Viernes 3 de Enero de 2014
| ¿Simón tiene las riendas? (Dibujo: NOVA) |
Cortes de luz, precios por las nubes, piquetes diarios en las autopistas, sindicatos que piden lo mismo que los policías acuartelados, devaluación a escondidas, el dólar blue por las nubes, funcionarios que se esconden de la Justicia y la máquina imparable de hacer billetes. Apenas algunos de los problemas de la Argentina en este cambio de año, mientras las rutas siguen atestadas por el éxodo de la clase media a la costa. Esa marca es la única de la que puede vanagloriarse el kirchnerismo: la fiesta del consumo. Pero mientras tanto, ¿y el largo plazo? ¿Y la previsibilidad? ¿Quién gobierna en Argentina? ¿Cristina? ¿Capitanich? ¿Boudou? La boca se nos haga a un lado con el vicepresidente. Lo cierto es que en este bendito país “condenado al éxito” pasamos sin escalas de un hiper presidencialismo a ultranza –con CFK fatigando la cadena nacional y las señales de cable con sus discursos diarios- a un modo de gobierno con un mandatario ausente, con un país en piloto automático. Ese es el caso de Cristina. Después de retomar sus funciones tras el episodio de salud que sufrió en octubre, la Presidenta modificó parte de su gabinete y se recluyó en Olivos. Fue a la casa Rosada sólo para actos puntuales. Con las Fiestas y el cambio de año, esa preservación pasó a las frías tierras de El Calafate, acaso para resguardarse del calor, mientras centenares de argentinos continúan sin luz. Algunos están a oscuras desde Navidad. El jefe de Gabinete Jorge Capitanich, ungido en una suerte de primer ministro, se limita a responsabilizar a las empresas por los traumáticos cortes, pero nada dice sobre la regulación estatal de las concesionarias ni sobre las multas que deberán aplicarse. De Vido lo mismo. Mientras tanto, la Presidenta sigue ausente. Eso sí: se ocupó de lo importante y desmintió a través de la agencia de propaganda Télam una posible candidatura para 2015. Gracias, los argentinos que sufren la falta de energía estaban esperando información de ese tipo. "Si habla, porque habla, y si no habla, porque no habla", dijo Fernando “Chino” Navarro, un habitual alcahuete presidencial. Y justificó: "Antes la criticaban porque opinaba de todo o hacía uso excesivo de la cadena nacional". Sí, claro. Por eso la pregunta no deja de ser válida. ¿Quién gobierna en Argentina? ¿Cristina? ¿Capitanich? ¿Las empresas de luz? ¿El dinero que todos los veranos nos gastamos en la costa atlántica? ¿O Simón, el simpático perro venezolano que le regaló a Cristina el hermano de Hugo Chávez? Puede pensarse cualquier cosa, que cada argentino saque sus propias conclusiones. Y que Dios nos ampare. |

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