Sábado 18 de enero de 2014 | Publicado en edición impresa
Por Carlos M. Reymundo Roberts | LA NACION
Hasta el lector más despistado habrá caído en la
cuenta de que la señora no ha dicho una sola palabra desde que yo me fui
de vacaciones. No estoy de acuerdo con Zannini, que dice que ella se ha vuelto Robertsdependiente
, pero es lógico que después de tantos años de trabajo juntos, de
arrimarle ideas y hasta frases para sus discursos, enfrentar los
micrófonos sin mis aportes se le haga un poco cuesta arriba.
Me sigo debiendo a la causa, y la causa me sigue debiendo algunos honorarios, por lo cual no me planteo dar un paso al costado. La señora sabe que estaré con ella hasta el final, o al menos hasta un rato antes del final. Porque tampoco tengo vocación de quedarme hasta que el Titanic toque fondo.
¿Por qué no fui? Por tres razones. En primer lugar, Facundo Manes, el médico de la Presidenta, me ha dicho que tengo que contribuir al reposo que le ha indicado.
Aunque sospecho que es una prescripción más política que médica, le hago caso. La segunda causa es que quiero aprovechar este tiempo de incertidumbre, de cierto vacío (no hay caso: lo que ella deja no se puede llenar), para empezar a mirar qué hay afuera. Hasta Pichetto, nuestro gran cuadro en el Senado, me confió el otro día que ya estaba hablando reservadamente con Scioli. "Tenemos que pensar en el día después, Carlos", me invitó. En realidad yo creo que él, como muchísimos otros, está pensando en el día antes.
La última razón por la que no fui a Olivos es mi convicción de que puedo ser más útil dándole una mano a gente que está más necesitada que Cristina. Por ejemplo, Capitanich (digo Capitanich y se me vuelve a aparecer el Titanic). Como todos saben, el Coqui es un tipo recontra preparado. No cualquiera se para frente a los medios y dice que "con el trigo se hace la harina, con la harina se hace el pan". Estuve dándole vuelta a la frase y descubrí que hay allí mucha sabiduría, mucho conocimiento tanto del reino vegetal como de la impronta capitalista en la dinámica del proceso industrializador. Pero claro, no todos lo entienden y entonces lo gastan. Un malvado puso en un tuit: "Capitanich, sos la persona que estamos buscando para salita verde. Pensalo".
El problema de Coqui es que a veces tiene que explicar lo inexplicable, todos los días le estalla una crisis, los ministros lo desautorizan, la Presidenta le corta las piernas y de algunos temas, como es natural, no sabe nada y termina haciéndose unos bolonquis terribles. Por ejemplo, con lo del impuesto a los autos de lujo. Habló con detalle y dio cifras, y todo hubiese quedado ahí si no aparecía otro malvado, nuestro columnista Jorge Oviedo, que en un par de párrafos le demostró que había dicho una sarta de disparates y que hasta confundió dólares con pesos al hablar de las reservas del Banco Central.
Mi explicación, más allá de la coyuntura, es que se pone nervioso. Por eso, me reuní con él e hicimos una suerte de media training. Le di 10 tips.
1) Olvidate -le dije- de Kicillof, de Echegaray, de Máximo. Hacé la tuya. Sé vos mismo. Llegaste a senador, gobernador y jefe de Gabinete, y construiste una fortuna. ¡Vamos, Chaco puede!, lo arengué.
2) Tenés que insistir con temas estratégicos y de alto impacto con los que te ha ido bien, como, por ejemplo, si alcanzan o no los tomates.
3) Repetí tus geniales fórmulas sencillas tipo trigo-harina-pan. Te sugiero otras: gallina-huevo-omelette, vaca-leche-licuado y, algo más sofisticada, nube-agua-hielo-whisky on the rocks.
4) No insistas con temas en los que no te sientas seguro, para no volver a hacer papelones; no hables más de las reservas, de impuestos, de inseguridad, de las paritarias, de los conflictos policiales, del Fútbol para Todos; digamos, no hables de política, economía, temas sociales, relaciones exteriores...; todo lo demás, adelante.
5) No menciones la crisis energética, porque te van a recordar que siendo gobernador tuviste que suspender el partido entre la Argentina y Brasil porque el estadio de Resistencia se quedó sin luz.
6) Da respuestas cortas, tipo "sí", "no", "puede ser"; evitarás meter la pata y te dará un halo de intrigante.
7) Me encantó que negaras el cepo al dólar y dijeras que la suba del blue es estacionaria. Perfecto. Decir esas cosas te da mucha credibilidad.
8) Está bueno eso de que ahora los medios van a ir rotándose para preguntar; te propongo este orden: Tiempo Argentino, 6,7,8, Página 12, El Argentino, Crónica, el cronista que mande Víctor Hugo.
9) Retomá los tópicos clásicos de nuestro relato que tanto le gustan a la gente: profundizar el modelo, ir por todo, democratizar la Justicia, ley de medios...
10) ¿Querés un ejemplo de cómo se responden preguntas difíciles? Los encuentros de Cristina con estudiantes de Harvard y de Georgetown. ¡Ésa tiene que ser tu Biblia, Coqui!
Capitanich agradeció los consejos y prometió repasarlos. Qué buena onda: hasta se rió cuando me fui murmurando entre dientes que no hay que gastar pólvora en chimangos.
N de R La Misère Porc:
GENIAL Don Roberts


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