lunes, 20 de enero de 2014

Cada vez se le hace más difícil al cristinismo llegar a marzo y se viene una semana clave





enero 20, 2014
 
 
 
 
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 Hace más de un mes, Máximo Kirchner, quien ahora determina quién puede hablar con su madre la presidente, le dijo a un alto dirigente del Frente para la Victoria que durante el verano no pasaría nada, que en marzo o a más tardar abril entra la plata de la cosecha y que todo julio viene con el Mundial. Y si salimos campeones con Messi, este 2014 lo pasaremos sin problemas. Y no sólo el vástago presidencial dijo estas cosas porque tiene grandes limitaciones para analizar los procesos políticos y económicos, sino también el economista Miguel Bein, quien en estos diez años acertó los índices de crecimiento año tras año, también señaló que hay que aguantar hasta marzo para que cese la presión sobre el dólar.

 La preocupación más importante del gobierno es por el sindicalismo, el segundo factor clave para mantener el ancla salarial, la única que impide el tan manoseado y mencionado Rodrigazo del cual se habla seguido hace dos meses. Tampoco ésta es una actitud desestabilizadora; más bien reclama un aumento de emergencia y da la impresión de que los sindicalistas piden el 30% para los gremios que tienen un básico mayor y se conformarían con un 25% para los salarios más altos, porque la economía está en recesión y hay posibilidades ciertas de perder el trabajo, especialmente en la industria automotriz, en la cual la producción y la exportación se cayeron en números alarmantes por el estancamiento del Brasil. Además, el sindicalismo no quiere hacer muchas olas y si la situación se agrava y no da para más esperan que sea el cristinismo el que tire la toalla y no sean los sindicatos los que empujen.

Impera la prudencia

 

En tanto, la oposición, ya sea la del Frente Renovador encabezado por Sergio Massa o el espacio no peronista, también están en la misma posición que el sindicalismo y no hacen críticas demoledoras hacia la gestión de gobierno, que está en picada, especialmente en estos 20 días de enero. Así lo adelantamos en esta columna cuando dijimos que eran truchas las encuestas de IPSOS y Poliarquía que le daban 49% de aprobación al gobierno y el 39% a la imagen positiva de la presidente. Asi es que Management & Fit destacó ayer que la imagen de CFK está en el 35% y la gestión de gobierno en el 27,5%. Y lo más grave es que el 75% piensa que la economía futura viene muy mal y es que, con un dólar blue a 12 pesos y una inflación altísima que se produjo en diciembre y que continúa en enero, no puede ocurrir otra cosa que la imagen presidencial, más su ausencia, vuelva a caer.

Quienes sostienen que hay que esperar hasta marzo o abril es porque a fin de marzo comenzaría la liquidación de la cosecha de maíz y soja pero con la brecha cambiaria actual del 75% es más tentador venderle la cosecha de contrabando a Paraguay, Uruguay o Bolivia o guardarla en silos que venderla al precio oficial menos el 35% de retenciones. Así es que esta semana sería clave para la esperanzas del gobierno para sobrevivir si pudiera atenuar la corrida cambiaria que se está produciendo.

 La noticia que se espera que se produzca el lunes o martes es que la Argentina llegó a un principio de acuerdo con el Club de Paris por la deuda que mantiene por un total de 10.000 millones de dólares con intereses, que al parecer se puede lograr pagando 2000 millones de dólares cash, lo que las reservas contantes y sonantes no le permitirían. Además falta saber si el Fondo Monetario Internacional tiene que dar el visto bueno a semejante acuerdo.

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