19/02/2014
NACIONES UNIDAS TAMBIÉN PUBLICÓ UN INFORME SIMILAR
El informe se titula “Estrategia internacional para el control de drogas” y fue presentado en Washington el 5 de marzo de 2013, hace casi un año.
Allí, el Departamento de Estado afirmó que la producción y el consumo de cocaína en la Argentina aumentaron, mientras que las toneladas decomisadas de este tipo de drogas fueron muchas menos en 2012 que en otros años.
De acuerdo a una estadística que se
presenta en ese paper, la Argentina ostenta el consumo más alto de cocaína de
toda América del Sur y América
Central.
Entre los factores que pueden haber
contribuido a este deterioro, la diplomacia estadounidense menciona el hecho de
que después de la detención del avión militar estadounidense en Ezeiza en
febrero de 2011, el gobierno de Cristina Kirchner prohibió el trabajo de la DEA
en la Argentina durante un año, y cuando le volvió a abrir la puerta en junio de
2012, aunque de forma limitada.
Según el Departamento de Estado, la
cooperación se redujo “muchísimo” en relación a la que había antes. “Estados
Unidos volvió a compartir información y ofrece un número limitado de
entrenamientos anti drogas”, dice el informe, en donde la administración de
Barack Obama se queja sin embargo porque el “Ministerio de Seguridad sigue
desalentando la cooperación con las fuerzas de seguridad provinciales, lo que
limitó los esfuerzos para mejorar la capacidad anti drogas de las
provincias”.
“Las limitaciones que el gobierno impuso a
las operaciones de la DEA en la Argentina pueden haber contribuido a la
disminución de las incautaciones desde el 2010 al 2012” dice el informe, y
agrega que de enero a junio de 2012 fueron incautados 3,4 toneladas métricas de
cocaína, mientras que en 2010 se incautaron 12 toneladas y en 2009,
12.8.
No es el único documento que revela las
contradicciones del gobierno argentino respecto del narcotráfico local: otro
informe difundido también en marzo de 2013, esta vez por parte de las Naciones
Unidas, alertó sobre el consumo de anfetaminas y drogas sintéticas en el
país.
Para no dejar dudas al respecto, asegura que
la Argentina “es una fuente de los químicos que se necesitan para producir
drogas”.
Mientras ambos documentos se daban a
conocer, casi en la misma fecha de 2013, el ex corresponsal del Washington Post,
Douglas Farrah, publicaba una investigación donde revelaba que el Cartel de
Sinaloa de México había contribuido a la campaña electoral de Cristina Kirchner
en 2007 a través de la industria farmacéutica argentina.
Paradojas aparte.
Alexis Montefiore


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