enero 20, 2014 at 11:54
Por Jorge D. Boimvaser
@boimvaser
Los
vínculos políticos del amigo de Leo Fariña en Bahía Blanca incluyen un
ex intendente de esa ciudad y muchos políticos de la Provincia de Buenos
Aires. Los movimientos en ciernes para lograr su excarcelación.
Monte Hermoso, el balneario por excelencia de los bahienses, a
una hora y media de Bahía Blanca, casi cien kilómetros. Hace un par de
temporadas ocurrió en sus playas un grave accidente por negligencia del
dueño de un cuatriciclo playero.
Nicolàs Fedeli y una menor de doce años involucrados. Uno es familiar de Juan Suris, y
el dueño del móvil que causó la casi tragedia se llama Cristian
Breiteinstein, en ese momento Intendente de Bahía Blanca y hoy Ministro
de la Producción de La Provincia de Buenos Aires desde diciembre, que
renunció a la Intendencia para acompañar el nuevo mandato de Daniel
Scioli.
La
prensa del lugar mencionó el accidente pero pronto se tapó todo, no se
podía hacer pública la vinculación de Suris con Breiteinstein porque
hubiera desatado un mar de sospechas que la Justicia del lugar estaba
pasando por alto por presiones del poder político.
Si
una menor fue la víctima de la irresponsabilidad era un hecho
secundario, lo primero era resguardar a estos dos personajes que se los
sabía involucrados en negocios en el Puerto de Bahía Blanca.
El
juez que ahora tiene procesado a Juan Suris saca a la superficie el
negocio de las facturas truchas y el tráfico de personas que compromete a
Suris y hasta el hijo de un funcionario de la Embajada China en la
Argentina.
Santiago
Ulpiano Martínez está recibiendo fuertes presiones de un lobby que
viene haciendo negocios oscuros en el Puerto de Bahía Blanca. ¿Por ahí
ingresaron los chinos que iban a parar a trabajos esclavos y condiciones
infrahumanas, y además con documentación falsa?
Puede
ser, pero además Suris era proveedor importante de facturas truchas
tanto a la Intendencia de Bahía como al Puerto de la esa ciudad.
El
juez federal tiene más evidencias y hasta podría encontrar el eslabón
perdido entre Suris y ese tráfico aberrante de personas.
Cristian Breitenstein fue y sigue siendo un hombre de fuertes vínculos con la diplomacia China en la Argentina.
Wuxi
Fofia Technology Co. Ltd. es un firma de la República Popular China
dedicada al ensamblajes de chips para ganado que se interesó en abrir
una planta en la Provincia de Buenos Aires con una inversión inicial de
20 millones de dólares.
Daniel Scioli dejó la negociación en manos de su Ministro de Producción a sabiendas de sus buenos vínculos con los chinos.
Si
el juez federal llega hasta el hueso con el bisturí en la investigación
(al menos el fiscal Alejandro Cantaro tiene esa intención), generaría
un conflicto con la diplomacia china si involucra o llama a declarar a
la persona de esa embajada que junto a Suris eran parte del deleznable
delito de tráfico de personas para someterlas a esclavitud laboral.
Si
tuviéramos que trazar un paralelismo con el “Lázaro gate”, diríamos que
Suris es el Leonardo Fariña de esta historia, y Cristian Breitenstein
el Lázaro Báez.
Pero hay otros nombres de políticos y funcionarios de Bahía Blanca allegados al ex intendente que pronto daremos a conocer y harían más escandaloso este asunto.
Esta
semana se producirá una movida para al menos tratar de lograr la
excarcelación de Juan Suris con la figura de la falta de mérito
aduciendo, por ejemplo, que no hay cocaína secuestrada aunque el fiscal
dice que son 4 kilos, suficiente para constituir el delito de
narcotráfico (es una cantidad pequeña para hablar de una mega banda,
pero tampoco le cabe la tipificación que es para consumo personal).
La
defensa de Suris afirma que no hay droga incautada sino elementos
sospechosos (balanzas, precursores y sustancias para corte), pero la
prueba del delito es la cocaína que el fiscal afirma que existe.
Las escuchas telefónicas no alcanzan como prueba, sino como indicios.
En
el caso de los chinos ingresados ilegalmente al país, también habría
que encontrarlos así como la documentación trucha que se les
proporcionó.
Pero
las facturas apócrifas aparecerán ni bien se ordenen peritajes
contables que pueden realizarse tanto en obras públicas de la
Intendencia de Bahía Blanca como en sus operaciones portuarias donde
quedaría clara la sobre facturación y otros delitos conexos.
Si
aquel accidente en Monte Hermoso se pudo tapar a fuerza de tráfico de
influencias, la vinculación de Suris con Breitenstein es más compleja en
este caso, y ahora que toma estado público con esta nueva, no será
fácil ni apartar al juez de esa causa ni que un tribunal superior lo
excarcele a Suris cuando se corre el riesgo de adulterar las pruebas del
uso de facturas falsas en el ámbito de la administración bahiense.
Y un conflicto diplomático con China es el peor escenario de esta trama que apenas sólo muestra la punta de un iceberg complejo.
En nuestro próximo informe, los nombres de los personajes asociados en los negocios de Suris con el Puerto de esa ciudad.


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