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El Punto de Equilibrio de las noticias
Sábado, 14 Septiembre 2013
Para empezar la
población se mantendrá más atenta para no tener que esperar tanto para darse
cuenta que la engañaron vilmente y después le dicen en la cara algo como… “si yo
les decía lo que iba a hacer no me votaba nadie”… ¿se acuerdan?
Durante las
campañas y ahora, después de las PASO, es como si las sorderas selectivas que;
suelen durar dos años como si fueran una patología intermitente del sistema
inmunológico, desaparecieran y al grito de… “debemos escuchar lo que el pueblo
nos dice” los actores políticos, particularmente aquellos que gozan de la
posesión del poder, abren sus oídos y mágicamente comienzan a escuchar. Sus
presuntas convicciones caen destruidas por la necesidad política de recuperar
los votos perdidos y de golpe recuerdan a sus líderes históricos en cuanta
referencia verborrágica exista para aplicar aquello de escuchar la voz del
pueblo.
Atrás habrán
quedado todos los sordos oídos que durante un bienio ni siquiera se les ocurrió
utilizar alguno de los recursos constitucionales que yacen sepultados en el
conveniente olvido. Como el artículo 40 y la posibilidad de una Consulta Popular
vinculante.
No vaya a ser
que el pueblo se expida sobre algunos de los aspectos que siempre, cuando no
quieren tratarlo, afirman frases como… “es un tema esencial que debemos tratarlo
en profundidad y con el tiempo necesario, fuera de toda urgencia electoralista”.
Frase que, traducida al idioma del barrio o de la calle, significa… “ni en pedo
(disculpen el argot callejero) piensen que vamos a corregir cualquier cosa que
no haga a nuestras propias necesidades de supervivencia.
Unos ejemplos
simples:
- ¿Qué piensan que respondería la sociedad si en una Consulta Popular se le preguntara sobre si se debe continuar o terminar con las listas sabanas?
- ¿Qué piensan que respondería la sociedad si se les preguntara sobre reelecciones indefinidas SI o NO en los tres niveles ejecutivos (Presidente – Gobernadores – Intendentes)
- ¿Qué piensan que respondería la sociedad sobre la participación en el juicio por jurado para los casos de corrupción?
Y, al señalar
este último punto, lo hago porque es más que obvio que lo aprobado en la
Provincia de Buenos Aires sobre que el juicio por jurado alcance solo a aquellos
delitos cuyas penas pudieran alcanzar a los 15 años de prisión, están dejando
virtualmente afuera a los delitos de corrupción, malversación de fondos
públicos, etc., todos estos, delitos asociados a los poderes políticos y al
mundo empresarial de primer orden. En otras palabras… júzguense entre ustedes
pero no se metan en nuestro mundo.
En resumen,
pareciera que nuestra clase política (no toda por supuesto. La generalización
suele ser madre de tremendas arbitrariedades) debería tener un baño de humildad
y no la selectividad auditiva ocasional bianual.
Incluso, hay
algunos supuestos teóricos partidarios, que hasta pretenden que esas elecciones
de medio término se terminen y que las renovaciones legislativas sean totales
cada cuatro años.
Una locura, por
lo menos en este contexto de sordera y de listas sabanas que más que buscar
premiar la militancia, termina por ser una cortina de humo que esconda en el
interior de las listas a personajes impresentables que colocados en los primeros
lugares harían imposible el afecto ciudadano por la lista.
Por las dudas,
quisiera aclarar algo. Obviamente se que es imposible e innecesario votar cada 3
meses. Es solo una ironía para poder contextualizar lo abrumadora que es la
distancia entre la conducción y los conducidos. Distancia que conocen los
conductores, pero que obvian mientras que la necesidad no los ponga en condición
de aprobación o reprobación.
Y no hablo de
escuchar a la sociedad afectando las propias convicciones políticas e
ideológicas. Aquellos que son fieles a esas convicciones y nos mutan o trasmutan
prostituyéndose en aras de un engaño circunstancial, merecen y deben ser
respetados porque no engañan a los ciudadanos corrigiendo sus discursos al calor
del aplauso o el rechazo. Esos políticos, sean de izquierda, de derecha o de
centro, merecen todo el respeto que la diversidad y el disenso
exigen.
El problema son
los políticos que hacen de su discurso una mezcla de gelatina caliente de sabor
natural que se volcara en cualquier envase y adoptara la forma de este, sea cual
fuere. Esos que han hecho del pragmatismo un culto del cinismo. Esos que han
hecho de la conducción una obediencia debida, sepultando sus propias
personalidades en un altar de sacrificios humanos vergonzosos y vergonzantes.
Esos que se excusan con frases como… “somos un país muy joven, con una
democracia joven”… pero viven como sepulcros blanqueados.
Lic. Rodolfo
Patricio Florido

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