económica no son más que la especulación de agentes del mal, la confiscación de nuestros bienes en el exterior se debe al acoso de aves de rapiña, financieras y judiciales, y la deslegitimación de nuestras FFAA es sólo una “campaña” contra Cristina Kirchner.

La realidad, sin embargo, se empeña en desmentir al gobierno. “Libertad” a medias, la Fragata inicia hoy su 44º viaje de instrucción de los cadetes de la Escuela Naval Militar que el año pasado vieron frustrado su aventura. La primera etapa culminará el 21 de julio, cuando la promoción número 143 tome el relevo y regrese la nave a tierra argentina. Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Venezuela serán parte del recorrido, haciendo escala en Punta del Este, Mar del Plata, Ushuaia y Cabo de Hornos, para subir luego por el Pacífico hacia los puertos de Punta Arenas, Talcahuano, Valparaíso, El Callao, Manta, Cartagena de Indias, La Guaira, Santo Domingo y Veracruz. Allí se emprenderá la vuelta, también por países “amigos”.

Desde el Ministerio de Defensa aseguran que la idea es "robustecer la fraternidad de las tripulaciones en los puertos y las interacciones con las comunidades" y por eso se hace hincapié en las naciones de la Unasur. Una mentira más del relato, que obvia el aislamiento internacional de nuestro país en el plano militar, financiero y geopolítico. Con el aparato productivo desmantelado, sin posibilidad de fabricar armamento y en medio de la militarización de la región, repleta de recursos naturales que deben defenderse, el proyecto K hace aguas, y en esas aguas se embarcan hoy los cadetes de la fragata. Y un país entero. 

Desconfianza y precauciones extremas 

Pese a que en junio de 2013, meses después de ordenar la liberación de la Fragata Libertad, la Corte Suprema de Ghana, en su sentencia definitiva, consideró que el buque cuenta con inmunidad absoluta con respecto a medidas cautelares y embargos, y tras dictaminar que la retención había sido injusta, el gobierno nacional decidió no arriesgarse a un nuevo papelón, razón por la cual optó para esta nueva partida por un derrotero limitado a Latinoamérica. 

Es que, en un contexto de aislamiento, la desconfianza hacia la Argentina y su presidenta, Cristina Kirchner, y de ésta con las naciones y los líderes del mundo, es grande y amerita precauciones extremas. 

La razón del aislamiento

Para Angel Tello, exministro de Defensa de la Nación, el fondo de la cuestión en la destrucción del aparato militar que ha realizado el gobierno radica en una visión obtusa e ideológica de los K. “Por una cuestión ideológica, se decidió estrangular económicamente a las Fuerzas Armadas, quitándoles recursos, desinvirtiendo en áreas estratégicas, quitándole fondos para el mantenimiento del material bélico”, lo que ha llevado a una “pérdida de poder relativo” en relación a los países de la región. Por el contrario, el especialista en relaciones internacionales comentó a Hoy que la gestión kirchnerista “aumentó en una enorme cantidad el dinero para gastos burocráticos del Ministerio de Defensa, con el único fin de acomodar a sus amigos”.

 Así, se crearon secretarías y departamentos que sólo aumentan el gasto público. 

La desinversión estatal se expresa, por ejemplo, en que “los aviones, principalmente los Mirage, han dejado de volar y permanecen en tierra ante la falta de mantenimiento” en tanto el aislamiento es revelado por las alianzas de Argentina con países sin peso específico en materia de fabricación militar, como España. Además, Tello agregó que en relación a su PBI, nuestra nación gasta menos para defenderse de agresiones externas que Bolivia, Chile, Perú y la mayoría de los países sudamericanos.

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