Ayer, el matutino Clarín reveló que el dirigente industrial
José Ignacio de Mendiguren visitó a Francisco y éste le dijo que
cuidaran a la presidente, algo que les repite a todos los dirigentes
importantes de la Argentina que lo visitan en la Santa Sede. Este ruego,
si así puede llamarse, incluye también que el Santo Padre la ve débil e
inestable a la presidente; en caso contrario, no pediría que la cuiden.
Así opinan casi todos los dirigentes y los medios de comunicación,
empresarios y sindicalistas que la ven tomando decisiones importantes,
pero ausente ante la opinión pública. O sea, una actitud contraria en
todo a la sostenida en sus seis años de presidencia.
Hace un mes, Oscar Alderete, ex ministro de trabajo de Raúl Alfonsín en 1987 y que pertenece al gremio de Luz y Fuerza y que además es abogado, visitando la Santa Sede, charló informalmente con obispos. En esa reunión, algún cardenal y varios obispos criticaron a nuestra presidente, porque a partir del fallecimiento de su marido y ex presidente, en sus discursos cargados de mística, lo llamaba “Él”, lo que no era bien visto por los prelados. El ex ministro, un hombre muy inteligente, ensayó una defensa muy ingeniosa al explicarles que la presidente le decía “Él” porque tenía un alto concepto del matrimonio único e indivisible y de la familia como institución. Sus interlocutores no quedaron muy convencidos de que CFK comparara a Néstor Kirchner con el Señor.
Por ejemplo, con la aprobación de las técnicas de fertilización asistida (que ya tiene una ley que fue aprobada casi por unanimidad). Pero la presión de la Comisión Episcopal Argentina y el Vaticano hizo cambiar el conflictivo artículo 19 y la presidente aceptó las sugerencias eclesiásticas e introdujo un artículo distinto sobre el nacimiento de la vida, que coincide totalmente con los preceptos de la Iglesia, lo que motivó la discrepancia pública del senador Miguel Ángel Pichetto, que se mantuvo en su posición laicista y anticipó que en el mes de marzo esperaba que el bloque del Frente para la Victoria lo modificara y volviera al texto original, gracias en parte a las diputadas Juliana di Tullio y Diana Conti. Lorenzetti y Highton -off the record- sostuvieron que no aceptaban las modificaciones porque no reunieron consenso con las demás fuerzas políticas y aun dentro del FPV había disensos.
De ahí que sólo Cristina Fernández sea la única que puede hacer aprobar el conflictivo artículo 19 en su nueva redacción y, si no alcanzan los votos del FPV, buscará aliados y también Mauricio Macri, el líder del PRO, habría prometido más de 20 votos para aprobar el polémico artículo. El jefe de gobierno de la capital es otro de los privilegiados que tienen acceso sencillo a verse con el Papa, con su esposa y su hija Antonia, a la cual no le pidió bautizarla porque Juliana Awada es musulmana. Pero lo importante es que Macri es un aliado para el nuevo artículo 19. La sola posibilidad de que la presidente abandone la presidencia antes de tiempo por cualquier motivo y antes de que se apruebe el nuevo código civil no es una opción válida para el Vaticano, porque cualquier reemplazante no tiene el poder que tiene Cristina para dar una orden y que sea cumplida. Esto explica por qué para el Papa hay que cuidar a Cristina.
N de R La Misère Porc:
Bueno, gracias a la explicación de Cherashny al menos podemos entender el porqué hay que cuidar a la "reina negra de Tolosa".
La cuidaremos para que termine su "mandato usurpado" y luego podamos juzgarla y encerrarla de por vida.
Hace un mes, Oscar Alderete, ex ministro de trabajo de Raúl Alfonsín en 1987 y que pertenece al gremio de Luz y Fuerza y que además es abogado, visitando la Santa Sede, charló informalmente con obispos. En esa reunión, algún cardenal y varios obispos criticaron a nuestra presidente, porque a partir del fallecimiento de su marido y ex presidente, en sus discursos cargados de mística, lo llamaba “Él”, lo que no era bien visto por los prelados. El ex ministro, un hombre muy inteligente, ensayó una defensa muy ingeniosa al explicarles que la presidente le decía “Él” porque tenía un alto concepto del matrimonio único e indivisible y de la familia como institución. Sus interlocutores no quedaron muy convencidos de que CFK comparara a Néstor Kirchner con el Señor.
Los votos alcanzan
Jorge Bergoglio fue despreciado durante diez años por el matrimonio presidencial, a tal punto que cuando fue electo por el colegio cardenalicio ella no lo mencionó por su nombre y señaló tan solo que un obispo latinoamericano fue elegido Papa. Y los aplaudidores oficiales no dieron ninguna palabra de aliento hacia Jorge Bergoglio. Pero los tiempos cambian y también las circunstancias y así es que el nuevo proyecto de Código Civil Comercial que había sido redactado por una comisión de juristas de todas las tendencias presidida por los ministros de la Corte Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y la jurista mendocina Aída Kemelmajer Carlucci le dieron al proyecto un sentido laicista y progresista.
Por ejemplo, con la aprobación de las técnicas de fertilización asistida (que ya tiene una ley que fue aprobada casi por unanimidad). Pero la presión de la Comisión Episcopal Argentina y el Vaticano hizo cambiar el conflictivo artículo 19 y la presidente aceptó las sugerencias eclesiásticas e introdujo un artículo distinto sobre el nacimiento de la vida, que coincide totalmente con los preceptos de la Iglesia, lo que motivó la discrepancia pública del senador Miguel Ángel Pichetto, que se mantuvo en su posición laicista y anticipó que en el mes de marzo esperaba que el bloque del Frente para la Victoria lo modificara y volviera al texto original, gracias en parte a las diputadas Juliana di Tullio y Diana Conti. Lorenzetti y Highton -off the record- sostuvieron que no aceptaban las modificaciones porque no reunieron consenso con las demás fuerzas políticas y aun dentro del FPV había disensos.
De ahí que sólo Cristina Fernández sea la única que puede hacer aprobar el conflictivo artículo 19 en su nueva redacción y, si no alcanzan los votos del FPV, buscará aliados y también Mauricio Macri, el líder del PRO, habría prometido más de 20 votos para aprobar el polémico artículo. El jefe de gobierno de la capital es otro de los privilegiados que tienen acceso sencillo a verse con el Papa, con su esposa y su hija Antonia, a la cual no le pidió bautizarla porque Juliana Awada es musulmana. Pero lo importante es que Macri es un aliado para el nuevo artículo 19. La sola posibilidad de que la presidente abandone la presidencia antes de tiempo por cualquier motivo y antes de que se apruebe el nuevo código civil no es una opción válida para el Vaticano, porque cualquier reemplazante no tiene el poder que tiene Cristina para dar una orden y que sea cumplida. Esto explica por qué para el Papa hay que cuidar a Cristina.
N de R La Misère Porc:
Bueno, gracias a la explicación de Cherashny al menos podemos entender el porqué hay que cuidar a la "reina negra de Tolosa".
La cuidaremos para que termine su "mandato usurpado" y luego podamos juzgarla y encerrarla de por vida.


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